El carro de doña Zoila de Castro
En la historia de la
evolución del automóvil en Venezuela figura el año de 1904 como fecha importante de
esos anales. Ese año circuló por primera vez en Caracas el primer coche, traído
para la señora Zoila de Castro.
Zoila de Castro fue la ex primera dama de la República, esposa
de Cipriano Castro, quien con su carro se paseó por las calles de Caracas,
durante el gobierno de su marido. Esto marcó un hito en la historia capitalina.
(Doña Zoila también da
nombre a la mansión Villa Zoila, construida a mediados de 1902 y
el general Castro la compró en abril de 1904 y le dio ese nombre en honor a su
esposa, doña Zoila Rosa Martínez de
Castro. Durante tres años funcionó como casa presidencial).
“Cumplidos los trámites de rigor, ese día del primer lustro del siglo
XX, en la estación de ferrocarril de Caño
Amarillo, en Caracas, este auto fue desembalado y de allí marchó por sus
propios medios hasta el Palacio de Miraflores. El techo o capota era
desmontable, y para instalarlo era levantado entre cuatro personas que lo
calzaban en el auto mediante 4 varillas.
Era un auto francés de la marca Darracq, de cinco puestos o plazas sin puertas delanteras. El
chofer encargado de conducir el vehículo fue el señor Lucio Paul Morand”, relatan historiadores.
Anécdotas aparte, el
tema que nos ocupa es la relación auto-propietario. Luego de ese primer auto
que circuló por Caracas, el uso de vehículos se masificó en Venezuela y los
venezolanos cambiaron sus mulas y caballos por la comodidad de ese invento, con
cuyo uso el país dio un gran paso de avance, al día y a la par con otros
países. Y además...
El país empezó a
moverse…
Sobre ruedas
En Venezuela el que más
y el que menos tiene su carro. Venezuela se mueve sobre ruedas. Antes aquí en
este país la mayoría de la gente cumplía su “sueño venezolano” (ahora como
que sólo existe el sueño americano, porque muchos venezolanos se fueron para Estados Unidos): estudiaba, se graduaba, empezaba a
trabajar, se casa, compraba una casa y un auto. Sueño cumplido. Eso cambió.
Todo bien. Pero… hay
gente que tiene para comprarse uno, dos, tres, los carros que quiera. Santo y
bueno, porque a quien Dios se la da,
se la bendice San Pedro. Gracias a Dios. Hay otras personas que
apenas pueden tener un solo carro. Santo y bueno también. Lo que no es santo ni
bueno es la forma como uno y otro, el que puede y el que apenas puede, cuidan
sus carros.
Los propietarios (o ¿les
podemos decir coleccionistas?) que tienen cómo comprarse varios autos, cuidan sus
vehículos y los lucen siempre como salidos de agencia, pendientes del
mantenimiento. El que apenas puede es todo lo contrario: su único carro lució
bonito el día que lo compró, porque después ni un chorrito de agua le echó para
limpiarlo aunque fuera por encimita.
Si chocó o lo chocaron,
ese carro se quedará para siempre con ese golpe, “eschingao”, como dice el
vulgo. Destartalado, pues. Es el único carro que tiene, pero de mantenimiento este
dueño no conoce ni la palabra.
Peor es cuando se trata
de conductores que manejan carros ajenos, verbigracia los choferes de
transporte público que trabajan para las líneas encargadas de prestar este
servicio. Algunos- porque hay que dejar claro que no son todos- choferes
aplican fielmente el refrán ese de lo que nada
nos cuesta hagámoslo fiesta.
No es su carro, pero es
con el que se gana el sustento. De todas maneras, “no es mi asunto”¿?. Esta
manera de pensar ocasiona en poco tiempo que por falta de mantenimiento, las
unidades se deterioran de tal manera que su vida útil probable se acorta en
muchos años.
En un momentico estos
vehículos se convierten en chatarras ambulantes, contaminantes del ambiente y de
los pulmones de cualquier transeúnte que circule por estas calles, como el
nombre de aquella telenovela famosa de RCTV.
El transporte público circula así:
En este estado y en
peores condiciones circula el transporte colectivo por calles, avenidas y
carreteras de Venezuela. Un cóctel peligroso de inseguridad, carreteras en pésimo estado, con volcamientos,
choques por exceso de velocidad y adelantamientos temerarios en curvas.
Ni vías ni vehículos tienen mantenimiento.
“Los autobuses no están en condiciones adecuadas para prestar el servicio al público”es la queja del público que recogen los diarios
Al deterioro del
transporte público contribuyen de manera decidida, los usuarios. Con objetos
cortantes dañan los asientos de autobuses y carritos por puestos, que han
tomado para dejar mensajes de todo tipo, pintando con marcadores asientos,
ventanas y cualquier superficie de la unidad autobusera.
Los usuarios denuncian y se quejan en la prensa:
DENUNCIA LA GENTE
Autobuses en mal estado contaminan avenidas
12/03/12.- Los usuarios
del transporte públicos y los caraqueños que transitamos por las principales
avenidas de Caracas exigimos a las autoridades competentes que tomen medidas
realmente efectivas para evitar la desmedida contaminación que generan los
autobuses y busetas del transporte público.
Para las personas
resulta intolerable observar y peor aún respirar la gran cantidad de gases tóxicos
que emergen de los tubos de escape de los mencionados vehículos a lo largo y
ancho de la ciudad.
Lo ideal sería varias
rutas de BusCaracas en las avenidas Urdaneta y Andrés Bello y Baralt, por
mencionar algunas, para acabar con la anarquía de los transportistas, quienes
no respetan paradas, semáforos y no les importa contaminar el aire con sus
chimeneas ambulantes.
Debería haber una
campaña ambiental o sacar de circulación las unidades que están en mal estado
para que no continúe esta situación. Espero que esta denuncia sirva para
terminar con tanta contaminación.
(tomado textual de http://www.ciudadccs.info/?p=270124)
"María Celeste Serrano
dijo (en este mismo medio):
10 agosto 2012 a las
1:35 pm
Buenas tardes la
denuncia es la siguiente, las camionetas que pertenecen a unión magallanes de
catia están contaminando todo el sector con sus tubos de escape que emanan
demasiados gases, ya lo han denunciado y entonces ellos salen en la noche para
que no los multen, agradecida por la atencion espero los supervicen (textual).
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