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domingo, 24 de noviembre de 2013

Llano adentro: copla y copleros



La copla es una composición que generalmente tiene forma de cuarteta o de otras combinaciones breves, las cuales glosan temas muy diversos de la sabiduría e inquietud populares. Pueden ser amatorias, festivas, históricas, políticas, religiosas, satíricas, sentenciosas, referentes, en fin, a muchos otros aspectos del quehacer humano.
La copla es una forma poética que sirve para la letra de canciones populares. Surgió en España en el siglo XVIII, donde sigue siendo muy común, que pasó a Latinoamérica, donde también es muy difundida. Su nombre proviene de la voz latina cópula, “lazo”, “unión”
En su origen las coplas fueron cantares destinados a ponerse en música. Se entonaban en fiestas privadas o públicas, siendo igualmente repetidas o compuestas por todo aquel que buscaba divertirse. Sin embargo, dichas composiciones no eran solamente productos del cantor popular, ya que también se ocuparon de cultivarlas ilustres poetas de la lírica hispana.
A veces el tema lo tomaban de una canción, un suceso local o un romance escuchado en una taberna, y otras, era el pueblo quien hacía suya la composición poética sin saber que tenía autor. Como escribe Manuel Machado, el lenguaje de las coplas es coloquial y directo, aunque se recurre a menudo al doble sentido para conseguir efectos cómicos, sobre todo, lascivos.

Estructura

         Las coplas están compuestas por tres o cuatro versos de arte menor, generalmente octosílabos (es decir, de ocho sílabas), dispuestos en forma de cuarteta de romance (8- 8a 8- 8a), de seguidilla (7- 5a 7- 5a) o de redondilla (8a 8b 8b 8a).
Este estilo es propio de autores populares e igualmente la cultivaron escritores cultos, entre quienes destacan el Marqués de Santillana, Rafael Alberti, Luis de Góngora, Antonio Machado y Federico García Lorca, refieren los investigadores de este género musical. El uso de estas expresiones poéticas en el cantar folklórico es muy variado.
En cuanto a la rima y al número de sílabas que la forman, las coplas venezolanas son muy diversas. Ellas sirven igual con una música festiva como la del joropo, con música funcional, a semejanza de la de los cantos de trabajo, o cierta música de carácter religioso como los aguinaldos y otros cantos de Navidad, donde se utilizan coplas de metro diverso:

·        Coplas octosílabas: De rima consonante o perfecta en los versos segundo y cuarto. ABCB

·       Coplas octosílabas: De rima consonante o perfecta en los versos primero y cuarto, y segundo y tercero. ABBA (redondilla)

·       Coplas octosílabas: De rima consonante o perfecta en los versos primero y tercero, y segundo y cuarto: ABBA (redondillas de pies cruzados).

·       Coplas octosílabas: De rima asonante o imperfecta en los versos segundo y cuarto.

·       Coplas octosílabas: De versos blancos o libres.

·       Coplas populares: Según el número de sílabas, rimas y versos.

Otra clasificación se refiere al número de versos:

Pentasílabos                        Hexasílabos             
Heptasílabos                       Tercerillos octosílabos
Seguidillas: Coplas con combinación de pentasílabos y heptasílabos

 
                       Copleros de Elorza 
           
Copleros



En los llanos de Venezuela se llama coplero al improvisador de coplas y de romances que, a través del canto, participa en los diferentes joropos de porfía o de contrapunteo.
El coplero es intérprete del canto recio, llamado así tanto por la fuerza rítmica que le impone como por el reto que significa improvisar temas humanos sobre secuencias armónicas fijas, de acuerdo a cada forma de joropo establecido en la porfía.
En contraposición, a quien interpreta pasajes -joropo romántico del llano- y otros tipos de música diferentes al contrapunteo se le llama cantante.
El contrapunteo, en el canto improvisado, también se da en los decimistas del occidente de Venezuela (Lara, Falcón, Yaracuy y Zulia) y en los cantistas de galerones, llamados en el oriente venezolano galeronistas. En Latinoamérica se les llama indistintamente copleros, payadores, repentistas o contrapunteadores.
La estética del contrapunteo -canto corrido, canto trasverso, canto coleado o encadenado, canto aletrillado- proviene de antiguas formas medievales españolas que desarrollaron los trovadores, y especialmente, los juglares (violeros, cedreros y los citolistas) en los llamados cantos de recuestas, que eran obligantes para encadenar el pie de una copla o de un romance con el inicio de otra, conservando la temática expuesta entre los improvisadores.

         Cultores

Arpistas:
1) Ignacio Figueredo
2) NO lo identifican
3) Conjunto Los Guariqueños, de Angel C. Loyola
4) Joseito Romero y su conjunto
5) Conjunto Palmarito, de Valentín Carucí (maracas), Arpa: Juan Vicente Valera, cuatro: Juan Briceño 5 archivos adjuntos


Entre las variantes más comunes, derivadas del joropo, que utilizan para el contrapunteo los copleros en Venezuela, figuran: zumba que zumba, seis numerao, seis por derecho, guacharaca, periquera, quirpa, gabán y San Rafael.
         A la divulgación, cultivo y enseñanza del contrapunteo han contribuido cantantes improvisadores de renombre, como José Romero Bello, La Metáfora del Verso,  José Francisco Montoya, Nelson Morales El Ruiseñor de Atamaica, Ramón Castillo, Juan de los Santos Contreras El Carrao de Palmarito, Agustín Díaz, José Alí Nieves El Pico de Oro y Vidal Colmenares, en una larga lista de voces masculinas y femeninas, como Adilia Castillo, La Novia del Llano; Isabelita Aparicio, conocida en el mundo artístico como La Novia del Sol, Raquel Castaños, La Pecosita, dotada de una voz privilegiada que le permitió interpretar todos los ritmos venezolanos. 

Caratula Vitico Castillo y Luis Silva trasera


PRESTIGIO A LA VIDA - JOSE JAIMES EL COPLERO ALEGRE - goear.com
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