La leyenda de El Silbón
Con el permiso de don A-DOL-FO MARR-TI-NEZ ALCALA (creo que esta
entonación se acerca bastante a la entonación que este locutor de voz
privilegiada usaba para presentar su programa Esta Tierra Mía) me atrevo a usar este nombre
para el inicio de esta serie: las leyendas del llano adentro venezolano.
Los caminos de este país están llenos de leyendas, verdaderas unas,
inventadas otras. Pero allí están, muy marcadas siguen sus huellas. Espantos, muertos,
aparecidos, visiones y demás parentela siguen teniendo vigencia. Pareciera que
siguen andando, van desandando por trochas, veredas, atajos y hasta se atreven
todavía a aparecerse en los caminos. ¡Susto! Quiero a mi mamá. Que me traigan a
mi mama.
Parece que escucho el
grito desgarrador de El Desandas, El Silbón, El Canillú ese. Que no se atreva
conmigo el rodilludo ese.
El Silbón
Elbita ponga el descuido en cuidao me
decía mi papá en forma de alerta. Era un alerta amarilla; yo estaba pisando terreno falso. Arena
movediza. Ni falta hacía que dijera como frecuentemente decía, No
deje que la sorprenda la aurora, es
con usted la cuestión. Yo entendía ese lenguaje y actuaba en
consecuencia: no sigas tensando la cuerda; vas a reventar esa cuerda. Anda
derechita, vuélvete un dechado de perfección, una niña hacendosa. No sigas
jugando con fuego. Te vas a quemar. Si mi papá nos hablaba a sus hijos de
usted, algo andaba muy mal. En mi caso, si mi papá me llamaba Del Valle yo
interpretaba que no había obstáculos en el camino. Hasta le puedes responder,
siempre fuiste una niña respondona. La bordona respondona. Y tu papá te lo
acepta. Tú lo regañas a él.
Pero si el trato era de Usted y además me llamaba Elba, ¡ay papá!,
ayayay Maracay. ¡Es-cón-de-te! Métete debajo de la cama. Tú estás en un
problema Elba. Usted y Elba marcaban la diferencia. Distancia y
categoría. No hay duda de quién manda aquí. De todas maneras mi papá nunca me
pegó. Jamás me levantó la mano. Qué papá, cuál papá, le levanta la mano a su
bordona. ¡Adiooo! ¡´ijo er diablo! Además, yo tuve el mejor papá de todos los
papás del mundo. El papá más papá entre todos los papás fue mi papá. El roble
que siempre da sombra, la mejor sombra. Ni el viento mueve sus hojas. Atrévete
sol.
Creo que todavía esa advertencia está vigente. Pienso que es mejor que
pongamos el descuido en cuidao, porque esas huellas marcadas que todavía no se
borran están diciendo que espantos, muertos y aparecidos aun nos están
rondando, ¿nos andan buscando acaso? ¡Sácame de aquí con bien Virgen de
Chiquinquirá, Virgen del Carmen Bendita, Santa Virgen de Pilar, Santa Virgen de
La Paz. San Miguel dame tu escudo, tu rejón y tu puñal, Niño de Atoche bendito,
Santísima Trinidad...! (Así dice la leyenda de Florentino y El Diablo, de
Alberto Arvelo Torrealba. La conocen, no se hagan. La conocemos).
La Leyenda
del Silbón
¡Ave María Purísima!
Si
se les paran los pelos no es mi culpa. Soy inocente, me acojo a la Constitución
Nacional. Se les van a parar los pelos al oír la narración. Encomiéndense a
Dios y todos los Santos. Porque justamente, es de El Silbón, El Desandas, el espanto más conocido en todo el estado
Portuguesa, del cual les empiezo a contar. ¡Santo Cristo de la Mata! ¡San
Miguel! San Antonio Bendito y San Andrés, Virgen del Valle bendita, vénganse
conmigo pues! ¡Ave María Purísima! En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, Amén.
♫ Esto era lo que contaban
del Silbón y las parrandas
una noche
se encontraron
Hilarión y
El Desandas…
No vayas
para la fiesta
Le dijeron
Juan Hilario
Que en
tierras de Portuguesa
Va un
espanto desandando… ♫
La
historia de El Silbón no se las voy a contar aquí. La conocen. Además
está en el link dejado párrafos arriba. Lo más importante es resaltar y
subrayar la gran importancia de la presencia de esta leyenda en la discografía
venezolana. Esta leyenda es hija de la sabana, creció en el llano abierto,
extendido, inmenso. Es parte de la esencia del llanero. Es saber del pueblo: es
folklore.
Es raigambre popular. “Porque la leyenda del Silbón es hija de esta
tierra nuestra, amalgama con la cual el espíritu del llanero ha traído una
cuota para forjar el alma nacional, al lado de la Bola de Fuego, del “Anima de
La Yaguara” y de los lastimeros gritos de La Llorona, atormentando la quietud
de la sabana (…)”, son palabras pronunciadas por el periodista y doctor en
Derecho RAFAEL
ROBERTO GAVIDIA,
en el Ateneo Popular de Guanare (1967), plasmadas en la contraportada del LP
doble “El Silbón, leyenda Llanera, Dámaso Delgado” (LP
sello Hermanos Oropeza, número 200-3/1967).
♫Dicen que en el mes de
mayo
Está saliendo una
terrible visión
Y por mal nombran la
llaman
El rodilludo Silbón♫, rimó
Gavidia inspirado. Genuina estirpe venezolana.
Prosa y verso
conjugados, espontáneamente expresados con gusto, salidos del corazón. Por ahí andan
y desandan tomados de la mano, enamorados. Así son los llaneros de Venezuela. Estudioso
de las raíces de lo nuestro RAFAEL R. GAVIDIA averiguó que El Desandas “no atraviesa el río Apure, porque el agua le da por la cintura y se le
moja la mochila de huesos”. Es espanto de los llanos de Portuguesa, Barinas
y Cojedes.
En el joyero de más brillo
La Leyenda del Silbón es
un disco de altísimo valor para los coleccionistas de la música venezolana o de
toda clase de música (la música no tiene fronteras). Esta producción
discográfica es una de las joyas que más brilla en el cofre bordado en oro del
acervo musical criollo. El resultado de esta producción recibió en su momento las
alabanzas de los más expertos conocedores de la cultura musical venezolana.
“Oí su grabación y me declaro entusiasmado por la alta
calidad artística y folklórica de sus composiciones, cantadas además en forma
genuina y hermosa. Es usted un gran compositor de música popular venezolana. En
cuanto a la escenificación de la leyenda (El Silbón) la juzgo de gran mérito
pedagógico y documental. Le felicito (…)”,
testimonió
efectivamente emocionado el renombrado y reconocido JUAN LISCANO, en telegrama enviado
desde Caracas a DÁMASO DELGADO, en Guanare.
Esta leyenda ocupa lugar
destacado en el acervo cultural venezolano y la podemos oír una y otra vez
gracias al esfuerzo y el solícito trabajo que de manera esmerada realizó el
portugueseño DÁMASO
DELGADO.
El poeta DAMASO DELGADO (Guanarito, 24 de noviembre de 1940) es
compositor genuino con puesto ganado en el canto y la literatura nacional,
donde escribe con plumas de garzas y “viste de gala a la poesía para cantarle a
su tierra”, que es Portuguesa. Es el autor de la leyenda de El Silbón.
Con
clave de sol dejamos aquí estos
versos suyos:
Allá voy
por el camino
Que me
señaló mi madre
Haciendo patria
y destino…
Porque sin
eso, soy nadie
En
la producción de este disco de acetato participó una verdadera constelación de
todos estrellas, bajo la dirección de Dámaso Delgado. Se reunió a jóvenes
figuras de Portuguesa y del espectro musical nacional, las mejores voces de la
narración y la animación radial del país. La declamación estuvo a cargo de VICTOR MORILLO, El tricolor nacional.
En
esta producción se juntaron las bellas voces femeninas de BENILDE GONZALEZ, Corazón y Copla de Venezuela;
TERESITA VEGAS, NORMA
SUAREZ
y JOSEFINA VILLARROEL. La contraparte
masculina la integraron DAMASO DELGADO, JOSE Catire CARPIO, JOSE HERRERA, VICTORINO CASTELLANO.
Las
grandes voces de la narración las representó ALFREDO
ACUÑA ZAPATA.
El
excelente marco musical lo hicieron los maestros RAMON COROMOTO MARTINEZ y RAMON TORIBIO EGAÑA. Un gran equipo,
perfectamente acoplado. Levantaron y dejaron muy en alto el pabellón nacional.
º Acoplamiento perfecto de todas las claves del
pentagrama: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. Al derecho y al revés.
º Clave
de Do, Clave neutral, Clave de octava, notas y silencios,
º Compás
de espera, pausas,
º Doble
bemol, Bemol y medio, Bemol, semibemol,
º Becuadro, semisostenido, sostenido, sostenido
y medio, doble sostenido, todas ellas, las nueve, en su lugar, el rango alteraciones.
º Las
pausas Respiro y Caesura.
-¡Ooohh! ¡Perfecto!, dijeron los que lo vieron y
lo oyeron.
Todo,
absolutamente todo, en perfecto acoplamiento. Si hasta el mismo doctor Juan
Liscano quedó embelesado, asombrado. ¡Estos venezolanos!
-
Créanlo.
Los venezolanos asombramos a cualquiera.
Investigación y texto:
Elba
Romero López
Queda pendiente la bellísima interpretación de la pieza musical El Silbón, que hace Norma Suárez.
De extraordinaria belleza,orgullosa por la referencia a mi tío Rafael Roberto ,con ganas de llorar. llorando por la emoción .
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EliminarGracias por comentar. Y aquí simplemente cumplimos eso de "honor a quien honor merece".
Saludos.