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miércoles, 25 de marzo de 2015

Cecilia Martínez, primera locutora de Venezuela



El venezolano es bueno, pero se ha estado echando a perder. Tenemos que cambiar


Cecilia Martínez, primera locutora de Venezuela




“Cecilia, ¿cuánto tiene el pote?”


Cecilia Martínez Mendoza, tataranieta del ex Presidente de la República, Cristóbal Mendoza, prima y modelo de Armando Reverón (él hacía unas muñecas horribles y era yo) y del destacado humorista Leoncio Martínez, Leo, fue la primera voz femenina de la radio venezolana. Caraqueña que nació (26/11/1913) entre las esquinas de Truco y Guanábano fue testigo presencial de la evolución de Venezuela desde principios del siglo XX. Estuvo allí desde la Venezuela rural y la ciudad de los caserones con largos corredores y techos rojos que llamaban la Sucursal del Cielo.
Fue la segunda de los 4 hijos del matrimonio de Alberto Martínez Reverón y Josefina Mendoza Aguerrevere, nieta del ex Presidente Cristóbal Mendoza. A los 13 años Cecilia quedó huérfana de madre, por lo que su padre se encargó de la crianza de ella y sus hermanos Josefina, Beatriz y Alberto.
Fue compañera de juegos del niño Rafael Caldera, con quien coincidía en el patio de la casa de su abuela Josefa Aguerrevere de Mendoza, abuela también de Lorenzo Fernández González Mendoza. Fue compañera de estudios de María Teresa Castillo en el colegio Chávez.
Cuando niña enfermó de la difteria y el doctor José Gregorio Hernández Cisneros, médico de cabecera de su familia le puso una inyección. Desde entonces lo consideró el doctor que le salvó la vida. “Yo lo vi muerto. Estaba chiquitica. Él vivía a una cuadra y salí corriendo cuando lo atropellaron. Mi papá lo invitaba a comer pollito. Era un hombre muy bello. No sé si será santo, porque para eso exigen una pila de cosas. Pero para mí, que lo conocí de cerca, era un santo”, contó ella sin disimular su orgullo por haber tenido a tan famoso galeno como médico de cabecera.
  
      

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"Cecilia Martínez fue quien cantó en vivo el primer jingle publicitario. 
Fue amiga de presidentes, artistas e intelectuales 
y hasta de José Gregorio Hernández, lo cual siempre 
recuerda porque, dice, fue quien le salvó la vida".





Famosa entre famosos

Cecilia bailó con Carlos Gardel en el Club Paraíso, salió con Pedro Estrada y modeló para Armando Reverón. En la Quinta Anauco vivió de niña durante una temporada uego de la muerte de su madre y con su padre y hermanos fue a visitar a su tía Lola, esposa de Enrique Lazo, dueños de la histórica mansión. (Como recuerda la historia de Venezuela, en la Quinta Anauco se hospedó Simón Bolívar en su última estadía en Caracas antes de abandonar el país para siempre).
        Son muchos los recuerdos que tiene una persona que alcanza a vivir  noventa o cien años. Cecilia Martínez es una de esas personas:
       “He vivido los malos y los buenos. ¡Se me olvidan cuáles eran! A ver, nómbremelos. Mi papá decía de Gómez: ‘Ese no sirve para nada’. Pero López Contreras no era malo. Raúl Leoni, tampoco. Rómulo Betancourt, tampoco. Eran presidentes que podían no estar: no eran buenos ni malos”.
       La niña pionera de la radio se codeó con los fundadores de la radio y la televisión en Venezuela. Cecilia Martínez también estuvo en sitio preferencial ahí el primer día que se transmitió la primera imagen televisiva en Caracas. En la radio su primer jefe fue Edgar Anzola, pionero y figura prominente de la radiodifusión. Los inicios en la radio fueron cuando apenas llegaba a los 14 años de edad.
La hija del cajero principal del ferrocarril La Guaira-Caracas, Cecilia Martínez, pertenecía a varias de las familias más encumbradas de la capital, que vivían “en una casa humilde”, en la esquina de Truco, número 103, teléfono: 3429, donde vivió hasta que se casó con Germán Alvarez Lemus, su primer esposo. En esa casa del centro de Caracas la animó su primo Eduardo Martínez Plaza, a integrarse a la Broadcasting Caracas, emisora que cubría su programación con talento vivo. 
     Así fue el comienzo de la carrera de locutora de Cecilia Martínez. La primera voz femenina de la radio venezolana ejerció y disfrutó su profesión de manera ininterrumpida hasta más allá de sus 70 años. La muchachita tenía un gran repertorio musical que heredó de su madre, el cual contenía pasodobles, merengues y coplas españolas que la señora Mendoza de Martínez tocaba al piano mientras sus dos hijas mayores la acompañaban cantando. Cecilia tenía además con una notable veta histriónica, que le sirvió mucho para desempeñarse en radio y TV.





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“De pequeña mi padre me llamaba Margarita Xirgu, la gran actriz española de su época,  porque yo siempre estaba actuando”. Confesó la niña pionera de la radio y la televisión venezolana que no recuerda nada desagradable de su trayectoria laboral en ambos medios de comunicación, en especial la TV. “Yo fui consentida por todos porque yo era una niñita cuando comencé. Nunca tuve un problema en televisión”.


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El escándalo con John

      En el principio de la radio en Venezuela los programas y la publicidad se hacían con talento vivo y recursos técnicos limitados que se ingeniaron los primeros radiodifusores. Como no había grabaciones, pero sí publicidad, los locutores y artistas de la radio debían presentarse a la emisora cada vez que debía emitirse la cuña de su responsabilidad. Ante este compromiso tan serio a la muchachita de la familia Martínez Mendoza le tocaba correr seis veces al día para llegar a tiempo a la Broadcasting Caracas y recitar o cantar su texto.
      En esta rutina andaba cuando le tocó cantar el jingle que promocionaba un jabón fabricado en Caracas y distribuido con el nombre del empresario-boticario, John Laúd (Cecilia Martínez dijo que podría hacer sido escrito por Andrés Eloy Blanco, quien lo habría enviado desde la cárcel donde cumplía condena política (una de las tantas veces que lo mandó preso Gómez).
       El jingle fue uno de los primeros de la historia de la publicidad en Venezuela y Cecilia cantaba así:
Suspirando está en el baño, Ana María de la Luz, /Porque ella quiere bañarse con John Laúd / y su madre no concibe que Ana María de la Luz / quiera meterse en el baño con John Loud / mamita, mamita, encárgame un ataúd / si no me dejas bañarme con John Loud.
      La crónica de aquellos tiempos reseñó que los versos fueron censurados por la moral gomecista, que los consideró atrevidos, contrarios al decoro y las buenas costumbres de la sociedad de entonces. Un día el químico Loud se apareció  en la emisora y pidió conocer a “la cantante” que con tanto salero publicitaba su producto. Se quedó de una pieza y grande fue su sorpresa cuando vio aparecer una chiquilla vivaz y con mucha escena.
     







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De Armando Reverón recuerda:

     “Era primo hermano de mi papá. Por supuesto que lo conocí: lo queríamos mucho, a pesar de su locura, porque era medio malo de la cabeza y pataruco. Lo obligábamos a salir con nosotros a comer. Fui modelo suya. ‘Párate ahí, Cecilia’, me decía. Hacía una muñeca horrible, y esa era yo”.
     En sus últimos años vivió en la Residencia Planchart, en Caraballeda, donde los jubilados tienen pequeños apartamentos, desde cuyos balcones contemplan la selva tropical que rodea la edificación. Allí recibía familiares y a las antiguas amistades e hizo nuevas relaciones.
     En el país sus admiradores la recuerdan especialmente por el programa de concursos Monte sus cauchos Good Year que, a través de Radio Caracas Televisión, animaba con el profesor marabino Néstor Luis Negrón, patrocinado por la empresa  estadounidense. El programa se mantuvo en el canal de Bárcenas durante 12 años. "Cecilia, cuánto tiene el pote", preguntaba el profesor Negrón, y ella respondía  dando la cantidad exacta que había ese momento: “el pote tiene...”
     En la calle la gente la saludaba con la misma pregunta: “Cecilia, cuánto tiene el pote”








De mujeres

      Cecilia Martínez ganó en 1940 la primera demanda por divorcio que se sentenció en el país. No fue fácil para una mujer enfrentar un divorcio en aquellos años de atavismos y prejuicios sociales.  “Fue duro divorciarse en una época represiva para las mujeres...”
-Fue muy fuerte. Pero todo el mundo estaba de parte mía. Mi esposo fue muy mal portado, me divorcié y me volví a casar. Yo fui muy feliz en mi segundo matrimonio, con Eduardo Reyna, que era argentino. Fui muy feliz con él.
Estudió hasta sexto grado, pues en aquellos años era mal visto que las mujeres estudiaran bachillerato, los padres eran muy estrictos en la crianza de sus hijas, a quienes se preparaba para casarse, ser madres y atender al esposo y el hogar.
Cecilia actuó como extra en la primera radionovela de Venezuela se llamó “Santa Teresa”, donde interactuó con maestras como Carmencita Serrano y Margot Antillano.
A través de tres espacios que se transmitieron entre 1954 y 1982, Cosas de mujeres (RCTV), Nosotras las mujeres (Venevisión) y Toda una mujer (VTV) estimuló a las venezolanas en la transición entre el ama de casa y la profesional.
Desde que se instauró el voto femenino en la década del 40, jamás se ha perdido una elección, confesó. Para ella, la época más represiva para los medios de comunicación fue durante la dictadura gomecista.
“Siempre ha habido algo de represión. Pero la más represiva fue la época de Gómez. Llegaba un fiscal a la emisora y decía: “Usted estuvo pasada”, y nos llamaban la atención. Creo que hubo más represión en radio que en televisión”.
A criterio de Cecilia Martínez todavía hay en Venezuela discriminación hacia las mujeres. “No una discriminación en sí, sino que los hombres quieren que seamos santas y ellos unos demonios”. De igual manera cree que “Hay más liberación en el mundo que en Venezuela. Yo he viajado y lo he visto. Yo fui un poco perseguida, porque era joven, trabajadora, bonita y muchos hombres me atacaron. Muchos me buscaron el ladito malo, pero en eso mi padre fue una maravilla”.
A Cecilia le extrañaba el comportamiento de la gente con ella y sus manifestaciones de afecto cuando la veían en la calle.
-Se alborotan. ¿Hasta cuándo se alborotan? (risas) ¡Ya yo soy una vieja! Me preguntan cómo empecé, todo eso que a la gente le da curiosidad. "¿Y usted se divorció?", "¿se casó dos veces?". Y respondo, "Sí, me divorcié, y luego conseguí otro marido".




      



4 comentarios:

  1. jocoso, hermosos estos relatos me encantaba Cecilia Martinez cuando la invitaban a los programas eras muy suspicaz.

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  2. Excelente resumen de los hechos vividos por este Personaje, que ahora pasa a ser parte de la Historia, el Teatro, la Radio y La Televisión Venezolana. Te fuiste para Siempre, pero, te quedas en el Corazón de muchos, CECILIA MARTINEZ. Tus últimas palabras en este cuerpo de comentarios es Buenísima; ... "-Se alborotan. ¿Hasta cuándo se alborotan? (risas) ¡Ya yo soy una vieja! ... " ... :)

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  3. Bello y orgullosa de esa Venezolana pionera en muchísimas cosas desde sus pensamientos diarios, que bello llegar así de Vieja !!!! Gracias !

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  4. una historia fascinante de luchar por lo que se quiere y mantener en el tiempo, muchas mujeres de hoy deben seguir este ejemplo de vida, hasta sus últimos días locutora por siempre

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