Jacinta Parejo de Crespo
Ilustración de Francisco Maduro
Le dio nombre al Palacio de Miraflores, la casa de Misia Jacinta |
Fue la
esposa de JOAQUIN CRESPO y dos
veces primera dama de la República. La hija de Juan Parejo y María Josefa
Parejo tenía 16 años de edad cuando contrajo matrimonio, el 8 de agosto de
1861, con el general Saturnino Silva, quien murió en combate durante la Guerra
Federal. Durante las exequias de su esposo conoció al general JOAQUÍN CRESPO,
nativo como ella, del estado Guárico, y hombre de confianza del general ANTONIO GUZMÁN BLANCO, para
entonces vicepresidente de la República. El 18 de septiembre de 1864, contrajo
nupcias con Crespo.
Fue primera dama de la Nación durante el
bienio 1884-1886, cuando el general Crespo sustituyó constitucionalmente al
Ilustre Americano, ANTONIO
GUZMÁN BLANCO (Caracas, 28 de febrero de 1829 - París,
Francia, 28 de julio de 1899); y de 1892 a 1898, en la oportunidad en que su
esposo, al frente de la Revolución Legalista derrocó al presidente RAIMUNDO ANDUEZA PALACIOS.
Antes de Jacinta Parejo ninguna mujer en
Venezuela había tenido la oportunidad de inmiscuirse en la política oficial tal
como ella lo hizo. Ella opinaba, celebraba reuniones, trabajaba en proyectos
pertenecientes al jefe de Estado y en algunas ocasiones intercedía ante su
esposo por algunos presos políticos.
La casa de Misia Jacinta
El ascendiente personal y político de Misia Jacinta
(como también se le conocía), sobre el general Crespo quedó al margen de
cualquier duda. El caudillo estaba totalmente identificado con su esposa y, en
consecuencia, su confianza en ella no tenía límite. Era ella quien suplía la
falta del comité o junta revolucionaria en la clandestina organización de la
Revolución Legalista de 1892.
De esta forma, mientras el general Crespo
se encontraba empeñado en la dirección de la campaña militar en apartadas
regiones del país, Misia Jacinta, desde
Caracas realizaba también la campaña del enlace de voluntades, de la acción
conjunta, de la distribución secreta de la correspondencia y del envío al
frente de combate de la oficialidad seleccionada.
A raíz de la muerte de Joaquín Crespo en
el sitio de la Mata Carmelera (16.4.1898), en defensa del gobierno de IGNACIO ANDRADE, le
tocó a Misia Jacinta asumir la defensa del patrimonio
de su difunto esposo y de sus hijos. Sin embargo, profundamente afectada por la
muerte de su marido, no logró impedir que prosperan varias demandas judiciales,
particularmente la emprendida por el general colombiano Vicente Sebastián
Mestre quien reclamaba la suma de Bs. 700.000 de daños y perjuicios por un
“proyecto” de Código Militar que había presentado y que se había perdido sin
que se le hubieran cancelado sus honorarios.
Los avatares legales de la Sucesión Crespo
constituyen uno de los mayores pleitos jurídicos de los primeros años del siglo
XX en Venezuela. Por haber sido su primera dueña, por lo menos en teoría, ya
que nunca vivió en él, el palacio de Miraflores es conocido también, en la
tradición popular, como La Casa de Misia Jacinta.
Jacinta Parejo de Crespo le dio renombre a la que es hoy la sede del gobierno
venezolano, la Casa de Misia Jacinta, el Palacio de Miraflores.
Investigación y texto:
Elba Romero López
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