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miércoles, 18 de julio de 2012

¡Esta tierra mía! El lenguaje de las mangas de coleo




 ¡Caaacho en la mannga!  
Coleadores... ¡preparados!


El coleo es tradición, es deporte y es arraigo popular

•          Leyendo la cartilla del Coleo

COPLAS AL COLEADOR JESUS AGUILERA 
AUTOR: IVAN JOSE RODRIGUEZ DIAZ
Voz: RUMMY OLIVO 
Conj: HERMANOS OLIVO/
RITMO: Folklore (Camaguán)


COLEADORES DE LA PASCUA
ARMANDO GONZALEZ


El coleo más que una competencia entre el hombre, el caballo y el toro, es una consustanciación entre ellos tres. Es además de una faena exigente, una manifestación popular enraizada en el inconsciente colectivo de la llanura venezolana; que antes estuvo en el inconsciente del hombre del llano. Es además un momento de esparcimiento que actúa como elemento unificador de estos tres protagonistas de este un deporte de arraigo popular en Venezuela. 
 El coleo es tradición ancestral, que se originó y se practica en Venezuela desde los tiempos de la colonia. Es entretenimiento, es actividad necesaria que permite dar descanso al cuerpo después de siete o más días que fueron de puro trabajo rudo. Es aflojamiento muscular, necesario al final de tantos días de labor llanera.
Es costumbre y es usanza añeja en Venezuela. Es también faena llanera, que remite a otras labores propias del llano, vale decir, doma, cuidado diario y dedicación en el trato del animal, relación de muchas horas al día entre hombre y caballo.
De manera natural se establece una relación estrecha de afecto entre el llanero y el caballo, que es montura y es remonta, es instrumento de trabajo, además es compañero de camino: está presente de manera significativa en la faena diaria del llanero.

¡Caaacho en la mannga!

Este grito de júbilo, dicho a pleno pulmón y con máximo gozo anuncia el comienzo de esta fiesta criolla, deporte de los llaneros, que nació en la faena de marcación de terneros en el corral: dos vaqueros en pareja: uno enlaza, mientras el otro toma la cola del animalito y lo tumba o colea.   
El que enlazó –le dicen enlazador- trae luego el hierro al rojo vivo y marca el ternero. Este trabajo es lo que en lenguaje llanero se llama la hierra, y se efectúa cada seis meses, en noviembre y en mayo.
Pronto el coleo se extendió a la sabana, donde se colea desde el caballo para detener la res arisca que huye del rodeo (1). En una etapa inmediatamente sucesiva, el coleo cogió la calle y es actividad principal en las calles de los pueblos durante las fiestas patronales. Antaño era así: cercadas las bocacalles con guadua y construidos unos sencillos palcos, se soltaban diez o más toros salvajes que eran coleados, procurando cada coleador tumbar el suyo frente al palco de la mujer de su afecto.
Las muchachas ponían cintas de colores en los brazos del coleador que les brindara un toro. Esta costumbre se hizo tradición y se regó por España y todos los países de habla hispana conquistados por el reino español. Estos países, además de Venezuela son México, Colombia y Brasil, con variación de estilos y normas, determinados por la idiosincrasia de cada nación.
En los tiempos iniciales del coleo, finalmente se construyeron mangas o pistas de trescientos metros de largo por doce de ancho y tres de alto, con corrales o cosos en cada esquina. La manga se divide en cuatro zonas. La zona de preparación se cuenta a partir de la salida del coso, y tiene cincuenta metros:
“Quien tumbe el toro en esta zona tiene el mayor puntaje que se da en la premiación. Las siguientes zonas, de cien metros cada una, se destinan propiamente para colear, y el puntaje para la coleada decrece en la medida que se tumbe el toro en los primeros cien metros o después de estos. La última zona no es para colear, y se sanciona a quien tumbe el toro allí. Se llama zona muerta y tiene cincuenta metros. Fiestas en un pueblo llanero sin coleo no son fiestas”, quedó asentado en  la GRAN ENCICLOPEDIA DE VENEZUELA, volumen 6.

Sobre la tierra la palma
Sobre la palma los cielos
Sobre mi caballo yo
Y sobre yo mi sombrero

El origen del coleo está emparentado con la historia de la ganadería en Venezuela. Desde mediados del siglo XVI, con la formación de los primeros hatos ganaderos, es muy factible que los obligaran a atrapar un toro que se escapaba de la manada, persiguiéndolo y atrapándolo por el rabo hasta derribarlo.
El hábito del coleo es práctica identificatoria del hombre de los llanos desde 1780, confirman algunas quejas que en aquellos lejanos tiempos ya censuraban la costumbre, hechas por tenientes de justicia en algunos pueblos de la región. Desde entonces hubo voces disidentes que empezaron a acusar el coleo como práctica bárbara. Hoy todavía se pretende borrar esta actividad genuina, declarada “Deporte Criollo y Tradicional” en 1981 por el Congreso Nacional. 
         Un antepasado remoto de esta actividad es una antiquísima suerte española llamada "suerte del derribo", del "acoso" o del "rejón campero", que consiste en perseguir a caballo y derribar un toro en plena carrera, mediante una pértiga o vara, apoyándola en el cuadril del animal, haciendo fuerza para tumbarlo hacia el lado contrario.
         En el siglo XIX se convirtió en un entretenimiento popular, con participación del público que se aglomeraba en las mangas que se improvisaban en las calles de ciudades y pueblos con motivo de alguna festividad.

Las esquinas del coleo en Caracas

En Caracas se acostumbraba colear toros entre las esquinas de Candelaria y Romualda, Carmen y Municipal, en la calle principal de San Juan y en los pueblos cercanos. Durante el gobierno de Monagas (1847-1858), esta diversión adquirió mucho auge, pues en ella participaban militares, ganaderos y jóvenes aficionados, acompañados por conjuntos musicales y premiados con las monedas que arrojaban, desde los balcones, los ricachones caraqueños, y con las flores entregadas por hermosas muchachas.
La práctica le proporcionó una destreza que se prestaba para la competencia. Con el tiempo, se volvió un deporte violento, instintivo, que une. No había reglas. Años después se crearon los reglamentos, con exigencias y sanciones, que hacen de los "toros coleados" un deporte. El "coleo" está conceptuado como deporte también, por tener categorías, campeonatos y eliminatorias, las facultades físicas, el entrenamiento y la destreza que le confieren un carácter competitivo y recreacional.
         La fiesta de los toros coleados se lleva a cabo al aire libre, en una pista o manga de coleo acondicionada en terreno plano, que mide de 230 a 280 metros de largo y 10 a 12 metros de ancho, encerrada con barandas de 2 metros de altura, y construida con tubos metálicos (las primeras mangas eran de madera).

Los protagonistas del coleo

En la competencia participan los siguientes actores:

* EL COLEADOR: principal protagonista de esta actividad. Sobre su caballo busca derribar al toro en plena carrera, agarrándolo por la cola. Su actuación lo convierte en el centro de atención de la fiesta.
* EL CABALLO: Realiza el 80% del esfuerzo empleado en la porfía para derribar al toro; es fundamental para efectuar la coleada. Los hay de diversas razas: Cuarto de Milla, Morgan, Anglo árabe, criollo y otras, todos se distinguen por su docilidad, fuerza y nobleza.
         * EL TORO: Completa la trilogía necesaria para realizar la coleada. De su característica depende en una buena parte el éxito del espectáculo.
         En esta fiesta criolla intervienen también autoridades llamadas:
Jueces: La competencia es vigilada por tres jueces: el central, el de coso y el de tapón. Para competir se organizan turnos de cuatro coleadores, quienes tienen dos oportunidades de colear en la jornada del día.
         El juez central se ubica en la tribuna principal, vigila todo lo que sucede en la manga, impone el orden, hace cumplir el reglamento y además, mediante un altavoz, narra la competencia en el momento en que se está desarrollando.
Las frases de giros y el léxico empleados en la descripción que hace el juez-narrador son propios de esta actividad; el ritmo de la acción y el estilo son propios de cada juez. Momentos antes de empezar las acciones el juez hace un llamado de advertencia a los competidores para que se preparen. Al dar la orden ingresan a la manga los cuatro coleadores del turno correspondiente en la forma en que el juez los llame, quien luego autoriza al juez de coso para que deje salir al toro.
El grito de ¡cacho en la manga! indica que el toro está en la pista y se inicia la competencia. Los coleadores se lanzan en persecución del animal:
* Cuando uno de ellos toma el rabo del toro, el resto de los participantes debe retirarse tres metros para esperar que el coleador ejecute la coleada;
* Cada turno dura 5 minutos en los cuales los coleadores deben tratar de tumbar al toro la mayor cantidad de veces posibles.

Tipos de Coleada:

* A un solo estribo: el coleador se inclina a un lado de la silla quedando sostenido por un solo estribo; es vistosa y requiere gran destreza.
*  A una sola mano: el coleador toma la cola con una sola mano y con gran fuerza ejecuta la coleada, su estilo recuerda a los primeros coleadores del llano venezolano.
* A dos manos: el coleador inclinado a un lado de la silla, toma la cola con ambas manos para tumbar al animal.
         Al caer el toro, si este levanta las cuatro patas, es *COLEADA EFECTIVA; si no cae, o no levanta la patas, es *NULA la coleada.
*   La coleada más celebrada es la denominada *FILO DE LOMO, que sucede cuando el animal da la vuelta por el lomo y levanta derechas las patas. Finalizando la acción, el coleador se aparta inmediatamente y se reinicia la disputa por la cola del toro.
*  La competencia tiene una duración de cinco minutos. El coleador no manifiesta de manera visible con gestos o exclamaciones su satisfacción o disgusto por el resultado de la coleada.
Culminada la faena, quien resulte triunfador será premiado con una cinta, que le coloca en la espalda alguna dama del público; este gesto es considerado el trofeo más digno del coleador. Hoy en día ya se colea por dinero el cual establecen antes de comenzar los toros coleados y hay premios en metálico para los tres primeros lugares.
         La fiesta de los toros o fiesta llanera, como alguna vez se llamó, se suele acompañar con conjuntos de música criolla, que alegran el ánimo de los asistentes, y constituyen, junto a la poesía y la vestimenta que caracterizan al espectáculo, una respuesta artística de esta manifestación deportiva que, a su vez, es parte del folklore nacional.
         El coleo se practica de manera organizada en todo el país, aunque en muchas haciendas y caseríos se hace sin reglas ni límites de competidores. La primera asociación de coleo se fundó en el estado Yaracuy el 01-08-1943. La Federación Venezolana de Coleo agrupa a todas las asociaciones; está inscrita en el Instituto Nacional de Deportes y desde 1969 participa en los Juegos Deportivos Nacionales.
       Los coleadores y aficionados llevan a cabo desde hace años una campaña para que el coleo sea reconocido como deporte nacional por su carácter autóctono y por el desarrollo del mismo, que se remonta a los primeros pueblos de la Colonia.

 Las madrinas del coleo

LAS MADRINAS DEL COLEO
Autor: RAFAEL SANTANA Voz: JOSE ALI NIEVES
Conjunto y arpa: JOSEITO ROMERO 
Actuación especial: JOCHITO HERNANDEZ/ LUIS GALLARDO OBERTO


            Las madrinas del coleo son figuras de presencia destacada de las mangas. Ellas son la nota preciosa, llena de colorido de la jornada. Adornan las talanqueras, vistiendo trajes bellísimos, apropiados al escenario campestre de las tardes de toros coleados. Lucen botas vaqueras y se hacen las desentendidas ante los ojos que ávidos las miran, las muy pícaras. Miran con el rabillo del ojo a esos admiradores. Otras de estas chicas lindas miran de frente, al coleador, a los mirones, a todos los que quedan deslumbrados con la estampa de la mujer llanera. Y vestidas con sus trajes domingueros, ¡imagínense!
         Ellas son inspiración para los cuatro coleadores que corren detrás del toro con los pechos apretados, buscando la mejor coleada y llevarse las cintas que ellas, las madrinas del coleo, prenderán en las espaldas del coleador más audaz y ganador indiscutible de la competencia, porque hizo filo e´lomo, vuelta e´campana, mantuvo siempre la cola en su mano y dejó en alto los colores de su estado.
Apenas ocurre esto, la algarabía y la emoción se apodera de la manga. Esas mangas no se caen, porque no son madera. De manera alternativa se grita en esas talanqueras:
Guárico con la cola, o
Cojedes con la cola, o
Miranda con la cola, según fuese el caso.
         La gente en las talanqueras de las mangas de Venezuela y la voz del narrador de la competencia recalcan los nombres de los coleadores de nombradía: algo así como
Alejandro Campaña Méndez, de Valle de La Pascua, con la cola
Le toca el turno a El poeta Coleador
Por el centro de la manga viene llegando Ricardo Prado
Colgado por el estribo izquierdo Cheo Hernández Prisco…
Cuando coleaba Jesús Aguilera, gritaban alborozadas las niñas lindas de las talanqueras. Lo aclamaban cuando este coleador, referencia obligada en esta materia, entraba a colear a la manga y coleaba. Guárico, Valle de La Pascua, tenían la cola. Y gritaban ¡Guárico con la cola!, si era un campeonato nacional.

Tú me pones la cinta

         Ese coleador audaz, el primero, el más destacado de la competencia, tendrá además el placer de que la muchacha más linda de las talanqueras prenda en su espalda la cinta. Y si es la muchacha que le roba el sueño, la que anda rondando y no se atreve a declararle su amor, la recompensa es aún mayor. Esa cinta tiene mayor valor, se la puso ella, la mujer por la que anda suspirando. Es el mejor premio a su osadía. Si por esa muchacha linda* (recuerden lo que cantaba JOSE CATIRE CARPIO) arriesga su vida en la manga.

El coleo como inspiración:


EL GABÁN COLEADOR
(ARMANDO MARTÍNEZ)
Ritmo: Gabán /joropo recio 
  
TOROS COLEADOS (recopilación)
Voz: CHEO HERNANDEZ PRISCO/
La otra voz no la identifico/Quien sepa que por favor informe.
(La historia del Coleo)

EL MEJOR CABALLO DEL COLEO VENEZOLANO
Voz: CHEO HERNANDEZ PRISCO
Ritmo: joropo recio

SIETE GLORIAS DEL COLEO
(Voz: CHEO HERNANDEZ PRISCO)


COLEADORES GUARIQUEÑOS
(ARMANDO MARTINEZ)
Ritmo: joropo en tiempo de Kirpa


OTRAS CANCIONES DEL COLEO

AMOR Y TOROS COLEADOS 
L y M: MARCOS EDUARDO HERNANDEZ Voz: JOSE ALI NIEVES
Conjunto: JOSEITO ROMERO
LP ALCARAVAN COMPAÑERO/Cachilapo 087
Conjuntos: JOSEITO ROMERO, GUILLERMO HERNANDEZ Y RAMON QUINTO

LA NOVIA DEL COLEADOR
Voz: JOSE ALI NIEVES
L: ROBERTO RAMIREZ /M: ADELIS SOTO VALERA
LP YO NO VENDO MI CABALLO/Sello Cachilapo LPC 082

YO NO VENDO MI CABALLO
(L y M: RAFAEL SANTANA) Voz: JOSE ALI NIEVES
JOSEITO ROMERO Y SU CONJUNTO
LP YO NO VENDO MI CABALLO/Sello Cachilapo LPC 082

CUANDO MUERA MI CABALLO
L y M: RAFAEL SANTANA
CONJ. Y ARPA: JOSEITO ROMERO
LP: JOSE ALI NIEVES EL PICO DE ORO/Cachilapo 070

UN ADIOS A MI CABALLO
L y M: RAMON PEREZ 
CONJ. Y ARPA GUILLERMO HERNANDEZ  
  
ADIOS MI CABALLO INDIO
AUTOR: JORGE GUERRERO
Voz: FRANKLIN ABREU

ADIOS MI CABALLO INDIO
Voz: ADOLFO CONTRERAS




RECOMENDADOS TODOS
al igual que todas las que han escrito y escriben los compositores del coleo. Hay una lista grande.

Investigación y texto 
Elba Romero López 

Señores, por favor, un receso. Esto sigue, porque también hay:
Un Léxico del Coleo
Diccionario del coleo de la A a la Z
Le toca  el turno a la mujer venezolana en las mangas. 
Los caballos más famosos de las mangas venezolanas
Coleadores veteranos
Los Compositores del coleo



2 comentarios:

  1. Todo lo bueno que pasa aquí en este país es material de primera en este blog.
    De todos los temas de lo bueno de Venezuela hay que hablar in extenso. En una sola página no cabe
    todo. Es Venezuela.

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  2. Si tienen material del bueno, mándenlo, pues.
    En este blog se reafirma lo bueno de Venezuela y su gente. Se firma, se reafirma y se divulga lo positivo de VENEZUELA. Qué GRANDE es este país.
    Es EL MEJOR. ES VENEZUELA, señores.

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