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viernes, 18 de noviembre de 2011

Folklore Espiritual: La Virgen de Chiquinquirá



CHINITA DE MARACAIBO - II.ppsCHINITA DE MARACAIBO - II.pps
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  * Esta es una colaboración de Carmen Alicia Vásquez, enviada desde Altagracia de Orituco. Presentación elaborada por Laly Bustamante.    (*)



Monumento en las afueras de la Basílica

         Los fieles devotos zulianos despertaron este viernes 18 de noviembre, a su excelsa patrona, la Virgen de Chiquinquirá, con una hermosa serenata, cantándole Las Mañanitas, la famosa canción mexicana con la cual los aztecas festejan a su patrona, la Virgen de Guadalupe. Esta mañana La Chinita (vocablo zuliano que traduce guajirita) también fue agasajada con gaitas y la alegría desbordante de sus fervorosos creyentes del Zulia y otros llegados desde distintos puntos de la geografía nacional.
         Cuenta la tradición que la excelsa patrona de los zulianos apareció el 18 de noviembre del año 1749 sobre las aguas de seda (según la óptica de Udón Pérez) del Lago de Maracaibo.  Aquella fecha señalada, una ancianita fue a lavar su ropa en el lago y repentinamente vio flotando una tablita de madera fina, la cual recogió pensando que le podría ser útil para tapar la tinaja de agua que tenía en el corredor de su casa.
         A la mañana siguiente, cuando estaba colando el café, la humilde mujer escuchó unos fuertes golpeteos, como si alguien estuviera llamando. Y sí, efectivamente, alguien estaba llamado. Era la Chinita quien llamaba su atención, pues al acercarse al lugar de donde provenía el ruido, quedó sobrecogida de asombro al ver el fuerte resplandor que salía de la tablita que había recogida en el lago y en ella resplandecía con extraordinario brillo la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá.
-¡Milagro! ¡Milagro! salió gritando a la calle la mujer.
-¡Milagro!
         Los vecinos acudieron al instante al oír sus gritos. La humilde vivienda de la ancianita lavandera se convirtió en un sitio de gente que entraba y salía a venerar a Nuestra Señora de Chiquinquirá. A partir de tan portentoso hecho, la calle se bautizó como Calle El Milagro. El Milagro es la actual avenida junto al lago, donde antaño estuvo la casita de la lavandera que halló la tablita de la Chinita.

Devoción milenaria

         El nombre de la ancianita nunca trascendió; siempre se le identificó como la ancianita, o la lavandera del lago, pero a ella le cupo el honor de ser escogida por la patrona del Zulia para mostrar su presencia y que se iniciara así una devoción milenaria que anualmente reúne a millones de devotos que acuden a la Basílica de la Chiquinquirá, a homenajearla, rindiéndole los más grandes honores y a darle gracias por sus milagros y su presencia perenne en el corazón de los zulianos.
         El Monumental Ricardo Aguirre la inmortalizó en varias gaitas que le compuso, como aquella que dice:
Cuando iba la ancianita
a lavar ropa en el lago
encontró con gran halago
una preciosa tablita (bis)

(…)
Esta es la historia señores
que en el Zulia es verdad
la Virgen Chiquinquirá
con sus bellos resplandores
inundando de colores
nuestra querida ciudad... (bis)

         Todos los años desde antes de que comience noviembre los zulianos hacen los preparativos para los festejos a la adorada patroncita. Un acto infaltable en estas festividades es el Amanecer Gaitero, donde los gaiteros viejos y los de la generación de relevo preparan sus furros, cuatro y tambora, sus gargantas y su imaginación para ofrendar a la Patrona las más bellas expresiones de esta contagiosa y alegre manifestación musical zuliana.
         Tan tradicional como la devoción a la Chinita, que este año nuevamente renuevan su fe en su venerada virgen.

Aquí me quedo

Transcurrido un tiempo de la aparición de Nuestra Señora de Chiquinquirá en la casa de la humilde lavandera, las autoridades de Maracaibo decidieron realizar una procesión en honor de la Chinita.  La intención era llevarla a la catedral. Pero…
Cuenta la leyenda que la Virgen era llevada en hombros por dos hombres elegidos por el propio gobernador, cuando al doblar una esquina, la imagen se puso tan pesada que impidió seguir moviéndola.
Finalmente, después de muchos ruegos al cielo y súplicas a la Virgen, uno de los presentes exclamó: "Tal vez la Virgen no quiera ir a la Iglesia Matriz y prefiera la de San Juan de Dios". Estas palabras se tomaron como una inspiración divina, ya que la procesión cambió su rumbo hacia la iglesia de la gente humilde de Maracaibo y la imagen recuperó su peso normal. Es por esto, que desde ese día, la Virgen de la Chiquinquirá, la querida Chinita, protege desde su templo, hoy basílica, al pueblo zuliano.  Misterios divinos que llaman
Aquel episodio se recuerda en otra gaita, que igualmente cantó Ricardo Aguirre, su bardo preferido:
Pero la virgen bendita
No quiso la catedral
Prefirió el modesto altar
Donde hoy se le visita

             Misterios divinos, si señor.    


CHINITA DE MARACAIBO - II.ppsCHINITA DE MARACAIBO - II.pps
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Letra y música: José Enrique (Chelique) Sarabia
Intérprete: Marianella Oráa
Conjunto: Luis Fajardo (Arpa y arreglos)
CD: Patronas y Devociones del Folklore Venezolano

Redacción y texto: Elba Romero López

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