José Pulido: "Vivir es quedar en el hueso"
Una muerte que muerde
y me quedo sentado
apabullado por el animal
de patas broncíneas
y cuerpo plateado
A José Pulido muy temprano la vida lo colocó en un dilema: ser obrero o ser escritor, esas eran sus opciones en Villa de Cura. En el camino de satisfacer la segunda se hizo periodista y, en verdad, ha abordado la crónica, el reportaje o la entrevista como si estuviera lidiando con alguna de sus criaturas de fábula. Oír hablar a Pulido puede llegar a ser una experiencia vertiginosa: la frontera entre la fantasía y la realidad es tan borrosa que no importa dónde queda una y dónde queda la otra. Acaba de salir a la calle el primer libro de relatos de quien, hasta hoy, sólo había cultivado la novela y el poema.
Rafael Arráiz Lucca (1/11/1995)
A la usanza de los muchachos de la generación del 28
El periodista, escritor y poeta José Pulido es venezolano, de Villa de
Cura, estado Aragua, donde nació en 1945 el 1º de noviembre. Vale decir entonces, que anda con todos los Santos, lo cual no significa que es un santo varón. El hijo de Eliseo Zapata y Victoria Pulido ocupa su propio lugar en las letras americanas
desde muy joven, a través de sus cuentos, novelas, poesías y crónicas
periodísticas, trayectoria que le ha hecho acreedor de diversos reconocimientos
dentro y fuera de Venezuela.
Comenzó
a foguearse en la prensa escrita en 1965 como colaborador en periódicos
humorísticos de su natal Villa de Cura. Después fue redactor del Diario El Sol (Valencia, Carabobo), jefe de Redacción de El Diario
Católico (San Cristóbal).
De
su trayectoria como periodista, escritor y poeta hablan los numerosos premios
recibidos en reconocimiento a su desempeño en estas diversas facetas de la
cultura, entre ellos los premios regional y nacional de Periodismo. De su pluma son los
poemarios Esto
y Paralelo
lelo, editados por García e
hijos.
También
fue miembro del Comité editorial y fundador del suplemento cultural Bajo Palabra,
editado por El
Diario de Caracas; así como Jefe de Información y fundador del
suplemento humorístico El Diablo de Caracas, editado por El Diario de
Caracas.
El Periodista
El autor de la novela Pelo Blanco (ópera prima escrita en 1987, que relata parte de
la historia de la Colonia Tovar, publicada por Editorial Planeta en 1978) fue
Jefe de Redacción del diario Última Hora, Acarigua, estado Portuguesa. En
este estado recibió el Premio Municipal de Periodismo otorgado por el Concejo Municipal de Acarigua-
Acarigua- Estado Portuguesa.
Fue
corresponsal de guerra en Nicaragua (1979) durante los conflictos tras el
derrocamiento de Anastasio Somoza,
desde marzo hasta julio. El también ex redactor de las Páginas de Arte del
diario El
Nacional y de El Diario de Caracas, dejó parte de su
experiencia como escritor en el libro: Confidencias literarias de 35 escritores latinoamericanos.
Andariego de la
poesía
Es muy amplio, “ancho y ajeno”, de dominio público, el
desempeño cultural de José Pulido y puede leerse en la red. Aquí solo quiero destacar su quehacer literario, el poético en particular.
Entre
sus poemarios están Los Poseídos (Premio
Municipal de Poesía del Distrito Federal, año 2000, otorgado por la
Alcaldía de Caracas), Los Mágicos (finalista
en la Bienal
Internacional Francisco Herrera Luque), Peregrino de vidriera (Editorial
Pavilo. 2001). Duermevela (2004. Editorial Pavilo. 2004).
José Pulido también es autor de la novela La canción del
ciempiés. Y La sal de la tierra, entrevistas con retratos de Vasco
Szinetar. Colección Ediciones Especiales. Banco Central de Venezuela, Caracas,
2004.
Pulido el poeta escribió los
poemarios Esto
y Paralelo
lelo (García e hijos, 1972), e igualmente Peregrino
de vidriera (2001) y Duermevela
(Editorial Pavilo, 2004).
Además, fue finalista
de la Bienal Internacional Francisco
Herrera Luque con Los poseídos (Editorial Pavilo, 1999) y por su
trayectoria, en el año 2000 ganó el Premio Municipal de Poesía También escribió la biografía de Gustavo Dudamel publicada por Los Libros de El Nacional: Gustavo Dudamel: la sinfonía del barrio
(2011). Su primer libro en el género periodístico fue el libro de entrevistas Muro de
confesiones (Academia de la
Historia, 1985).
José Pulido es
periodista y ha sido director de las páginas de arte de El Nacional, El
Universal y El Diario de Caracas, además de autor de novelas, cuentos y poemas.
De su trayectoria en el
periodismo habla La sal de la tierra, 32 entrevistas realizadas por José Pulido durante su paso por El Diario de
Caracas y El Nacional en las últimas dos décadas del pasado siglo, y
otras publicadas en la revista BCV Cultural.
Escritores, artistas
plásticos, críticos cuyas obras han destacado en el panorama latinoamericano,
pero también figuras de otras geografías, respondieron a su tiempo las
preguntas de Pulido, encandilados por los flashes de la cámara de Vasco Szinetar, Premio Nacional de Fotografía (1982), encargado de las fotografías con juego de sombras y espejos.
Yo que apenas soy
un querosén
de sensaciones
derramado
José Pulido
El agobio de la marginalidad
Este país ha repartido mal
se lo digo yo en esta plaza
sacándole el cuerpo
a la sayona de la mendicidad
Evolución
Palabras para este domingo / texto de José Pulido, fotos de viviana marcela iriart/ Caracas – City Bell, marzo de 2014:
"El Ávila es como decir amén cuando se reza por Caracas."
La montaña es un dormitorio de
nubes y estaba ahí antes que surgiera la idea de levantar una muralla y
llamarla ciudad; ese antiguo aire es lo que me reconforta. El Ávila es un
pájaro con mastranto en las alas, es un dolor de incendios guardados en un cofre
de raíces.
El Ávila es como decir amén
cuando se reza por Caracas.
La ciudad es una hechura de
esperanzas y frustraciones, manoseada por pasiones innobles y algún querer
verdadero. La ciudad es cementerio y fiesta donde la ignorancia pasea su
guadaña. Los hálitos podridos y los metales que destrozan la carne, afectan la
inocencia congregada en la infancia y la fauna.
Hay pájaros atolondrados que
deambulan cerca de las edificaciones como si creyeran que la montaña no existe
o es una isla última y distante. “Vayan, vayan” les insisto en el pensar. A
veces uso el pensamiento como aldaba, de manera tortuosa. Los pájaros son
dioses y por eso resulta más doloroso intuirlos a la deriva, clandestinos en el
morir, y uno sin saber sus nombres ni sus sueños.
©José Pulido/Caracas/ 1 de marzo de 2014
Facetas del poeta
“Y Jesús
deambulaba por la playa
Con la sombra adelante
Anunciando misterios en la
arena.
y desperté caído en el sofá.
Dios escogió su hijo para sacrificarlo
La gente acuchillaba palomas, cabras,
gallos y promesas en vano
y Dios dijo
que su hijo era un cordero
para que la humanidad lo matara
y descubriera el
modus operandi del amor”.
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infancia:
"yo quería saber hacia dónde llevaban / a ese muerto que pesaba tanto / mi madre y mis tías rezaban cabizbajas / lamentando tanta injusticia /.las muchachas que me gustaban / eran niñas ricas / y tersas / las seguía de cerca / hasta la medianoche / mientras el santo entraba a la iglesia / al final, los cargadores se peinaban satisfechos, / y aceptaban cervezas / yo no me había quemado las manos / pero me dolía / el desprecio de aquellas muchachas /...aquella noche de oraciones / dejó en mi cerebro un ramaje lejano / cruzado de vientos / sopla un calor de esperma / sopla un olor de aceites / y las llamas de las faldas / se apagan / en la esquina del club". Adulto, barbado de pelos en la espalda, nariz y orejas, ajado, entrado en kilos y desesperanzas, enternecido, descorazonado, conmovido por insondables remembranzas, el poeta regresa al vientre originario, al afecto por antonomasia, al regazo de Victoria, su madre, para rememorar el beso sin igual, el insuperable e indistinto, el exclusivo, aquel que a ninguno deja indiferente:"Yo tengo un solo beso / De cuando era inocente / Y voy a conservarlo eternamente / Hasta que mi espíritu castigado / Se saque el plomo de la culpa / Y nadie esté soñando que no aguanta / El peso de mi beso".
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos67/poetica-pulido/poetica-pulido2.shtml#ixzz3AkmiWYvK
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Adolescencia: "un sábado me untaba el pelo con aceite de coco / y otro me ilusionaba el de quina / escuché la radio / hasta ponerme aceite palmolive / y la amarillenta glostora con rubina / tuve mediodías de avena quaker / domingos de toddy frío / y bailaba y hablaba y sudaba / mascando chiclets adam / eran las marcas de mi historia personal / sentí que amaba a Greta Garbo / creí enloquecer por María Félix / aunque eran máscaras en blanco y negro / cuerpos indefinibles / el cadáver de la vida / suelta olores profundos / descubrí el monte de Venus / el botón del ombligo / temí que los ombligos florecieran / y que se erosionaran los montes de Venus / cuán miedoso he sido / muchacho soy del arca de los pueblos / guerrillero de nada / sol de barros / jugador que se arriesga sin apuesta / católico sin fe / creyente indócil / soy un civil / de los civiles étnicos / tan sólo reclutable por la muerte / y por los labios de aquella que me amó".
juventud: "Cuando cumplí los dieciocho / me alargué las patillas / trampeando a las muchachas / que sólo tenían sentidos para Elvis / y alzaban las tetas / cargadas de Marilyn / me obsesionaban las piernas blancas / de una dama italiana / la boca magenta de una mujer casada / los chillidos de las vecinas / y al apenas desprenderse el aguacero / me aislaba y me sentía / que era el único hombre cuajado de magias / que quedaba sin descubrir".
inconforme adultez: "llegó el año de la barba crecida / cara de apóstol indeciso / la podé y creció de nuevo / agricultor de gestos / cosechador de inconformidades / engordé, adelgacé / y volví a engordar / con los brazos extendidos / arrastrando los bagazos del tiempo / canté estrenduosamente / el himno de las aves que se extinguen / y vi que la muerte tenía un pincel / para ponerme pelos y quitarme pelos / me espantaron los yerbajos de las orejas / los músculos blanditos / hicieron mella en mí / cuando cogí gusto a los cólicos / pregunté "muerte ¿qué cuadro pintas?" / y escuché la música de los huesos / al estirarme / vino la garganta seca / qué brochazo demoníaco".
De su ineludible vejez: "¿qué voy a hacer tan solo?/ el cinematógrafo es un asma de butacas / que no podría enfrentar sin sentir tu vecindad / pero tengo que prepararme como un cuaderno escondido / para el borrador de la muerte / he comenzado a guardar en los túneles de la memoria / unas montañas, un río, / una autopista cruzada por cocuyos y ácaros / una música pulverizada entre edificios / los recuerdos de mi infancia que más me deleitan."
@ElbaRomeroLopez
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