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jueves, 26 de abril de 2012

Los políticos de enante: Pepi Montes de Oca, el último bachiller



Vivencias juveniles de dos periodistas amigos míos 



‘Pepi’ Montes de Oca ocupó importantes cargos políticos.
Pepi Montes de Oca 1921-2012


Cuando de pantalones cortos todavía ni siquieran sabían que iban a ser periodistas, ellos convivieron y conocieron el lado humano, el otro yo, la cara y el envés, de un político de presencia destacada en los años de la guanábana, del Pacto de Punto Fijo, período ciertamente democrático que algunos ahora pretenden inútilmente, borrar de un solo manotazo.

Esas vivencias se las dejo aquí por estricto orden de llegada: dicen las leyes matemáticas que el orden de los factores no altera el producto:

Asdrubal Barrios25 abr (hace 2 días)
Rafael Andrés Montes de Oca
El último bachiller

De muchacho conocí a Rafael Andrés Montes de Oca, después sabría de su amistad con nuestra familia; y el detalle que nos llamó la atención fue llamársele por el título que poseía, el de “Bachiller” que ya era posible para su tiempo, pero muy representativo, lo que le permitía dar clases, alistándose luego, en eso que llaman “autodidacta”, al adquirir una formación cultural general y política, donde alcanzara la distinción de haber sido encargado de la presidencia de la República infinidades de veces, durante el quinquenio del presidente Luis Herrera Campins.
            La política  sería entonces, el camino escogido por Rafael Andrés Montes de Oca de manera exitosa, que obligara a biografiarse, porque a nuestro juicio, hay dos aspectos puntuales en ese batallar de Montes de Oca, que definen una personalidad con carácter tolerante, persuasivo, convincente, sincero, modesto y abierto al diálogo, condiciones exigibles a los políticos, que no todos poseen, y con esa dimensión humana, ejerció una prueba de fuego, como Secretario General de gobierno del gobernador Eligio Anzola Anzola, que fue a su vez, su pasantía política, que le enrumbaría a la presidencia de la República que es el otro aspecto a redimensionarse.
            Rafael Andrés Montes de Oca, como Secretario General de Gobierno en Lara, tuvo que enfrentar la insurrección armada de los comunistas, financiada desde Cuba y para ello se necesitaba coraje, porque las montañas de Lara fueron escenario de la guerrilla castro-comunista, como solía llamarla el presidente Rómulo Betancourt y que en verdad, fue una guerra abierta, o se imponía la democracia o el comunismo y éstos fueron derrotados, con plomo y con votos. Las víctimas, los jóvenes de ambos bandos.
Muchachos convencidos de sus ideales marxistas e inspirados en la revolución cubana, se alistaron para luchar sin ningún interés económico y menos mal habido, como los de ahora; y los otros, jóvenes también, entre soldados y oficiales que con sus vidas, blindaron al sistema democrático escogido por los venezolanos con todas sus imperfecciones, para transitar los caminos de un desarrollo integral, para un mínimum de bienestar.
De esa etapa es mucho lo que se ha dicho y escrito, admitiéndose por sus líderes, el error que los condujo al fracaso. Pues bien, a Montes de Oca le correspondió mano a mano, con su gobernador, Fuerzas Armadas y de seguridad del Estado, ejecutar políticas para la preservación del sistema y la misma seguridad de los ciudadanos y de sus bienes, dondeno había momentos para la vacilación.
Esa conducta, fue valorada por el gobernador Anzola Anzola, que no tuvo empache, siendo militante de Acción Democrática, en acompañarlo en sus aspiraciones presidenciales de 1983. Eligio Anzola Anzola no conocía a Montes de Oca, como amigo. Fue incluido en una terna presentada por su partido COPEI, dentro del “Pacto de Punto Fijo” y el escogido fue él, quien debió pensar mucho del personaje de quien sería su secretario, dada la ya conocida personalidad de un hombre como Eligio Anzola Anzola.
En lo administrativo constan en las Memoria y Cuentas de aquella gestión gubernamental, como los recursos que fueron invertidos en viviendas, acueductos, electricidad, caminos de penetración, medicaturas, escuelas en toda la geografía larense y esa experiencia fue su carta de presentación ante el presidente Rafael Caldera, para designarlo el año 1969, como gobernador del estado.
            Jefe de campaña de la candidatura del doctor Luis Herrera Campins, recorriendo todo el país, auscultando sus necesidades y aspiraciones lo llevarían al ministerio de Relaciones Interiores y todo el país lo observó en positivo, animándose el derecho a suceder al presidente Herrera, para el periodo 1984-1989 y aquí, la gran interrogante ¿Por qué, Rafael Andrés Montes de Oca, no fue presiente electo de Venezuela?
Por encima de las especulaciones, la respuesta solo la conocieron los presidentes Rafael Caldera, Luis Herrera Campins y Rafael Andrés Montes de Oca, ahora fallecidos, quizás su gran amor, Graciela Gil de Montes de Oca, pudo quedarse con el secreto, que no lo divulgará.
            ¿Qué ocurrió, si el hombre estaba preparado y gozaba de simpatías populares, a extremos -- y eso nos lo contó él mismo --  que su contendor Jaime Lusinchi, al llamarlo, una vez conocido su retiro en sus aspiraciones y no encontrarlo, le dijo a su esposa Graciela  -- dile a Pepi, que gracias a él, voy a ser presidente de Venezuela – porque las simpatías de ambos, entusiasmaba a los electores y quién sabe, cuál hubiese sido el resultado de aquella contienda.
Lo cierto, y no se puede ocultar, que privó más la obsesión personalista del doctor Rafael Caldera que el desprendimiento abierto a otras generaciones, aniquiladas también por Rafael Caldera en las personas de los por demás, lideres preparados, como  Eduardo Fernández y Rafael Caldera.
            Desaparece Rafael Andrés Montes de Oca con el reconocimiento de sus conciudadanos, porque fue un hombre que quiso a Venezuela, aportándole cuanto pudo y la cultura, que todo el tiempo presente en él, terminó siendo su Altar y desde la televisión tuvo programas que enriquecen el acervo cultural larense. Habrá tiempo para póstumos reconocimiento al gran político larense.


José Emilio Castellanos jecastellanos@yahoo.com
25 abr (hace 2 días)

 Siendo yo niño llegó Pepi a mi casa en Caracas, acompañando a quien para eso era su inseparable amigo "el conejo" Freites, hijo a una tía de mi papá, esto es, primo. Se acababan de graduar de bachiller en el Colegio La Salle de Barquisimeto. Recuerdo sus historias de esos días iniciales y su mudanza a una pensión de estudiantes... Mi primo iba a estudiar medicina. No recuerdo lo que iba a estudiar Pepi. Vino el cierre de la UCV y... regresaron a Barquisimeto.
            Siendo gobernador, Pepi iba en el asiento trasero del carro que le correspondía y vio que mi papá se encontraba montando un caucho que se le había desinflado, en una avenida de Barquisimeto. Pepi ordenó detener el auto, se bajó, se quitó el saco, se subió las mangas y ayudó a montar la llanta, bajo la curiosidad de quienes pasaban por la avenida.
                 Años antes, teniendo yo 16 o 17 años fui llevado preso a la Digepol junto con otros miembros del Centro de Estudiantes del Lisando Alvarado. Eligio Anzola Anzola era el Gobernador (AD) y Pepi el Secretario General (Copei, guanábana). Fui dejado en libertad junto a otros dos dirigentes y acompañamos a algunas madres a una reunión en la Gobernación, a pedir la libertad del resto.
Eligio les dijo: "Fíjense que más bien las madres de algunos muchachos me han pedido que los deje detenidos para que no corran peligro en los disturbios ... allá tengo al hijo de Castellanos"...
Pepi se sorprendió y le dijo: "Allá no, está acá, al frente suyo, Gobernador". Tras ese incidente, Pepi ordenó que todos los presos salieran.
            Años más tarde daría su primer decreto como Ministro del Interior: La pacificación del comandante Douglas Bravo...   y con ellos, su comando, entre quienes se encontraban Alí Rodríguez Araque. Lo vi por última vez en un cumpleaños en Miami, y su salud no estaba en las mejores condiciones.
 Te anexo una foto en los días que peleaba por su candidatura presidencial. 
José Emilio Castellanos
  

* Rafael Andrés "Pepi" Montes de Oca se desempeñó como el primer presidente del Concejo municipal de Iribarren, tras la caída de Marcos Pérez Jiménez, fue Secretario General de Gobierno y Gobernador de Lara durante el período de Rómulo Betancourt y Ministro del Interior durante el gobierno de Luis Herrera Campins.

     Fue precandidato a la Presidencia de la República en 1983; el acto de lanzamiento se efectuó en Valencia con el nombre de "el ‘Pepazo’, no obstante Rafael Caldera ganó la candidatura. Además, ocupó el cargo de diputado y senador en el Congreso Nacional. Murió a los 81 años de edad en Barquisimeto.

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