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domingo, 22 de febrero de 2015

La Cuaresma




Me has seducido señor

La Cuaresma (en latín: quadragésima, ‘Cuadragésimo día (antes de la Pascua) es el tiempo litúrgico del calendario cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua. Se trata de un tiempo de purificación e iluminación, celebrado en las iglesias católica, ortodoxa, anglicana y buena parte de las protestantes (incluyendo algunas evangélicas), aunque con inicios y duraciones distintas.
      La Cuaresma comienza el miércoles de Ceniza y termina justo antes de la “Misa de la Cena del Señor” en la tarde del Jueves SantoLa Cuaresma es un período de preparación para la celebración de las solemnidades pascuales: iniciación cristiana y reconciliación de los penitentes (nazarenos).
     La duración de cuarenta días proviene de varias referencias bíblicas y simboliza la prueba de Jesús al permanecer durante 40 días en el desierto, previos a su misión pública.
El rito de imposición de la ceniza es parte integral de la celebración litúrgica del Miércoles de Ceniza con la cual se inicia la Cuaresma en el rito romano.  El celebrante con vestimenta de color morado, típica de este tiempo litúrgico, que simboliza la actitud penitencial.
La Cuaresma tiene cinco (5) domingos más el Domingo de Ramos (seis en total), en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico.
Por eso, en la misa católica no se canta el “Gloria” al final del acto penitencial (excepto el jueves santo, en la misa de la cena del Señor), ni el “Aleluya” antes del evangelio. El color litúrgico asociado a este período es el morado, asociado al duelo, la penitencia y el sacrificio a excepción del cuarto domingo que se usa el color rosa y el Domingo de Ramos en el que se usa el color rojo referido a la Pasión del Señor.

Simbología de los 40 días


La Cuaresma es un período de preparación para la celebración de las solemnidades pascuales: iniciación cristiana y reconciliación de los penitentes (nazarenos). Los 40 días también simbolizan el tiempo que duró el diluvio, además de los 40 años de la marcha del pueblo israelita por el desierto y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. Durante la Cuaresma los cristianos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión.
El tiempo de Cuaresma se extiende desde el Miércoles de Ceniza hasta la Misa de la cena del Señor. El miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia; los viernes de Cuaresma se observa la abstinencia de carne. El Viernes Santo también se viven el ayuno y la abstinencia.
En el siglo IV se vieron los atisbos de una estructura orgánica de este tiempo litúrgico. A finales del siglo IV Roma conocía ya la estructura cuaresmal de cuarenta días. El ayuno cuaresmal supone desde el principio unas connotaciones propias, impuestas por el significado simbólico del número cuarenta.
Por tradición, la cultura occidental inicia la Cuaresma con la lectura del evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto: el período cuaresmal recuerda una experiencia de desierto, que al igual que en el caso del Señor, se prolonga durante cuarenta días.
En la Cuaresma la Iglesia vive un combate espiritual intenso, como tiempo de ayuno y de prueba. Así lo manifiestan también los cuarenta años de peregrinación del pueblo de Israel por el Sinaí.
Otros simbolismos enriquecen el número cuarenta, como se advierte en el Antiguo y Nuevo Testamento. La cuarentena evoca la idea de preparación: cuarenta días de Moisés y Elías previos al encuentro de Yahveh; cuarenta días empleados por Jonás para alcanzar la penitencia y el perdón; cuarenta días de ayuno de Jesús antes del comienzo de su ministerio público.
La Cuaresma es un período de preparación para la celebración de las solemnidades pascuales: iniciación cristiana y reconciliación de los penitentes (nazarenos).

Según la tradición cristiana, el número 40 es la expresión del tiempo de la vida presente, anticipo del mundo futuro. El Concilio Vaticano II(cfr. SC 109) ha señalado que la Cuaresma posee una doble dimensión, bautismal y penitencial, y ha subrayado su carácter de tiempo de preparación para la Pascua en un clima de atenta escucha a la Palabra de Dios y oración incesante.

Evolución de la Cuaresma


    La celebración de la Pascua del Señor es la fiesta primordial del año litúrgico. En el siglo II la Iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo y advirtió la necesidad de una preparación adecuada, por medio de la oración y del ayuno, según el modo prescrito por el Señor. Surgió así la piadosa costumbre del ayuno infra Pascual del viernes y sábado santos, como preparación al Domingo de Resurrección.
    Este período de preparación pascual fue consolidándose hasta llegar a constituir la realidad litúrgica que hoy se conoce como Tiempo de Cuaresma. Influyeron en ello también las exigencias del catecumenado y la disciplina penitencial para la reconciliación de los penitentes. La primitiva celebración de la Pascua del Señor contemplaba ya la praxis de un ayuno preparatorio el viernes y sábado previos a dicha conmemoración.
“A esta práctica podría aludir la Traditio Apostólica, documento de comienzos del siglo III, cuando exige que los candidatos al bautismo ayunen el viernes y transcurran la noche del sábado en vela. Por otra parte, en el siglo III, la Iglesia de Alejandría, de hondas y mutuas relaciones con la sede romana, vivía una semana de ayuno previo a las fiestas pascuales”, refieren crónicas antiguas.
         En el siglo IV se consolidó la estructura cuaresmal de cuarenta días. Sin embargo, mientras en esta época aparecía ya consolidada en casi todas las Iglesias la institución de la cuaresma de cuarenta días, el período de preparación pascual se circunscribía en  Roma a tres semanas de ayuno diario, excepto sábados y domingos.
Este ayuno prepascual de tres semanas se mantuvo poco tiempo en vigor, pues a finales del siglo IV, la Urbe conocía ya la estructura cuaresmal de cuarenta días.  Como este período de penitencia duraba cuarenta días, recibió el nombre de Cuadragésima o cuaresma.

         
Miércoles de Ceniza

A fines del siglo V el miércoles y viernes previos al primer domingo de cuaresma comenzaron a celebrarse cómo si formaran parte del período penitencial, probablemente como medio de compensar los domingos y días en los que se rompía el ayuno. Cuando la institución penitencial desapareció, el rito se extendió a toda la comunidad cristiana, constituyéndose en el origen del Miércoles de Ceniza o «Feria IV anerum».

       Esta anticipación del ayuno cuaresmal no es una práctica exclusivamente romana, pues también se encuentra también en Oriente y en diversas regiones de Occidente. El proceso se cerró bajo el pontificado de Gregorio II (715-731), con la asignación de un formulario eucarístico para los jueves de cuaresma.


www.diocesisdecanarias.es
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CANTOS DE CUARESMA:

En tus manos
http://youtu.be/KcdY51tly5c?list=PLeUsXj_QWXPBJhYGMtXCTieNlDKidAj8D


Con información de la red
Fundación Bigott



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