Las mejores voces de la radio

Desde los primeros días de la radio en Venezuela las mujeres estuvieron presentes en su evolución. En los años 40 en la radio venezolana se oían las cautivadoras voces de Cecilia Martínez, la primera desde que se encendieron los motores; Gladys Hernández (locutora y actriz de radionovelas, poseedora de una cadenciosa voz), Joaquina Guevara, María Montes de Oca, María Teresa Acosta. Ellas compartían sus roles con Marco Tulio Maristany, Luis Cruz y Héctor Monteverde. 

En la década de los 40, la Sultana del Ávila avanzaba en su desarrollo urbanístico y durante esta etapa se comenzó a construir la Urbanización El Silencio, la cual fue desde su inauguración una de las más populares de la ciudad.  La radiodifusión también continuaba avanzando con el surgimiento de nuevas emisoras, una de ellas Radio Capital, por la Esquina de San Jacinto desde donde tramitía su famoso programa “La Caravana Camel”, con Rafael Ángel González. También se oían las voces de los Hermanos Belisario con su hit “El bote con los Hermanos Belisario” y la orquesta de Rafael Minaya con“El Borrachito”. 

Radio Caracas acaparaba sintonía con el programa “La Tremenda Jefatura” que seguían ávidos  niños, jóvenes y adultos.

1. Henry Altuve              2.Arquímedes Rivero       3.  Francisco Amado Pernía

         

                                           

María Teresa Acosta

Otro programa de gran sintonía en todo el país era “Brindis a Venezuela”, al  igual que el noticiero “Panorama Universal”, el cual, entre otros programas y emisoras permitieron que se destacaran talentosas venezolanas como las de Fina Rojas, Lucila Herrera, Graciela López, Olga Castillo, Ana Teresa y Josefina Guinand.

Ellas compartían roles estelares con los locutores-animadores Enrique Benshimol, Luis Salazar, Víctor Saume, Jesús Maella, Leopoldo Álvarez, Rafael Guinand y Amador Bendayán con el programa humorístico “El Bachiller y Bartolo”.

  

     

    Renny Ottolina

Los hermanos Marcos y Luis Hernández Solís fundaron Radio Aeropuerto (a Marcos, tipógrafo de profesión, Rómulo Betancourt lo llamaba conspirador porque cuando Pérez Jiménez hacia los panfletos en su contra, cuenta la crónica de aquellos años). En esta radio los hermanos Hernández le dieron la oportunidad a conocidas voces femeninas como la de Ana Martínez, Mery Martínez, Migdalia Freites entre otras. Esta emisora transmitía las 24 horas del día con suave y romántica música y una melodiosa voz decía “Radio Aeropuerto da la hora”.

La voz de Virgilio Galindo se escuchaba por Radiodifusora Venezuela igualmente a su esposa la cantante Josefina Rodríguez La Gitana de Color, en “La hora Philco”. En ese mismo programa trabajaba Amador Bendayán, (era su segundo empleo) como actor cómico y locutor, se había iniciado en 1936 en Radio Ondas Populares, desde la Esquina de La Pelota, el tercer empleo fue en Radio Libertador y en 1938 en Radio Tropical.

Anecdotas de la radio

Cuando en 1926 Juan Vicente Gómez autorizó que se instalara AYRE, la primera emisora del país, la población caraqueña quedó impactada, intrigada y recelosa. La sorpresa y el recelo aumentaron cuando se comenzó a levantar la antena de transmisión y ante la poca información al respecto se tejieron una y mil conjeturas.

Aquello le pareció increíble a los parroquianos. Hasta se santiguaban. Hombres y mujeres se hacían la señal de la cruz.  El férreo gobierno dictatorial que encabezaba el tachirense metía miedo y dicen que la gente hablaba por debajito. La estrategia política era mantener al pueblo sumiso e ignorante, en penumbra y silencio.

La población, incrédula y desconfiada, comenzó a sacar sus propias conclusiones y entre ellas, la que creyeron más lógica fue la de que el dictador había mandado a construir esas torres para saber  todo lo que se hablaba en Caracas. Otra forma de control más, creía la gente

 La “inquietante” antena de transmisión se construyó en los terrenos donde tiempo después estuvieron los corrales del Nuevo Circo de Caracas. El revuelo popular por las dos torres negras generó tal intriga, que la gente se preguntaba “¿Qué será eso?” preguntaban atónitos los caballeros y las damas se hacían la señal de la cruz al no tener respuesta alguna”, reseña la crónica citadina de aquellos tiempos.

@ElbaRomeroLopez