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Los mil caminos del llano venezolano son
testigos de leyendas y cuentos que permiten conocer más acerca de la forma de
ser del llanero, a través de su folklore inmaterial. Estas leyendas son algunas
reales, otras ficticias, otras más tienen mucho de mito y algunas, surgidas de
la invención del habitante de la llanura, con su carga de superstición.
Muchas
de estas fábulas tienen a la mujer como protagonista. Así hay leyendas de
mujeres en los seis estados llaneros, en los Andes (Las Mujeres Misteriosas de La Grita,
entre otras), oriente y todos los rincones del país.
Leyenda de la Laguna de las Mujeres:
Esta laguna está ubicada
en la parte este de Camaguán, en el
barrio Toquito, vía carretera Los Mangos, en el estado Guárico. Cuentan que
hace muchos años este sitio era el hábitat de una numerosa fauna que incluía
venados, chigüires y peces y sus aguas se usaban para el riego de los campos y
las actividades domésticas.
En el estado Guárico este
estanque llamado La Laguna de las Mujeres, es tan conocido que
poetas, compositores y cantores populares se han inspirado en ella para
componer sus canciones. Cuenta la leyenda que allí se ahogó una mujer del
pueblo que lavaba su ropa y también se bañaba allí.
Un día la mujer, cuyo
nombre no se menciona en la leyenda, se ahogó tratando de salvar a un niño que
cayó al agua. Desde entonces el agua de la laguna cambió de color y comenzó a
secarse. Por esto los peces se murieron y los animales ya no bajaron más a
beber agua. Se cuenta que los cazadores también se fueron alejando de la
laguna, pues comenzaron a sentir –y dicen que también veían- situaciones
extrañas que los asustaban.
Leyenda
del Río La Portuguesa:
Un
día una mujer salió del agua, tomó al niño de la mano y se lo llevó con ella.
Desde esta experiencia se comenzó a creer en la leyenda de que en el río La
Portuguesa vivía un encanto que llamaba la atención de los niños, sobre todo de
los varones, para apoderarse de ellos. Comentan que dicho encanto formó su
propio hábitat en un charco de Camaguán y se manifiesta de diferentes formas o figuras,
generalmente, del sexo femenino.
Cuenta
la leyenda que en tiempos de invierno han visto una canoa conducida por una
mujer que lleva a bordo a varios niños, o una gallina con muchos pollitos y
hasta una garza con varios pichones. La creencia popular explica esta aparición
es un hecho real que impide que el río La Portuguesa se seque en verano.
Sin
embargo, otros lugareños aseguran que es un hecho imaginario.
A la entrada del caserío Sombrerito
hay una laguna de espectacular belleza a la que por su encanto y hermosura
llaman la Laguna de Plata. Durante mucho tiempo se podían admirar allí garzas
de todos los colores y aves de la región guariqueña.
La fama le viene, además de por su preciosidad, porque dicen que es una
laguna encantada que ha causado numerosas muertes de turistas, incluido un
experto nadador.
En siglos pasados esta laguna era una
parada para los viajeros y los lugareños se bañaban en ella y todavía pescan
allí para su sustento diario. La leyenda dice que cuando se ahogó el nadador
citado, su familia buscó la ayuda de un brujo para conseguir alguna
explicación, pero el hechicero aseguró que la laguna realmente tenía un encanto
causante de las muertes.
El brujo realizó rituales y sacrificios para que la laguna se secara,
pero que va, la laguna sigue allí, con sus aguas mansas.
Aparición de la Virgen de las Tres Rosas:
La Virgen de las tres rosas tiene una legión de devotos en todo el país y más allá. Se le atribuyen muchísimos milagros y a la par de ellos crece la fe de sus fieles y su fama de oír todas las peticiones que se le hacen.
Uno de sus milagros se
lo concedió en el año 1999 a la señora Luisa Castillo, cuyo hijo se enfermó de
la columna, por lo que debía ser intervenido quirúrgicamente. Varias personas
le sugirieron que hiciera una petición a la Virgen de las Tres Rosas, para que
ayudara a su hijo a superar su situación de salud. Ella misma era devota de la
virgen.
Mientras su hijo estaba
hospitalizado en Maracay, la señora Castillo visitó la capilla que estaba en el
hospital y pidió por la salud de su hijo. Al salir del hospital compró un libro
que incluía la novena de la Virgen de las Tres Rosas por lo que aprovechó la
coincidencia y empezó a rezarle la novena.
A los pocos días, su
hijo fue dado de alta y ya no fue necesaria la operación. Desde entonces, la
señora Luisa se unió a la devoción por la virgen, prometiéndole evangelizar en
su nombre, por un año. Así lo hizo y comenzaron las apariciones de la virgen en
su habitación, en la que irradiaba una luz muy brillante y dejaba escarcha a su
paso. Todas las personas devotas de la virgen dan fe de los milagros que
realiza y de las sus apariciones.
Laguna guariqueña/ fotowww.verfotosde.org
@ElbaRomeroLopez
noce no me gusta esto es un caca
ResponderEliminaraburrido
ResponderEliminarA mi si me gusto
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