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domingo, 5 de mayo de 2013

Velorios de Cruz de Mayo 1/2


Canto a la Cruz de Mayo
Gajillo
http://youtu.be/CQa8svqMSwA





Cantos de velorio de Cruz de Mayo
(Cojedes)

Santísimo Sacramento
Santísima Cruz de Mayo
a Cristo le dio un desmayo
y quedó desfigurado
¡Oh, qué caro le ha costado!
Al Divino Redentor
y sufriendo aquel dolor
que Longino le ha alanceado
por librarnos del pecado
sacramentado Señor.

  Cada 3 de mayo se celebra en varias localidades de nuestro país la Fiesta de la Cruz de Mayo, cuyo origen es una antigua tradición cristiana según la cual, en el año 324 de nuestra era, la madre del emperador Constantino, Helena de Constantinopla, habría encontrado en Bizancio la cruz de madera en la que murió Jesucristo.
   En Venezuela esta celebración tiene suma importancia y tradición en poblaciones como Choroní, en el estado Aragua, donde tanto lugareños como visitantes participan este día en una gran fiesta a orillas del malecón y amanecen bailando al ritmo de los tambores en honor a la Cruz de Mayo.

    En Guatire, estado Miranda, se le conoce como la Santísima Cruz de Pacairigua, denominación que toma del río homónimo, que atraviesa la ciudad, de la cual la imagen es patrona desde su formación en el siglo XVII. La reliquia se guarda en el Templo Parroquial de Guatire.
    El velorio de Cruz de Mayo es, además, una de las manifestaciones culturales más ricas del oriente venezolano (por ejemplo, en Carúpano), la cual ha sido transmitida de generación en generación desde la colonia, mezclándose con aportes indígenas y africanos.
    La particular celebración proviene de nuestros ancestros, quienes, al llegar el mes de mayo, al comienzo de la época de lluvias, adornaban la Santa Cruz con las primeras flores del año como ofrenda para obtener buenos frutos. 
      La tradición de vestir a la cruz continuó como vínculo con la tierra y las lluvias pero, con el paso del tiempo, la celebración se convirtió en sinónimo de fiesta, habiendo incluso quienes la denominan “bailorio”, en lugar de velorio.
     La evolución de la costumbre ha llevado a considerarla como una forma de pedir su protección durante el resto del año. Aunque propiamente el día de la cruz es el 3 de mayo, en varias partes de nuestro país la celebración se realiza durante todo el mes, en el Oriente, Centro y Occidente del país, siendo Mérida, Zulia y Táchira, los únicos estados donde no se celebra.
  Estas fiestas van acompañadas de manifestaciones musicales propias de cada región, como son los galerones, punto y llano, fulías, malagueñas, romances y tonos. 
   Los instrumentos utilizados son el cuatro, la mandolina, la guitarra, el tambor cuadrado, las maracas y el acordeón. Se reparten también bebidas y dulces típicos. La música, los rezos, la comida y demás elementos varían de acuerdo a la localidad.
Velorios de Cruz de Mayo

El Santísimo madero

“Yo vi al sol eclipsar
una luz sin resplandor
Un soberano señor
al pie de la cruz clavado
Vi a un justo ajusticiado
pendiente de aquel madero
y con aliento postrero
se marchitó aquella rosa
dándole su luz hermosa
al más brillante lucero”.


VELORIOS DE CRUZ DE MAYO

El Velorio de Cruz de Mayo es una de las manifestaciones culturales más ricas del Oriente venezolano. Esta costumbre, que conjuga religión y folklore, se ha asentado en estas tierras desde la colonia, mezclándose con aportes indígenas y africanos.
         En los tiempos de la colonia, al llegar el mes de marzo, se adornaba la cruz con las primeras flores del año, como ofrenda para obtener buenos frutos. En nuestro país, se siguió con esta tradición de vestir a la cruz como vínculo con la tierra y las lluvias. Pero con el paso del tiempo, la celebración se convirtió en sinónimo de fiesta.
Estas fiestas van acompañadas de distintas manifestaciones musicales de la región, y desde el principio esta festividad religiosa se acompaña con galerones, punto y llano, fulías, malagueñas, romances y tonos. Los instrumentos utilizados son: cuatro, mandolín, guitarra, tambor cuadrado, maracas y acordeón. Se reparten también bebidas y dulces típicos.


(Cruz de Mayo ecológica, de 5, 5 metros de altura,  hecha 
por estudiantes de la UNELLEZ-San Carlos)

Santísimo Sacramento
Santísima Cruz de Mayo
a Cristo le dio un desmayo
y quedó desfigurado
¡Oh, qué caro le ha costado!
Al Divino Redentor
y sufriendo aquel dolor
que Longino le ha alanceado
por librarnos del pecado
sacramentado Señor.

La realización de los velorios de la Cruz de Mayo es parte del conjunto de tradiciones de la religiosidad popular, que rebasan varios siglos de antigüedad y de la que se desprenden notables creencias que enlazan lo pagano y lo sagrado.
El cruce de los maderos sagrados regados con el sudor, la carne y la sangre del hijo de Dios es un imagen conmovedora como muy pocas. En los llanos la tradición de "el árbol florido" (cubierto de flores naturales o de papel) tuvo desde el comienzo un inicio festivo, a la vez que religioso,  que los campesinos y peones de los hatos vinculaban con el lucero, estrella de la Cruz Mayor, que alumbra las noches de mayo. El poeta Evangelisto Hermoso lo pinta así:
“Yo vi al sol eclipsar
una luz sin resplandor
Un soberano señor
al pie de la cruz clavado
Vi a un justo ajusticiado
pendiente de aquel madero
y con aliento postrero
se marchitó aquella rosa
dándole su luz hermosa
al más brillante lucero”.

Los llaneros y muchos otros pueblos asocian esta ceremonia con la crucifixión de Cristo (al centro), al lado de Gestas (a la izquierda) y de Dimas, El Buen Ladrón (a la derecha). El hecho ocurrió en el cerro de El Calvario, de allí que se coloquen tres cruces en el alto (o altar). Las peticiones al “sagrado madero” comienzan desde ese momento: A Dimas, un reconocido ladrón, se le concedió su petición de ir al cielo junto a Cristo, gracias a su fe en el hijo de Dios.
Lo que se pida a la Cruz Divina será otorgado en la medida misma de la fe del suplicante. Pero lo que ofrece se tiene que cumplir, porque así lo establece la tradición. Es obligación "pagar" el favor concedido. El pago de la promesa (compromiso entre el suplicante y la Cruz) no es cosa de juegos, ya que la mayoría de los casos se hace para rogar por salud. Al respecto veamos esta décima argumentada:

Los pobres hijos de Eva
siempre invocamos a ti
y con dolor suspiramos
perdona que te ofendí
a vuestros pies me rendí
Oh divina Santa Cruz   
digamos los mandamientos
en el santo sacramento
Das al enfermo salud”.

La celebración de la Cruz de Mayo también está asociada a la lluvia, que el folklore conviene que las lágrimas derramadas por la Virgen María conmovieron hasta el mismo cielo, el cual se cubrió de negro, pero, de inmediato cuatro relámpagos (representados ahora por las cuatro velas blancas que colocan los devotos), iluminaron esa oscuridad anunciando un fuerte aguacero que hizo la abundancia y fertilidad de la tierra.
Por ello la costumbre de adornar las cruces con flores, con lo cual se recuerda esta circunstancia. Igualmente, las velas y los frutos que se colocan en los altares donde se eleva la Cruz de Mayo, recuerdan ese momento sobrenatural, mágico y bendito a la vez.
En mayo empieza el invierno, la sabana reverdece, las plantas lucen trajes nuevos, formando un paisaje bello, un escenario adecuado para los velorios y fiestas a la cruz. Esto es, en esencia, tradición, creencias y religiosidad, conjugados con el hombre llanero, la tierra, la lluvia que hace florecer los campos.
Las bebidas, infaltables en esta celebración pagano-religiosa, se sirven de acuerdo a la región, llevándose las palmas la guarapa" o "guarapita" y es una "fuente" que no se puede "secar", es decir, siempre habrá para "tomar" de ella.
La sabiduría popular recuerda los pasajes de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo y cada año en mayo revive y recrea de acuerdo a la tradición oral, en la celebración de los velorios de cruz. En los llanos venezolanos, siguiendo la historia sagrada, se hacen rezos, declamaciones y cantos, unidos hombres y mujeres, ancianos y niños de una misma familia junto a las de los otros.
Comparten un altar, piezas de literatura oral, ofrendas, velas, bebidas y aguardan con sumo respeto y profunda esperanza que los honores a esa cruz les lleven algo de felicidad a sus vidas y las de sus seres queridos. El Velorio de La Cruz de Mayo es para compartir.
En estos velorios siempre están presentes los símbolos con los cuales la poesía popular y la acción poética de los devotos llaneros (y de otras latitutes) se identifican y son, entre otras las que se nombran enseguida. Es el folklore espiritual presente siempre:
a) En el altar Jesús tuvo su última cena y en la cruz su final aliento. Ambos instantes no son culminación de la existencia sino el inicio de un pacto renovador de vida.
b) Solo, el cuerpo de Cristo puede ocupar la cruz, siendo así su legítimo dueño. Su cuerpo no tiene animación etérea ni angelical; es carne y sangre como el resto de los humanos. Por convención católica sobre el altar estará la cruz, brindándole comunicación a lo divino con lo terrenal.
c) La Cruz y los altares familiares, se acompañan con deidades mediadoras entre Dios y los feligreses. Estos objetos reciben reverencias expresadas en flores (la naturaleza), velas (la luz) y poemas (la palabra); no son un objeto más en la casa.
d) Venerar el Altar y la Cruz garantiza protección y continuidad de un proceso familiar y colectivo común, preservado, al igual que su poesía, por normas carentes de extravagancias: toda una poética escénica, de acción, tiempo y lugar.
Los cojedeños rinden notable devoción al Nazareno de San Carlos, símbolo del hombre que carga su propia cruz; su tormento y muerte.

         El Día de la Cruz  en Venezuela

El Velorio de la Cruz de Mayo se realiza por tradición  el día 3, pero también se dan otras importante congregaciones en torno a esta fecha, principalmente, el festivo "Cierre de Velorio" o "Rabo de Velorio", también conocido como "Bailorio de la Cruz", que dura todo el último fin de semana del mes y en el cual prevalece tanto lo religioso como la celebración pagana.
El término "pagano" no es del todo cierto, pues el feligrés se allega con mucho respeto y brota de su ser una letanía poética de gran dulzura y reverencia revestida del alma popular que es norte del sentir religioso. Veámos esta décima introductoria del canto, también de Evangelisto Hermoso, quien práctico la reverencia a la Cruz de Mayo durante setenta años:

"Saludote altar precioso
con entera reverencia
préstame señor su ciencia
para cantarle amoroso
Divino Dios poderoso
del cielo supremo juez
estoy rendido a sus pies
dispuesto para cantarle
vengo a manifestarle
por ser la primera vez”.   

Cuando el cantador devoto se retira debe hacerlo con mucho respeto, se suele despedir el canto con una décima, por lo general con palabras de reverencia poética:
“Adiós al sagrado altar
quiero seguir mi destino
soy un pecador indigno
que le he venido a adorar       
ya yo me quiero ausentar
para nuestra habitación
se ha llegado la ocasión
me despido caramente
Adiós al que esté presente
Adiós a toda la reunión”.

De todos estos sentimientos ha brotado una copiosa poesía recogida en buena parte en la Antología de la décima popular en el Estado Cojedes (2007), y en otros libros que tratan esta materia.



Charles Pilgrim actualizó su estado: "en un "bailorio" de cruz de mayo
en corozo pando supiró una mujer:

"yo no soy de por aqui....
yo soy es de san fernando...
como nadie me la ha pedido...
ya se me está mohoseando..."
un hombre le respondio:

"yo tampoco soy de aqui...
yo soy es de calabozo...
paseme ese "piazo" e bicha...
pa, quitale lo mohoso"




Cantos a la Cruz

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