EL ESPANTO CAROTA, ÑEMA Y TAJA.mp3 3581 kb Reproducir Descargar |
1.-FLORENTINO Y EL DIABLO
http://youtu.be/Vt8tmMG5QZ0
Autor: ALBERTO ARVELO TORREALBA
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3.- LAS CINCO AGUILAS BLANCAS
http://youtu.be/xqX87cCF2IQ
(TULIO FEBRES CORDERO)
4.-EL SECRETO DEL AGUILA
http://youtu.be/QpWNPJ5TTnU
5.- LA LEYENDA DE EL SILBON
(Portuguesa y Colombia)
http://youtu.be/H66ARigCNvY
EL SILBON NORMA SUAREZ.mp3 (
2125 kb Reproducir Descargar
7.- LA LLORONA
http://youtu.be/nwqeoeHiPuo
8.-LA LOCA LUZ CARABALLO
LA LOCA LUZ CARABALLO RAFAEL MONTAÑO.mp3 2501 kb Reproducir Descargar |
(Autor: ANDRES ELOY BLANCO)
LA LOCA LUZ CARABALLO RAFAEL MONTAÑO.mp3
♫ De Chachopo a Apartadero
caminas, Luz Caraballo♫
LA LOCA LUZ CARABALLO RAFAEL MONTAÑO.mp3 2501 kb Reproducir Descargar |
Cuenta la leyenda que Luz Caraballo señaló la ruta contraria a los españoles para
que no siguieran a Bolívar en su cruce por los Andes.
Las leyendas criollas más conocidas
Florentino y el diablo es un renombrado poema del escritor y barinés ALBERTO ARVELO TORREALBA. Fue
escrito en el estado Barinas, en 1940. Es una de las leyendas más conocidas del
llano adentro venezolano. Ha tenido
diferentes versiones populares, corregidas y ampliadas en 1950 y 1957 por el
propio autor. La obra es considerada como folclor del pueblo venezolano y ha
sido adaptada al cine, teatro y televisión
La Sayona
Esta leyenda
cuenta la aparición a media noche de una mujer elegante y alta, con falda
blanca y largos cabellos negros, que castiga a los hombres infieles (en vida,
esta mujer tuvo un ataque de celos y mató a su esposo). Cada vez que aparece
aquella mujer las luces fallan y en medio de las sombras se muestra como una
hermosa dama que cautiva a los hombres para luego asesinarlos, pero si se
compadece de ellos, puede que sólo les dé el susto de sus vidas. Es muy similar
a la leyenda de la Llorona.
El
Silbón
Espanto legendario de
Venezuela y Colombia que dio origen la leyenda surgida a mediados del siglo
XIX. El silbón es la aparición más temida del llano venezolano y dicen quienes
aseguran que les ha salido, que es un hombre alto y flaco. Cuenta la leyenda
que es un hombre extraordinariamente alto y flaco y que cuando se sienta las rodillas
le llegan por encima de la cabeza.
Al menos seis metros mide el también llamado “canillúu”, según
dicen los portugueseños. La leyenda
cuenta que el Silbón, o El Desandas es el alma en pena de un hombre flojo, malcriado y mal
hijo, que “mató a su papa pa´comele la
asadura y su mama lo maldijo pa´toa la vida”. Carga en su espalda un saco
de huesos, y el ruido de la osamenta advierte
su llegada. con el sonido del choque de la osamenta en el costal. Generalmente
persigue a los hombres parranderos y enamorados o casanovas. En Venezuela se
ubica en el llano portugueseño.
La
loca Luz Caraballo
♫ De Chachopo a Apartaeros
Camina Luz
Caraballo…
♫
Este fue un personaje legendario,
conocido por tradición oral de las localidades de Timotes, Mucutujote, Chachopo
y Apartaderos. No existe fuente cierta sobre la identidad plena de la loca Luz
Caraballo y la mayor referencia es el "PALABREO
DE LA LOCA LUZ CARABALLO" escrito por ANDRÉS ELOY BLANCO.
Su historia la vivió en
las cumbres andinas del estado Mérida, y adquirió gran renombre tras ser inmortalizada
en la literatura venezolana por el escritor y poeta ANDRÉS ELOY BLANCO.
En aquellos días en los
que Luz Caraballo vivió, no había carreteras, sino caminos de tierra con
piedras grandes y pequeñas. Aproximadamente, ella recorría dos kilómetros por
hora yendo de Chachopo a Apartadero.
Las leyendas identifican
a la loca Luz Caraballo como una mujer de la época independentista, siendo así
uno de los argumentos de su "locura", el hecho de que dos de sus
hijos se fueran tras el ejército de Bolívar, lo que se asocia por demás con el
verso del palabreo que refiere que dos de sus hijos se fueron tras un hombre a
caballo.
Tras la pérdida de sus
hijos, Luz Caraballo enloqueció de dolor y quedó penando por todo el páramo,
buscando a los hijos que perdió. Según la leyenda, ella señaló la ruta
contraria a los españoles para que no siguieran a Bolívar en su cruce por los
Andes.
Elba Romero López
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