“Quien agarró primero la cola del toro
fue el general José Antonio Páez”
El
general JOSE ANTONIO PAEZ ostenta en la historia
el reconocimiento internacional de ser el primer coleador del siglo XIX.
“Quien agarró primero
la cola del toro fue el general José Antonio Páez”, es una frase que
se repite insistentemente en las mangas de coleo de toda Venezuela. El Libertador de los Llanos, general JOSE
ANTONIO PAEZ, también fue uno de los
mejores jinetes de la guerra de independencia. Entre españoles y americanos de
entonces destacó como jinete. Desde muy
joven comenzó a jalar toros por el rabo y los derribaba haciendo siempre la
mejor coleada.
En
la historia de Venezuela, de América y en la historia particular del hijo de
Curpa hay muchas anécdotas heroicas realizadas por el también llamado la mejor lanza del mundo, sobre los lomos de un caballo. En
las múltiples batallas que libró y ganó quedó su fama de excelente jinete, entre
otras, la de Batalla de Mata de Miel
(1816) cuando la primera bala mató a su caballo y por vengar esta muerte el Centauro de los Llanos obtuvo la primera gran victoria militar de su
carrera.
No
se mata impunemente, y mataron al caballo del general Páez. Tanto o más
espectacular y famoso como el anterior fue y sigue siendo su triunfo sobre las
fuerzas realistas obtenido en la batalla de Las Queseras del Medio. Siempre a lomos de un caballo, lanza en
mano. Astucia, estirpe llanera, la reciedumbre de los hombres de aquí, casta y
orgullo de su Patria que ni siquiera se asomaba en ese entonces, mostró el
general en esa batalla inolvidable.
En
su mejor batalla, Las Queseras del Medio, conocida también como la gesta de “Vuelvan
Caras” JOSE ANTONIO PAEZ puso de manifiesto la
conjunción total entre jinete y caballo y mostró asimismo el dominio total del
jinete sobre su montura. Es historia conocida que todavía causa admiración. Páez con su ejército así lo demostró,
ganándose el título de Jinete Audaz y
Centauro de los llanos.
JOSÉ MARTI en sus escritos “Próceres Hispanos” define
el comportamiento del General Páez así: “...sacó a Venezuela del dominio español, con tanta furia en la pelea como
magnanimidad en la victoria, en una carrera de caballo que duró dieciséis años.
No queda duda alguna entonces que fue el gran jinete. El mejor jinete.
El mejor coleador del siglo XIX
La
gesta de Las Queseras del Medio sigue vigente y cada año los llaneros
venezolanos conmemoran esta batalla todos los años con una carrera de caballos ya
famosa y muy particular en el Rió Apure, durante la cual solamente los caballos
nadan mientras los competidores los guían montados en canoas durante el cruce
del río. Justo en el llano apureño, escenario de tantas batallas libertadoras.
En crónicas y escritos históricos se refiere que
JOSÉ ANTONIO PÁEZ comenzó desde muy joven su camino hacia la inmortalidad
como jinete y coleador. Temprano inició su carrera a caballo hasta lograr el
merecido reconocimiento como Centauro de los Llanos.
Centauro, en su acepción primaria es jinete, caballista, dice el DRAE. Páez fue
el mejor jinete.
En las ciudades de San
Felipe (estado Yaracuy) y San Fernando (estado Apure) fue un excelente
coleador. Y fue muy buen coleador, pasión que le acompañó toda su vida, al
punto que
* Durante su primera
Presidencia impuso al coleo
como espectáculo en todas las fiestas patronales de todos los pueblos
venezolanos.
* También se ocupó el Taita Páez de la hípica y se le
reconoce como el Pionero de la Hípica Venezolana, a partir
de su condición de propietario de caballos de carrera.
Páez
fue el TEJEDOR
DE NACIONALIDAD
y nos dejó como herencia su recia estirpe; al mismo tiempo fue centinela de lo nuestro desde la propia Presidencia de la República de Venezuela y más
allá de las tres oportunidades que ejerció este cargo, pero de todas maneras JOSE ANTONIO PAEZ, referencia obligada
en distintos órdenes de la historia, evolución y desarrollo de Venezuela, murió
lejos de su patria. Lejos de esa patria por la que se jugó la vida. ¿Por qué le
pasa esto a Venezuela?
No
vamos a agotar en este escrito la presencia y vigencia de Páez en la vida
venezolana. Por todos lados todavía está marcada su huella. Es de tal categoría
la vigencia de Páez que para hablar de esa gran herencia de nacionalidad, de
ciudadanía, que nos dejó hay que escribir mucho. Ahora es cuando queda material donde mirar,
donde leer. Es Páez y sigue vivo. Es orgullo de mi estirpe. Creo que sigue de Centinela de lo nuestro en guardia permanente.
Hasta
hay un blog - José Antonio Páez El Centauro del Llano- donde todos los días se
escribe y ahora es cuando esa gente tiene material para hablar de este prócer indiscutible de la historia
venezolana. A pesar de aquellos que no saben de qué están hablando, no leyeron
bien la historia de Venezuela, no la entendieron e idealizaron y crearon sus
propios ídolos, y además intentan inútilmente desconocer la gesta heroica de la mejor lanza del mundo, como le tituló el propio SIMÓN BOLÍVAR.
Juntos pelearon y cada
uno tiene su mérito propio en nuestra historia. No es uno y después el otro. Es
uno al lado del otro. Los dos al mismo nivel. Los dos con el mismo objetivo y
la misma meta cumplida. Así pasó y nadie
va a cambiar esta parte de la historia: PAEZ Y
BOLIVAR, BOLIVAR Y PAEZ. Tú me respetas, yo te respeto. Respetémonos. La Patria es una
sola y se llama Venezuela.
En lenguaje militar cifrado
Venezuela traduce la madre. Y cuando
un militar venezolano oye esta voz: madre,
se le especulan todos los pelos del cuerpo y todos - militares y civiles- en un acuerdo tácito hacen un
muro infranqueable y la rodean e impiden que nadie toque a la madre, ni con el pétalo de una rosa. Pasó así hace unos pocos
años, todavía no terminaba el siglo XX.
Así era antes cuando el Pacto de Punto Fijo. Vivían agarrados de las greñas gobierno y oposición, pero se unían en el momento decisivo del país. Había democracia y convivencia democrática.
Así era antes cuando el Pacto de Punto Fijo. Vivían agarrados de las greñas gobierno y oposición, pero se unían en el momento decisivo del país. Había democracia y convivencia democrática.
Hasta
el Ejército de las Animas se enroló en las filas patriotas que comandó el Libertador de los Llanos y todavía con mezquindad se le quiere borrar de
un manotazo del inconsciente colectivo y se pretende bajarlo de su puesto bien
ganado en el altar de la Patria. Será inútil. Páez sigue vigente.
Pueden consultar toda
la extensa bibliografía escrita sobre este héroe. Dejo aquí uno de esos tantos
libros, escrito
por Gustavo Flamerich: DIVERSIONES
EN 4 SIGLOS, en Venezuela 1500-1900. Hay muchísimos más.
Páez está por todos lados. Principalmente sigue vivo en el inconsciente de los
venezolanos, los americanos y en el mundo entero.
El mejor coleador del siglo XX
Heredero
de la estirpe llanera de JOSE ANTONIO PÁEZ fue en el siglo
siguiente JESUS AGUILERA, a quien se le dio el
título de MEJOR
COLEADOR DEL SIGLO XX.
De esta figura de esta fiesta nacional, quien ocupa un lugar en el Salón de la
Fama del Deporte, por sus 500 coleadas, marca que en el 2010 todavía no se había
podido igualar.
Investigación y texto:
Elba Romero López