Don Pío Alvarado
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Entre los
investigadores, musicólogos y estudiosos de la música larense hay una discusión
acerca del golpe larense y el golpe tocuyano. Realmente ni siquiera debería
darse esta discusión, pues ambas denominaciones aluden a un único ritmo. Es
decir, no hay ninguna diferencia. Ambos nombres corresponden a la forma de
interpretar el joropo en el estado Lara, que es el golpe.
Para los larenses el
joropo, baile nacional, equivale al golpe en el estado Lara, donde hay una
discusión ya larga en el tiempo, acerca del golpe tocuyano y de dónde proviene,
a cuál región pertenece. ¿Cuál golpe larense?, preguntan los de El Tocuyo,
quienes niegan la existencia del golpe larense.
“Sólo existe el golpe tocuyano”
Los habitantes de El
Tocuyo afirman que no existe golpe larense,
sino solamente golpe
tocuyano, que es original de esta población y que luego de allí se
ha ido regando por otras poblaciones. Esta teoría se apoya en la antigüedad de
la población de El Tocuyo (fundada en 1545), considerada la ciudad madre,
así como también en el hecho de que han sido los tocuyanos los más fecundos en
la composición de golpes.
Pero en la dinámica de
la creación popular pueden existir pequeños matices en la forma de cantar o de
acompañar el canto, que permita a sus cultores decir que el golpe también es
suyo, como ocurre, por ejemplo con el golpe de Curarigüa, o golpe
curarigüeño, como también se le conoce dentro de la música y como lo
llaman los habitantes de Curarigua.
“El golpe
curarigüeño es más lento y se
diferencia del golpe tocuyano por “el regueo, el golpe de mano, las voces y la
letra”, sostienen musicólogos, quienes también plantean que su característica
fundamental “es el canto a dúo, en el cual cada primo o tenor va con su tercer-
estilo único en el país”.
El Golpe se puede
ejecutar en cualquier momento del año sea para animar una fiesta familiar o
para acompañar una celebración popular de la tradición local.
En el Golpe
se acostumbra el uso de un pequeño estribillo -del cual deriva normalmente en
el nombre de la pieza- que después de un interludio musical se alterna con las
coplas, muchas veces improvisadas o sacadas del imaginario popular.
“Para la interpretación
de El Golpe, el larense dispone de toda una familia de instrumentos de cuerdas:
el cuatro, el cinco y el seis, junto a las maracas y la tambora, que producen
una sonoridad particular, de amplio registro y volumen orquestal”. También se
pueden encontrar en la región joropos instrumentales interpretados con el
violín como solista. Aunque en todo el país el joropo se define primeramente
como un baile, en Lara no hay acuerdo de si El golpe
es o no bailable.
En la discusión no
falta quien argumente que “porque El Tocuyo sea “ciudad madre”, no quiere decir
que posee la exclusiva del golpe. Habría que atribuirle entonces todas las
formas musicales del folclor venezolano. La “región tocuyana” primera abarcaba
a Sanare, Curarigua, Quíbor y sus alrededores (de hecho Quíbor fue un intento
de reubicación de la ciudad de El tocuyo)”.
Asimismo se refuta que “El
golpe es larense, pues en Lara quedan las poblaciones de Sanare, Barquisimeto,
el Tocuyo, Siquisique, etc., y en cada una de estas regiones se perciben con
claridad matices distintos a la hora de interpretar el golpe. Así pues, si se
interpreta de una forma u otra, se estará interpretando golpe tocuyano, o curarigueño,
pero a la hora de hablar del golpe, debe usarse la categoría golpe larense para
denotar que se está hablando del conjunto de estilos”.
La discusión y la
salida salomónica serían, como señaló alguien, convenir que “No es cuestión de
regionalismos, es cuestión de organización de la discusión”.
Don Pío, cultor del golpe curarigüeño
El golpe curarigüeño
tuvo en Don Pío Alvarado, El Viejo roble
de Curarigua, a su más grande cultor. Don Pío era un hombre
altísimo, flaco, escuálido, que ya anciano caminaba por las calles de Carora, con
su cuatro en la mano y a quien los muchachos liceístas caroreños fastidiaban y,
en algunas ocasiones, le tiraban piedras
“En el fondo del
ensañamiento contra ese anciano había un sedimento de desprecio por lo que
hacía, es decir, era una forma de auto desprecio, porque ese hombre nos
representaba: al menos en Carora y sus alrededores Don Pío Alvarado era la más
alta expresión del tamunangue, del golpe curarigüeño. Entre los niños y jóvenes
entre quienes yo andaba este género era mal visto, nos sonaba feo, nos olía a
cocuy y a borracho fulminado en la plaza”, recordó en la red uno de aquellos
zagaletones.
-Mucho lo ladillamos,
pero nunca perdió el aplomo, nunca reaccionó con violencia, agregó el tirapiedras,
quien también recuerda que “en especial nos reíamos de una canción que ya desde
el título nos sonaba a viejo, rancio y decadente como aquella voz chillona del
viejo que la interpretaba: La Chuchurucha. Nos parecía el colmo de la ridiculez
cantarle a algo que se llamara así, o tan siquiera nombrarlo. Yo mismo, que
aprendí a tocar el cuatro a instancias de mi viejo, empecé a aborrecerlo y a
abandonarlo”.
-Además, de los toques
de tamunangue (que solían hacerlos en actos públicos, o en cervecerías y
arrabales) se decía que terminaban a botellazos y en riñas colectivas con
heridos graves, y a veces en efecto era así. Era gravísimo el estado de la
música larense en aquella Carora.
Desde Curarigua de Leal
En el antiguo Valle de
Curarigua nació Don Pío (4/3/1895), en un ambiente campestre entre moliendas de
caña y los bailes a San Antonio, en cuyas celebraciones era participante activo
y se hizo cultor fervoroso del tamunangue, que alude también a golpe
curarigüeño. Cuentan que “tres días antes de morir, Pío Alvarado, “el viejo roble de Curarigua”, llamó a Martín Briceño, Antonio Gómez, Rafael “Chía” González, Eduardo “Zamurito” Lameda
y Teófilo Escalona, integrantes del
grupo Don
Pío y su conjunto, para decirles:
“Sé que de ésta no me
voy a levantar, pero sigan, lleven el golpe larense a todas partes donde vayan,
pero ahora tendrán que llamarse los Golperos de Don Pío, porque no voy a andar
con ustedes”.
Y así pasó, el 24 de
agosto del año 1983 falleció Don Pío, a los 88 años de edad. Con el tiempo se
fueron músicos y se integraron otros.
@ElbaRomeroLopez
Saludos cordiales desde Carabobo, es gratificante poder leer sobre la vida de Don Pío Alvarado, gracias por su aporte.
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