Estirpe venezolana Mujeres que marcan huellas profundas

También hay luto en la cultura venezolana

dicen que se murió 

María Teresa Castillo, venezolana orgullo de mi estirpe

  

Nombre María Teresa Castillo Terán

Nacimiento 15 de octubre de 1908 (103 años)

Cúa, Venezuela

Nacionalidad venezolana

Ocupación Periodista, activista y política

Cónyuge Miguel Otero Silva

Hijos Miguel Henrique y Mariana.

María Teresa Castillo es una destacada activista, periodista venezolana, con una amplia trayectoria en la cultura de ese país.

Hey, OIGAN TODOS, es María Teresa Castillo. Sigue aquí,
tiene vigencia. Ella es la vigencia. De aquí no se va. Es nuestra. Vean sus huellas.
 Están profundamente marcadas. Nadie las podrá borrar.
No es una huella, son muchas huellas, un camino largo de huellas.
Es María Teresa Castillo. Es orgullo de mi estirpe.

MARÍA TERESA CASTILLO TERÁN nació el 15 de octubre de 1908 en el estado Miranda, en la hacienda familiar “Bagre”, dedicada a la producción de café para la casa exportadora Dumlop&Cia. A los dos años murió su padre y la familia (María Teresa Castillo, su madre y su hermana Alicia) marchó a Caracas. Su madre fue padre y madre de sus dos hijas. En Venezuela es generalmente así: dos personas en una sola. Los dos roles. ¿Eso es tradición acaso? ¡Es linaje!  ¡Es casta! Es orgullo de mi estirpe.

Los años juveniles de MARIA TERESA CASTILLO, mirandina nacida en Cúa, transcurrieron de manera muy agitada, entre carcelazos, activismo político, oposición a la tiranía, con trabajo clandestino incluido, señalamientos y sospechas de conspiración. Esta figura de renombre –por derecho y con razón- en las filas de la respetada generación del 28, vivió de ausencia en ausencia de su país natal, mostrando siempre, en todo lugar, en cualquier lugar, la recia estirpe de la mujer venezolana.

Con la fortaleza que encarnan las mujeres nacidas en Venezuela –capaces de parir solas (sin comadronas ni mucho menos especialistas) y de levantar íngrimas y solas una familia numerosa, siendo padre y madre al mismo tiempo- María Teresa Castillo pasó todo un año (1935) detenida en la Jefatura Civil de la Pastora, a comienzos del gobierno del general Eleazar López Contreras, sucesor de Juan Vicente Gómez en la Presidencia de la República, acusada de repartir propaganda subversiva.

En 1934 emigró al estado de Nueva York, Estados Unidos, donde trabajó en una fábrica como costurera. Intentó permanecer en ese país pero sus gestiones fueron inútiles. No pudo permanecer allá… porque estaba sindicada como revolucionaria.

Por Venezuela todo… y más

         María Teresa Castillo amó tanto a Venezuela, fue tanto el orgullo que sintió por ser venezolana y, principalmente mujer venezolana, que trabajó sobretiempo y murió a los 103 años. Antes no. Soy centinela de lo nuestro, pienso yo que dijo esta mujer de casta venezolana. Y trabajó sobretiempo, trabajo redoblado, 24 x 24, o quizás fue guardia de 48 x 48, o a lo mejor 72x72. Exactamente no conozco esos detalles. Pero así fue.  Estuvo siempre de guardia.

         Tan pronto como quedó libre y salió de la Jefatura Civil de La Pastora, María Teresa Castillo se sumó al "Grupo Cero de Teoréticos" (GOT) grupo literario que creó CARLOS EDUARDO FRÍAS, y que organizaba tertulias y veladas culturales abiertas al público, a pesar de que los tildaban de elitistas. Este grupo fue cuna de la Gaceta de América que dirigía el renombrado INOCENTE PALACIOS y que integró a personalidades de la llamada generación del 28.

Cuando daban los primeros pasos para crear una "Casa de Cultura" fueron contactados por MARÍA LUISA ESCOBAR, primera mujer en ganar el Premio Nacional de Literatura, integrándose al Ateneo de Caracas cuya presidencia ocupó ininterrumpidamente desde 1958, convirtiendo la institución en una de las principales propulsoras de la actividad cultural del país.

MARIA TERESA CASTILLO también estuvo presente en el nacimiento, en la alborada, del periódico Últimas Noticias. Fue testigo de excepción. Desde la fundación de este diario de circulación nacional, consustanciado con el pueblo venezolano desde su génesis, fundado por don Miguel Ángel Capriles en 1941, María Teresa Castillo trabajó allí junto a ANA LUISA LLOVERA, la primera reportera venezolana. Esto es estirpe venezolana: mujer y primera. O al revés, el orden de los factores no altera el producto.

Junto a Ana Luisa Llovera, cuando la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt, creó el 24 de octubre de 1946, la Escuela de Periodismo, MARÍA TERESA CASTILLO se inscribió y se graduó dos años después. Fue periodista. Periodista titulada.

         Andando el tiempo –el tiempo es así, siempre pasa- en 1946 contrajo matrimonio con el escritor y periodista Miguel Otero Silva, (figura destacada en el quehacer diario de Venezuela en aquellos tiempos y durante mucho tiempo) amigo suyo desde 1928, cofundador de El Nacional, con quien tuvo dos hijos, Miguel Henrique y Mariana Otero Castillo.

Fue Reportera del Seminario AQUÍ ESTÁ y de Últimas Noticias entre 1948 y 1958, participó en el 1 Congreso de Mujeres celebrado en Venezuela, fue Miembro Fundadora del CELCIT2 y luego Presidenta de esa institución, promovió con Josefina Juliac de Palacios la Federación de Ateneos, Integró el movimiento musical ORFEÓN LAMAS, participó en el programa de Radio Caracas Anuncios Fémina dedicado a la mujer, con Ana Massanet y Carmen Serrano, fue miembro de la Agrupación Cultural Femenina.

Nombradía y membresía

María Teresa Castillo también tuvo presencia en cuestiones de derechos humanos: integró diferentes organizaciones venezolanas e internacionales dedicadas a la paz y a la defensa de los derechos humanos, tomó parte activa en congresos y movimientos internacionales, presidió el Comité de Solidaridad con Nicaragua, fue vicepresidenta de Fundanalítica, integró el Comité Internacional para el premio Mundial de la Cultura de la Unesco entre 1987 y 1988, fue miembro del Comité Asesor para la Celebración del V Centenario del Descubrimiento de América.

Fue miembro de la Asociación Venezolana de Periodistas (1988-1989) y vicepresidenta del Comité Venezolano por los Derechos Humanos (1988-1990). En 1989 fue electa diputada del Congreso de la República y se convirtió en la primera Presidenta de la Comisión Permanente de Cultura de la Cámara de Diputados hasta 1992, e integró la Comisión de Desarrollo Regional de la Cámara de Diputados hasta la finalización de su mandato en 1994.

Fue luego miembro del Consejo Directivo de la FUNDACIÓN TERESA CARREÑO hasta 1992, del Consejo Nacional de Teatro y del Consejo Directivo del Museo de Bellas Artes y otras instituciones vinculadas a la cultura. Esta MUJER VENEZOLANA sintió atracción especial por la cultura:

Otras instituciones ligadas a la cultura a las cuales se integró y en las que tuvo membresía María Teresa Castillo fueron la Junta Directiva de: Fundación Francisco Narváez, Fundación Museo de Bellas Artes, Museo de los Niños, Fundación Vicente Emilio Sojo, Comité Venezolano para el Bicentenario de la Revolución Francesa, Federación Internacional de Mujeres, Presidencia del Consejo Mundial de la Paz, Fundación Gual y España, Camerata de Caracas,7 Comisión Permanente de Cultura de la Cámara de Diputados, Fundación Ballet Nacional Teresa Carreño, Fundación del Niño, Fundación Cultural y Científica Iberoamericana José Martí,

Comité Asesor de la Fundación Cultural Museo del Oeste, Comité Asesor de la Fundación Cultural Colegio de Periodistas, Junta Directiva Venezolana de Televisión (Canal 8), Comisión Presidencial del Centenario de Andrés Eloy Blanco, Festival Comité Asesor de la Fundación Rajatabla, Fundación Festival de Música Popular Latinoamericana, Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, Fundación Casa Simón Bolívar de la Habana, Fundación Coral Caracas, Cátedra Che Guevara (Universidad Central de Venezuela), Fundación Casa de la Amistad Venezuela-Vietnam.1

Apoyó a Hugo Chávez Frías cuando estuvo preso y en su campaña presidencial, pero se convirtió luego en una decidida opositora a su gobierno. Recibió numerosos homenajes en el mundo de la cultura.

Mujer de renombre y que da nombre

La Casa de la Cultura de Chacao lleva su nombre, María Teresa Castillo,  al igual que

se llama María Teresa Castillo el premio instituido por el Ateneo de Caracas y la Enciclopedia Británica,

el premio al largometraje Nacional de mayor calidad artística entregado en ocasión del Festival del Cine en Mérida de 1987

y la Orden creada por la Gobernación del Estado Miranda que se otorga a los pioneros de las artes y la cultura de ese estado también se llama María Teresa Castillo. 

Esta mujer tiene nombradía. Es venezolana.

Sin derecho a revire

Quien tenga un pero que decir, que por favor primero sopese si tiene autoridad para esa objeción. ¿Tiene algo que mostrar, una pequeña o gran obra que pueda comparar con la labor de María Teresa Castillo? ¿Se le acercó o ni siquiera le llegó a corta distancia? ¿Hay alguna huella suya marcada en alguna parte que se pueda comparar?

Si no es así, reconozca sin mezquindad los méritos de esta MUJER VE-NE-ZO-LA-NA, MUJER VENEZOLANA, de alcurnia, no se le quita nada; al contrario, usted, el pero en persona, gana mucho como ser humano. Todavía hasta tiene tiempo de aprender algo con solo una fugaz mirada a la trayectoria y vigencia de María Teresa Castillo. Su casta sigue vigente. Es mujer venezolana. Y tiene linaje de mujer venezolana.

Antes de que diga pero… revise aquí:

María Teresa Castillo recibió numerosas condecoraciones.

Otorgadas en Venezuela: Francisco de Miranda en 1 Clase, Andrés Bello en 1 Clase, Mérito al Trabajo y Botón de la Ciudad de Caracas, Orden Gran Cordón Dr. José María Vargas, Medalla Honor al Mérito del Distrito Federal, Orden Vicente Emilio Sojo 1 Clase y Medalla y Botón Cecilio Acosta (Estado Miranda), Medalla Bernardo Dolande, Medalla Rómulo Gallegos 1 Clase (San Fernando de Apure), Medalla Honor al Mérito Teresa Carreño, Medalla Luisa Cáceres Arismendi (Estado Aragua), Orden Francisco Fajardo en 1 Clase (Distrito Federal), Orden Argelia Laya, Insignia de Oro del Municipio Libertador, Orden Carmen Clemente Travieso, Orden Samán de Aragua 1 Clase (Gobernación del Estado Aragua).

Dios mío, es larguísima esta lista. Pero queda espacio:

Medalla de Oro Unión de Mujeres Americanas, Medalla Casa de la Amistad Venezolana – Soviética, Orden Leal y Heroica (Ocumare del Tuy), Orden del Municipio Libertador, Orden Luisa Cáceres de Arismendi (Asamblea Legislativa del Estado Nueva Esparta), Orden Guaicaipuro (Concejo Municipal del Distrito Guaicaipuro del Estado Miranda), Orden Francisco Esteban Gómez, Orden Guariarepano (Municipio Libertador), Medalla Escudo de la Ciudad Concejo Municipal (Municipio José Félix Ribas, Aragua),

Botón de Oro Ilustre Colegio de Abogados del Distrito Federal, Orden Miranda Honor y Mérito 1 Clase (Gobernación del Estado Miranda), Orden Comunidad del Municipio Chacao, Orden Libertador en la categoría Comendador, Orden Cristóbal Mendoza 1 Clase (Estado Trujillo), Orden Mariscal Juan Crisóstomo Falcón en 1 Clase (Falcón), Orden Municipalidad de Baruta (Estado Miranda), Orden Universidad Central de Venezuela.

Lectores, por favor, disculpen por esta lista tan larga. Soy inocente, me acojo al precepto constitucional. Pero esta lista es así y sigue:

Del extranjero: Orden de Isabel la Católica (España), Medalla y Botón de Oro Alejo Carpentier (La Habana, Cuba), Medalla y Botón Haydée Santamaría (Consejo de Estado de Cuba), Orden Félix Varela (Cuba), Orden José Martí (Cuba), Medalla y Botón Orden al Mérito (Bogotá, Colombia), Medalla Educación (Chile), Orden de las Artes y de las Letras (Ministerio de la Cultura y de la Comunicación, Francia), Orden al Mérito de la República Italiana en las categorías de Cavaliere y de Commendatore (Italia)

Finalmente terminó esta lista. Casi, casi no me alcanza el aliento para leer de corrido este rosario de condecoraciones y reconocimientos. En todas partes, en el mundo reconocieron los méritos de María Teresa Castillo. ¿En Venezuela sí vamos a desconocer esto? ¿Nos atrevemos a eso? ¿Hay algún venezolano que tiene un pero a esta trayectoria? ¿A esta vigencia? Nadie tiene autoridad para hacerlo. No le llegamos a esa huella. La marcó con ímpetu juvenil.

Investigación y texto:

Elba Romero López