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sábado, 12 de noviembre de 2011

Venezuela adentro: Alejandro Navarro El maraquero





Por    Angélica Olivero


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    Uno de los grandes maraqueros de Venezuela es Alejandro Navarro; su nombre aparece  al lado de luminarias venezolanas que en su momento marcaron pauta con la música venezolana a nivel nacional e internacional. Alejandro Navarro nació en el barrio La Periquera, y un  día decidió residenciarse en Palo Negro y formar su familia. Él es fiel testimonio de aquella época.
    Navarro es músico, estudió en Estados Unidos, excelente  maraquero. Acompañó a los Hermanos Aparicio en Montreal en el año 1967; fue una excelente experiencia para él y también fue solicitado por Los Torrealberos y les acompañó en el VII Congreso Latinoamericano de Turismo. Asegura que  conoce a cantantes y locutores de aquellos años y le vienen nombres tales como: Euglidys Mejías, Los Villarroel, Miguel Velásquez Miky Bell, Los Music Boys, del maestro Agapito Sifontes, Cheito Sánchez, cuya orquesta fue la primera en sonar en Maturín.
     Y recuerda a otros que no son artistas, pero siempre estuvieron en Palo Negro disfrutando de sus carnavales: Rómulo Prado El pipe, La loca María, los hermanos Carlos y Héctor Coronado Moquiolo; y sus ojos se iluminan cuando menciona a La Bandera Negra del martes de carnaval… De allá salían señalando la calle Carvajal y causaba temor y euforia, esos eran terribles. Tampoco puedo olvidar —acota—  al único dentista que teníamos Jesús Guzmán, a quien llamaban El corbatudo, porque jamás se quitaba la corbata.
      Inolvidables las calles de Palo Negro… todas eran de tierra, nada que ver con el asfalto… También  recuerda a José Ramón Coronado Panegro, quien se desplazaba siempre con su bicicleta de color negro  y a Eurípides Galbán, Mochuelo. Este barrio de Palo Negro fue muy famoso, de acá ha salido gente valiosa y eso tiene que saberlo la gente, destaca. 
       "Luego de mi trabajo como músico decidí continuar mis estudios de Estadísticas y me gradúe, llegue a desempeñarme como director de estadísticas del estado Monagas", señala orgulloso Alejandro, evocando un pasado que jamás volverá.

  Colaboración de la periodista Angélica Olivero, desde Monagas

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