Portada de la 1ª edición
del libreto de Alma
llanera,
que escribió Rafael Bolívar Coronado.
La representación
estuvo a cargo de la compañía
española de Matilde Rueda.
Nació para pobre y para triste
6 de junio de 1884-31
de enero de 1924
El que nace para triste ni que él mismo escriba las canciones
Alma Llanera
Rafael Bolívar Coronado nació en Villa de Cura, estado Aragua,
el 6 de junio de 1884. Es el autor
de la letra de Alma
Llanera, popular joropo venezolano considerado como el segundo himno
nacional o el himno musical de Venezuela, lo cual distingue al país como el
único en el mundo que tiene una canción popular identificativa.
Corría el año de 1912 cuando Rafael Bolívar Coronado se mudó a Caracas, donde colaboró con las
más importantes publicaciones de la época, entre ellas, el “El Cojo Ilustrado”, “El Nuevo
Diario” y “El Universal”.
Su composición más
famosa, Alma
Llanera tiene fecha de nacimiento
en 1914, cuando se la presentó en
Caracas como una zarzuela, que fue el formato inicial del himno musical de
Venezuela. La música, como es sabido, pertenece a Pedro Elías Gutiérrez, gran
músico venezolano.
Tras el estreno de la
zarzuela Alma Llanera, el 19 de septiembre de 1914 en el Teatro Caracas,
llamado también “Coliseo
de Veroes”, el presidente de la República, general Juan Vicente
Gómez premió a Rafael Bolívar Coronado con una beca de estudios en España.
Al día siguiente, un
comentarista del diario El Universal reseñó:
“Alma Llanera es escenas de la vida en
las sabanas venezolanas a las riberas del Arauca y sobre su delicadeza de
asunto y abundancia de chistes se hacen halagadores comentarios”.
A pesar de su rotundo
éxito inaugural, la zarzuela no volvió a ser interpretada sino hasta el 28 de diciembre
de ese mismo año, en el Teatro Municipal
de Caracas, en un homenaje al actor venezolano Teófilo Leal; luego pasó a Valencia, Puerto Cabello y Barquisimeto.
La última representación de la zarzuela se hizo el día 1º de junio de 1930, ya
fallecido su autor, en el Teatro Olimpia,
de Caracas, montada por Rafael Guinán y su grupo.
A la ribera del Arauca vibrador
Esta composición
poética tiene como escenario las llanuras de Apure, más exactamente los
alrededores de El Yagual. Un indicio
de ello es la mención del río Arauca en
el texto de la canción. En Apure, “lo más criollito del mapa” en el decir de los
apureños, se inspiró Rafael Bolívar
Coronado para componer Alma Llanera. Sí señor, así fue. En los
diálogos de la zarzuela se menciona a El
Yagual, lo cual confirma la partida de nacimiento apureña del himno musical de
Venezuela.
Y se confirma asimismo
que esta canción famosa forma parte de nuestra identidad e idiosincrasia: con Alma Llanera vibra el llano venezolano y vibra el venezolano.
Con Alma
Llanera finalizan todas las
fiestas que se hacen en cualquier parte de la geografía de Venezuela. Y en todo
el mundo donde haya, por lo menos, un venezolano. Alma Llanera es la tarjeta de
presentación de Venezuela y los venezolanos en el universo.
En 1915, publicó
Bolívar Coronado la primera edición de Alma Llanera, en la Imprenta Americana de don Pepe
Valery. En 28 páginas, con una dedicatoria del autor a Matilde
Rueda: “…la genial artista que de tan humilde opúsculo ha hecho una llamarada
de exaltación y de ensueño”. El éxito editorial corrió parejo al de la
representación teatral de la obra, siendo conocida no solo en toda Venezuela, sino
también en Centroamérica y España. Desde ese momento, comenzó a ser considerada
como el segundo Himno Nacional de Venezuela.
Vaivenes de esta famosa canción
Relató una vez (1993) el
periodista Oldman Botelllo, cronista
de la ciudad de Maracay, que el músico (Pedro
Elías) Gutiérrez, de común
acuerdo con el autor de la letra, decidió independizar la pieza musical, montándola
en la Banda Marcial de Caracas, bajo su dirección, y la estrenó en la Plaza Bolívar
de Caracas, el día 31 de diciembre de 1914, en la retreta de despedida del año.
Desde entonces pasó a formar parte del repertorio musical de la mencionada
Banda Marcial, al igual que de las del interior del país.
Sin embargo, conociéndose toda la historia del “Alma
Llanera”, han existido personas que pretenden cambiarle la letra a la canción y
atribuirle otros autores, llegándose incluso a declararla Himno de los Llanos
Colombianos, como si fuese una composición propia de ellos. Pero, en Venezuela
sabemos que tradicionalmente en las fiestas bailables con conjuntos musicales,
al tocarse el “Alma Llanera” ha
concluido la parranda.
La letra original de Alma Llanera ha sido tergiversada, alterada y modificada, con
el argumento de “modernizarla” o “para que guste a los venezolanos de los
nuevos tiempos”. Algunos han descompuesto tal letra y cantado cosas como “soy
hermano de los pumas…”, quizás por la falseada versión que grabó José Luis Rodríguez, conocido en el
ambiente artístico como El Puma. Igualito al atropello que hizo este
mismo cantante con el Pavo Real, corrido compuesto por el cantante y
compositor venezolano César del Ávila (*).
La letra original de la
canción “Alma
Llanera”, tal y como aparece en la zarzuela, es como sigue:
“Yo nací en esta ribera,
Del Arauca vibrador,
Soy hermana de la espuma,
De las garzas, de las rosas
Y del Sol, y del Sol!.
Me arrulló la viva diana
De la brisa en el palmar,
Y por eso tengo el alma
Como el alma primorosa
Del cristal, del cristal!.
Amo, lloro, canto, sueño
Con claveles de pasión,
Para ornar las rubias crines
Al potro de mi amador!.
Yo nací en esta ribera
Del Arauca vibrador,
Soy hermana de la espuma,
De las garzas, de las rosas
Y del Sol, y del Sol!.
Aventuras y desventuras de un gran compositor
Rafael Bolívar
Coronado
vivió y murió pobre. Murió lejos, muy lejos de Villa de Cura y de su país
natal. La falta de fe en sí mismo marcó su vida, que él convirtió en una vida llena
de privaciones, pobreza, malaventura, oculto tras seudónimos.
Con esta forma de
pensar vivió Bolívar Coronado. Él no firmaba sus obras literarias con su
nombre, usando “más de seiscientos
nombres”, destacó uno de sus biógrafos, Rafael Ramón Castellanos. En una ocasión le preguntaron por qué
razón hacía todo eso, si él era un talentoso escritor, y respondió que su
nombre “no tenía cabida en la república de las letras”.
A los 15 años de edad quedó
huérfano de padre, y su mamá lo mandó donde un hermano suyo, Ramón Coronado, dueño de un hato en Mantecal, Apure, para que “lo haga un hombre
de bien”.
El joven no se amaño a
las costumbres de su tío, “hombre rudo y brutal (capaz de matar un mulo de un
puñetazo), quien lo obligaba a realizar las tareas más duras y peligrosas en
las faenas de vaquerías”. Así vivió Bolívar Coronado tres años, porque un día se
escapó y se “ajiló” por diferentes lugares del llano y de los Andes colombo–venezolanos
(llegó hasta Bogotá), participando, incluso, en diferentes contiendas civiles.
En otro momento de su
vida se desempeñó como marinero y visitó algunas islas del Caribe y de la costa
atlántica, llegando hasta las costas de Brasil. Para el año 1913 se le ubicó en
Coro, Falcón, con el grado de coronel, integrado al Estado Mayor del general
León Jurado.
Más tarde trabajó en la
Aduana de Adícora. Posteriormente recaló en Caracas, donde cumplió una intensa
actividad intelectual, docente y periodística…, pero seguía llevando una vida
llena de penurias. Es que, como dice el refranero criollo, “el que nació para triste, ni que le canten
canciones”, que en el caso de Bolívar
Coronado podría traducirse en “el que nació
para triste ni que él mismo componga las mejores canciones”.
Tras bastidores y seudónimos
Al lograr el apoyo
oficial con la beca de estudios que le otorgó Juan Vicente Gómez, Bolívar
Coronado trasladó sus aventuras al viejo continente. En España, con Rufino Blanco Fombona, quien era en ese
momento Gobernador de una provincia de Andalucía, trabajó en el rastreo de
obras de autores hispanoamericanos para su publicación en la Editorial
América, fundada por su protector. Lamentablemente, los escritos
publicados adolecen de autenticidad: ¡Todos
los que presentó eran obra suya!
El mismo los escribía y
les inventaba el autor (entre ellos, El Llanero, atribuido durante mucho tiempo a
Daniel Mendoza). Descubierta la artimaña, Blanco
Fombona lo persiguió con intenciones de matarlo. Bolívar Coronado huyó a
Barcelona, en Cataluña, y allí se empleó como corresponsal, para cubrir las
incidencias de una guerra en el norte de África.
Los reportajes eran
excelentes, pero los elaboraba tomando información de los marineros que
visitaban las tabernas del puerto catalán, pegando colosales tubazos. Pero de
todas maneras, lo acogotaba la miseria, hasta el extremo de ser abandonado por
la mujer con quien convivía y tenía una hija.
Falleció, tuberculoso,
en 1924, a los 40 años de edad, lejos de su tierra y de sus seres queridos. Hoy
ni siquiera se sabe dónde reposan sus restos, pues el nicho que los
resguardaba, está vacío.
Bolívar Coronado autodidacta
La formación académica
de Rafael Bolívar Coronado estuvo reducida a los estudios de Educación Primaria
(tanto en Villa de Cura como en Caracas); pero era un voraz lector y con una
inteligencia privilegiada. Sus innumerables viajes lo llevaron a conocer los
más ignotos lugares de Venezuela y escudriñar en el alma de su pueblo, como lo
demostró en sus múltiples publicaciones sobre Venezuela.
Por su costumbre de
firmar sus escritos con seudónimos, nunca cobró las regalías por derecho de
autor. La única obra suya que lleva su nombre es Alma Llanera. Y ni siquiera por esta famosísima canción percibió nunca
ni un céntimo como autor.
Como Bolívar Coronado
se trasladó a España, donde falleció (Barcelona, 1924), los derechos de autor se le cancelaban en su totalidad a Pedro Elías Gutiérrez y sus herederos;
pero a partir de 1967, después de
una intensa campaña publicitaria, la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela (SACVEN) contactó en Caracas a la señora Zoila Victoria Bolívar Coronado de García,
hermana del autor, y comenzó a cancelarle el 50% de los derechos que le
correspondían.
Una reseña de la
revista Venezuela
Gráfica (15 de marzo de 1970), dio a conocer que la canción había
generado, desde su estreno hasta esa fecha, más de un millón de dólares por
derechos de autor, que Bolívar Coronado no percibió nunca y murió en la miseria,
aquejado por una epidemia de gripe.
Casa donde nació Rafael
Bolívar Coronado
(*) Referencias
salvass 08-22-2013 01:29 PM
Juan Galea y Su
Conjunto - El Pavo Real
“El Puma”, José Luis
Rodríguez, saboreando el éxito internacional y próximo a concluir su etapa con
el sello Ariola grabó el Lp. “Atrévete” en 1979 (en muchas partes, se promocionó
en 1980) donde incluyó el tema venezolano “El Pavo Real”. Aquí comenzó la polémica en
Venezuela, al tema se le agregó una estrofa de otro tema venezolano “Seis
Numerao” y se presentó como de autor anónimo del folklore venezolano con
arreglos musicales del propio José Luis. En los años 50 el cantante y
compositor César del Ávila había grabado su canción “El Pavo Real” (cuestión
que El Puma desconocía), en ningún momento César del Ávila participó en esa
polémica. Al final, se aclaró la situación, pero esto dio pie a presentar en el
gran programa de TV "Sábado Sensacional" al autor del tema; también,
se presentó esta gran agrupación venezolana que también había grabado el tema
con su cantante Héctor Pulido. Podemos comparar las tres versiones en este
vídeo de osmar443: [youtube]Gacfy5PcqBI[/youtube]
Versiones:
Orquesta Sinfónica de Venezuela
Trío Los Panchos
Pedro Infante (México)
Libertad Lamarque y Pedro Infante
Estudiantina Komaba
Alma Llanera, a Zarzuela, Hand-Signed
http://youtu.be/Bdhg5KpPJ2A
Investigación, texto,
ilustración, musicalización
Elba Romero López