La raza india en nuestro mestizaje (I)
El origen ancestral indígena del mestizaje venezolano lo representarían hoy en día alrededor de 315.815 indios pertenecientes a diferentes etnias, algunas de ellas en peligro de extinción, de acuerdo con el censo indígena realizado en 1992. Esta cifra significa apenas 1,5 de la población del país. La distribución de esta población indica que las mayores comunidades están en el estado Zulia (63%), Amazonas (12%), Bolívar (11,2%) y Delta Amacuro (6,6%).
Como puede verse a excepción del Zulia, los porcentajes de población india son bajísimos en los restantes estados mencionados. De un total de 28 grupos indígenas ubicados en el territorio nacional, los mayores volúmenes de población corresponden a los wayuu (guajiros) 53,7%; waraos (guaraúnos) 7,6; pemones, 6; añús (paraujanos) 5,5; yanomamis, 4,7; guajibos, 3,6 y piaroas, 3,6%. Estas etnias agrupan el 84,4% del total de la población indígena del país y de ese total, un 48% está ubicado en áreas urbanas.
La población aborigen actual está distribuida en 4 familias lingüísticas: caribe: akawaio, mapoyo, yabarana, yekuana, eñepa (panare), pemón, kariña y yukpa; arawak: aruaco, wayuu (guajiro), añú (paraujano) y los arawak del río Negro (curripaco, guarekena, baré, piapoco y baniva). Independientes: guahíbo, warao (guaraúno), cuiva, yanomami, hoti y yaruro; y chibcha: barí, indican investigaciones realizadas por diversos organismos públicos y privados.
La población india venezolana ha venido experimentando alteraciones significativas en su forma inicial de vida de la época de la conquista y colonización, debido a los cambios económicos y sociales ocurridos en el país y la expansión urbana. Hoy en día los primeros habitantes del territorio venezolano dejan sus comunidades y emigran a la capital en busca de una mejor forma de vida, pero terminan en la indigencia, ignorados de las autoridades y no consiguen un trabajo formal bien remunerado. Están desplazados totalmente de la sociedad.
Los procesos de aculturación han sido más intensos entre los indígenas. Asimismo, el mestizaje, cuyas raíces históricas se remontan a la conquista, ha contribuido a acelerar aún más en el presente la pérdida del modo de vida tradicional de los grupos todavía existentes.
En sucesivas entregas les iremos hablando de los caciques más representativos de las etnias indias, quienes defendieron su supervivencia ante los conquistadores europeos.
YARACUY
Hijo del cacique Chilúa y nieto del indómito Yare, comandaba un imperio de más de 500poblaciones indígenas, conocida como Guadabacoa. En el momento del Descubrimiento, el inmenso imperio central estaba integrado por otras tribus, tales como, tarananas, yaritagua, acharigua, torondoyes, y zararas. Otras tribus, entre ellas los macaures y los caripes se aliaron con los españoles para hacerle frente a Yaracuy. El conquistador Diego García de Paredes, junto con el capitán Juan de Vargas, intentaron tomar tierra firme e instalarse en el bastión de El Tocuyo, pero Yaracuy los venció en la batalla de Cuyucutúa, en 1552. Luego es capturado y condenado a muerte, pero consigue desarmar y poner fuera de combate a varios soldados y al fin sucumbió bajo el fuego de los arcabuces.
URIMARE
Hija de Aramaipuro. Los piratas de Sir Walter Raleigh la atraparon como trofeo de guerra para Raleigh, pero la agilidad y coraje de la muchacha la ayudaron a fugarse del bergantín inglés, ganando a nado la costa, pero al llegar a la playa los españoles la hicieron prisionera. Varios meses estuvo Urimare esclavizada por los íberos, hasta que un día, ante el intento de violación de uno de los soldados, Urimare lo hiere mortalmente y huye. Llega a las tierras de Guaicamacuto. El viejo cacique la hace su hija adoptiva. Cuenta la leyenda que Urimare, la hija del gran Aramaipuro, consiguió que la tribu de su padre la obedeciera y se convirtió en la primera mujer en gobernar en este territorio. Al principio, combatió a los españoles, pero aconsejada por su padre adoptivo decide hacer la paz.
YARE
Yare, cacique de cumanagotos, quiriquires, charagotos y araucos, gobernante de las tierras que hoy comprenden los estados Miranda, Anzoátegui y parte de Monagas, fue además Piache y sumo sacerdote y uno de los guerreros más fieros entre todos los que se enfrentaron al conquistador español. Derrotó en Maturín al capitán Zerpa, unido a Terepaima; en Barquisimeto, hicieron morder el polvo a Juan Rodríguez Suárez. Al enterarse de la muerte de Tamanaco, Yare tembló de ira y juró vengarse del capitán Mendoza, dueño de la fiera que dió muerte al cacique, lo persiguió hasta que consiguió acorralarlo en Aragûita. Al tenerlo prisionero lo hizo degollar, junto con su perro, y la cabeza de ambos las envió a los familiares de Tamanaco. Yare siguió su guerra sin cuartel, venciendo y siendo vencido, hasta que un día de 1575 los arcabuces españoles acabaron con la vida del guerrero.
YORACO
Yoraco en la etimología indígena chama significa zorro o diablo. Este indio nació en el valle de Tácata, siendo aún muy joven, visitó a sus parientes quiriquires ubicados en la costa de lo que hoy se conoce como estado Sucre, en Cariaco. Allí vio las naves españolas llegando a las playas y descargando productos por hombres de una piel pálida, con armas que nunca antes había imaginado, supo entonces, que su tierra ya no era suya y sintió un deseo obsesivo de luchar para reconquistar sus tierras y la dignidad de su pueblo. Yoraco comenzó a formarse para el liderazgo. Volvió a Tácata y allí fue protegido y educado por los piaches. Combatió ferozmente al agresor español. Su objetivo era expulsar a los invasores. Creció su fama de hombre valiente, amparado por el poder sobrenatural que le dieron los piaches. Se supo que tenía un amuleto, especialmente ensalmado para él, que lo protegía de todos los males y peligros. Los españoles enviaron al capitán Juan Rodríguez Suárez para vencerlo, partió con 200 hombres bien armados y un pelotón de caballería. Yoraco lo esperó en su territorio, la batalla fue dura, sin reglas, sin descanso. Un día ganaba Yoraco y el otro le tocaba la victoria a Rodríguez. Cuando llevaban varios días de enfrentamiento, decidieron los dos líderes resolver la contienda ellos mismos. La pelea comenzó una mañana de 1561, la lucha fue agotadora hasta que decidieron estrecharse las manos en señal de mutuo respeto y admiración, y luego cada bando se retiró a su respectivo cuartel. Yoraco, enfrentó nuevamente a Rodríguez Suárez y en el combate murió atravesado por la lanza de un soldado ibérico.
ARICHUNA
Arichuna pertenecía a la tribu de los jiraharas, ubicando su radio de acción en la región de lo que hoy es Lara y parte de Yaracuy. Se formó bajo las órdenes del cacique Queipa y a la muerte de éste, fue seleccionado para dirigir la tribu con el rango de cacique. Luchó al mismo tiempo contra los españoles y contra otra tribu enemiga dirigida por el cacique Guaratarí.
Fue el primer cacique que tuvo que ver con la Santa Inquisición, debido a su amistad con Juan Fernández, de origen morisco-portugués, quien fue acusado de herejía por el Tribunal Inquisidor y condenado a muerte. Arichuna, que había aceptado la paz, y que se dedicaba al comercio de especias con los españoles, no pudo creer que aquel hombre, de buenos sentimientos pudiera ser un hereje. Trata de interceder en su favor. El Gobernador Juan de Leiva no quiso tomar cartas en el asunto y Arichuna decide salvarle la vida a su amigo, ataca la prisión, en Valencia, y logra liberar a Juan Fernández. Este hecho ocurrió a finales de 1556. Pasado cierto tiempo, obtuvo el perdón, pero su agradecimiento por Arichuna fue tal que jamás abandonó la tribu. Arichuna vivió muchos años comerciando con los españoles y éstos lo tuvieron siempre en alta estima.
En próximas entregas: Guaicaipuro, Baruta, Chacao, etc.
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