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domingo, 23 de febrero de 2014

Devoción cristiana, una oración



SALMO 56
Oración matutina de un afligido
.
 
2Misericordia, Dios mío, misericordia,
que mi alma se refugia en ti;
me refugio a la sombra de tus alas
mientras pasa la calamidad.
3Invoco al Dios Altísimo,
al Dios que hace tanto por mí:
4desde el cielo me enviará la salvación,
confundirá a los que ansían matarme,
enviará su gracia y su lealtad.
5Estoy echado entre leones
devoradores de hombres;
sus dientes son lanzas y flechas,
su lengua es una espada afilada.
6Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria.
7Han tendido una red a mis pasos
para que sucumbiera;
me han cavado delante una fosa,
pero han caído en ella.
8Mi corazón está firme, Dios mío,
mi corazón está firme.
Voy a cantar y a tocar:
9despierta, gloria mía;
despertad, cítara y arpa;
despertaré a la aurora.
10Te daré gracias ante los pueblos, Señor;
tocaré para ti ante las naciones:
11por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
12Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria.







 





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