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Como quedó anotado en entradas anteriores, antes
de que llegaran los españoles a Venezuela trayendo el dinero como instrumento
de compra, los indígenas usaban para suplir sus necesidades el intercambio de
productos (trueque).
La moneda llegó con los
españoles en el año 1498, pero
en las provincias ocupadas fue difícil la regularización de su uso, proceso que
duró más de cien años. Todavía en 1.589, por disposición del cabildo caraqueño se usaban
las perlas y el oro como forma de pago, forma de pago que duró hasta 1620.
Antes del
descubrimiento y conquista ya los indígenas habían evolucionado del trueque
simple y puro de un producto por otro, llegando a manejar otras formas más
complejas de intercambio, para lo cual usaban algunos productos como forma de pago,
considerados por ellos como más valiosos
–elaborados o no– tales como el grano de
Cacao, la sal, el tabaco, el algodón o los olicores, o quiteroques, forma de comercialización
usada por los indígenas del estado Lara.
En el siglo XVIII, el auge
del comercio y la escasez de dinero para el intercambio comercial, obligó a la Compañía Güipuzcoana a introducir al
país una considerable cantidad de monedas MACUQUINAS, que eran piezas de
plata de forma irregular, traídas de Lima, Potosí y México.
Estas fueron fabricadas a partir del siglo XVI y se
usaron en Venezuela hasta mediados del siglo XIX.
Además de las “macuquinas”, en Venezuela circularon
monedas extranjeras provenientes de varios países: España, EEUU, Holanda,
México, Inglaterra, Colombia, etc., las cuales eran aceptadas normalmente como
forma de pago en las transacciones comerciales.
Se fabricaban de
distintos metales, especialmente de cobre, plata y oro. A las acuñadas en oro -
las más valiosas-, la sabiduría popular las bautizó como “MOROCOTAS”, junto a las cuales circulaban también los Cobres
y monedas de menor valor conocidas como CENTAVOS, además de las “Señas”, fabricadas de manera artesanal,
de metales como el cobre o el estaño y el plomo, debido a la escasez de monedas.
Cuando aparecieron los
falsificadores más adelante hubo que eliminarlas y a fabricarlas oficialmente
de plata. Esta moneda tuvo vigencia hasta 1811, cuando el Congreso
Constituyente de Venezuela puso fin a la fabricación de señas. Todos los
materiales y herramientas disponibles pasaron a formar parte de la nueva Casa
de Moneda, donde los patriotas iniciaron la acuñación de monedas de plata y
cobre, con el propósito de garantizar la circulación de las mismas.
El Congreso
Constituyente ordenó entre 1811-1812, emitir un millón de pesos fuertes en
cédulas o billetes y acuñar un millón de pesos en moneda de cobre (en piezas de
REAL, MEDIO
REAL, CUARTILLOS y OCTAVOS).
El gran enredo de monedas
Tras la caída de la
Primera República, el realista general Pablo Morillo también mandó a acuñar sus centavos de un cuarto y
de un octavo de real. Consolidada la Tercera República después de
la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821, el Libertador unificó el régimen
monetario fijando el PESO DE PLATA mediante
la Ley de la Moneda de Venezuela. Se
acuñaron “SEÑAS” de plata, cuyo
valor era equivalente a un cuarto de
real.
A esas alturas en
Venezuela había un verdadero enredo de monedas circulantes anteriores y nuevas,
con denominaciones y valores distintos. Algunas monedas siendo de igual denominación
tenían otros valores, formando un gran enredo en las operaciones comerciales y
en el pueblo también, y ahí empezó la gente a quejarse.
Unas monedas tenían su
base de cien centavos y otras
se dividían en 80 piezas o centavos,
creando la gran confusión y enredo. Además el peso criollo perdía un 75% de
su valor con respecto al peso fuerte y éste,
a su vez perdía un 20% frente a las monedas de oro introducidas desde otras
naciones, además del valor de las “señas” que muchas veces eran de carácter local.
En el año 1926 el
pueblo se cansó, levantó su voz y reclamó orden en aquel barrullo. Protestó ante
el gobierno y en un folleto público denominado “El clamor Popular” exigió orden
en el dolor de cabeza creado por la confusa mezcla de monedas, muchas de ellas
faltas de ley, sin peso, título ni valor numismático.
“Hay muy pocos pesos
fuertes de la estampa de Cundinamarca, llamados comúnmente Colombianos, hay
pesetas caraqueñas, pesetas de Morillo y pesetas antiguas macuquinas. Lo que
más abunda son reales y medio reales, también macuquinos, y luego entre todo un
enjambre de pesetas, reales y medios, que no es posible dar una idea al que no
lo experimenta por sí del incesante y enfadoso enredo que ocasionan(…)”.
En el primer gobierno
de Páez fue aceptada como de curso normal la moneda de oro estadounidense donde sobresalía “el Águila”, que valía
20 dólares. Esta moneda era muy valiosa y por tanto de circulación limitada,
por lo que el gobierno de Páez se vio en la necesidad de acuñar o mandar a
fabricar un buen lote, para enfrentar la escasez de las mismas.
El bolívar
La unidad monetaria
usada para todas las transacciones en Venezuela, hasta el 1º de julio de 1879, era el “Peso”. A partir de este mismo año se determinó que el BOLÍVAR (de
plata) sería
la unidad monetaria de Venezuela. Así lo estableció un decreto de fecha 31 de marzo de 1879,
durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco.
Con este decreto se
logró consolidar el régimen monetario venezolano.
En esta misma disposición se prohibió la circulación de monedas extranjeras,
que en lo sucesivo sólo se admitirían en su calidad de mercancías, según su
contenido del metal fino.
En 1886,
la Casa de Moneda de Caracas acuñó
la primera moneda de oro en Venezuela, la cual tenía un valor de 100 Bs., y fue
bautizada con el nombre de “Pachano”.
Antes de llegar a esta
regularización de la moneda venezolana, el Gobierno intentó ordenar en
repetidas disposiciones a lo largo de los primeros cincuenta años del siglo
XIX, esta caótica situación, a menudo contradiciendo y rectificando sus propios
decretos.
Así anduvo la moneda hasta que las
resoluciones de Guzmán Blanco, en 1871 y 1879, pusieron fin a las imprecisiones anteriores.
A finales del siglo XIX
todavía se insistía en la necesidad de abandonar la fracción en octavas partes
de las monedas y asumir la división de décimos, porque era más sencilla la
división. He allí la diferencia de la Locha de 12 cts. y ½ con la moneda de 10
céntimos.
Evolución
Algunas de las unidades monetarias en las que
se ha representado nuestra moneda a través del tiempo son:
· Olicores: Eran una especie de
“joyas de orfebrería” que fueron fabricados por los aborígenes ayamanes, los
cuales consistían en pequeñas figuras de diferentes tipos y colores fabricados
con distintos materiales, generalmente en hueso, piedra, arcilla y azabache,
etc. los cuales poseían la particularidad de tener un pequeño orificio, el cual
servía para ensartarlos y hacer collares y pulseras, muy vistosos y bonitos.
Estas pequeñas “obras de arte”, que se hacían con
mucha paciencia y laboriosidad, abundaban en el antiguo pueblo del municipio
Torres del estado Lara, llamado `Atarigua´
y se les llamaba olicores por la
tradición oral de sus habitantes, los cuales decían que esa era la moneda que
usaban los antiguos habitantes indígenas (…).
Estas bonitas artesanías se consiguieron durante
muchos años hasta que el pueblo fue
sepultado por las aguas de la Represa de Atarigua, conocida también como la
Cuatricentenaria y registrada oficialmente con el nombre de Ricardo Meléndez
Silva.
·
Quiteroque: En el Tocuyo, por
ejemplo, los indígenas empleaban una moneda llamada quiteroque, que consistía
en unas cuentas pequeñas de caracoles, de piedrezuelas de poco valor y huesos
de animales, con las que hacían todo tipo de tratos.
·
Monedas macuquinas: “Sobre la diversidad
de moneda española y la acuñada en el país, advino una nueva razón de confusión
al permitirse el uso de monedas de casi todas las naciones europeas, a lo que
se añadió más tarde el peso norteamericano. El Gobierno fijaba cada año el
valor de la moneda extranjera en relación al peso sencillo venezolano, que “se
llamó también macuquino”.
Se
imaginó dividido en cien centavos. Sin embargo, sólo equivalía a ochenta de las
piezas de cobre de un centavo introducidas en el país. Estos cien centavos
imaginarios en que se consideró dividido el peso, se llamaron “centavos
macuquinos” para diferenciarlos de los centavos fuertes o de cobre. El peso se
dividió en dos medios pesos, en cuatro pesetas, en ocho reales, en diez y seis
medios reales, en treinta y dos cuartillos y en sesenta y cuatro octavos de
real”.
·
*Morocotas: En principio se llamó “morocota” a la moneda de oro de 20 $ de los Estados
Unidos y luego a la Libra o Librita de Oro y después a cuanta
moneda antigua de oro existiera, hasta llegar al reconocido “Pachano”.
Según la tradición oral y popular, las monedas
de oro fueron bautizadas así, por su parecido con el pez morocoto, también llamado Cachama
Blanca, por su figura redonda, rechoncha y de color amarillezco.
·
Cobres y
centavos y Señas:
* El Cobre:
También conocido como: Cachito, centavito, centavo convención,
centavo fuerte, centavo macuquino,
charo, chipe, chiva, churupo.
· El Centavo: también conocido como
Nica (Puya, guaso, níquel, chuso),
cuyo valor es de cinco céntimos: 20 Nicas equivalían a un bolívar.
·
Pesos:
Existía el Peso sencillo o macuquino
y el Peso fuerte o Peso de oro venezolano también llamado “El Venezolano de Oro” el cual había sido dividido en 4 pesetas (8 Reales y 16 medios reales).
El Peso fuerte al cambio, costaba 4
pesos sencillos.
Todas estas monedas desaparecieron en 1879 por
orden del presidente Guzmán Blanco, para darle paso a la nueva moneda “El Bolívar”.
A pesar de esto, la gente siguió usando el Peso durante mucho tiempo como
moneda referencial para realizar las transacciones, en las cuales el peso
equivalía a cuatro bolívares. La costumbre de hablar y hacer transacciones en pesos, se
usó aproximadamente hasta mediados de los años 60 del siglo XX. De ahí también
la costumbre del venezolano de llamar al bolívar peseta.
El uso de la peseta se mantiene en pocos sitios
como moneda para transacciones y apuestas, como las galleras del interior del
país, como por ejemplo, en el estado Lara. Al finalizar el encuentro, se cobra
y paga cada peso, ganado o perdido, a razón de 4 Bs. c/u.
Locha:
*Melodías cedidas por Jorge Mogollón
Con información y datos de:
http://monedasdevenezuela.net/Escritos
selectos por Pedro Grases y Arturo Uslar Pietri
PEDRO GRASES.1949 Thesaurus. Tomo V. números 1,
2 y 3. Locha, nombre de fracción
Elba
Romero López
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