Sabio Humberto Fernández
Morán
(Maracaibo, 19/02/1924- Estocolmo, 17/03/1999)
Humberto Fernández-Morán trabajando en elmicroscopio electrónico del IVIC en la década de los años 1950. |
El
19 de febrero de 1924, en tiempos de la dictadura del general Juan Vicente
Gómez, nació en el Hospital Chiquinquirá, en Maracaibo, HUMBERTO
FERNANDEZ MORAN,
hijo de Luis Fernández Morán y de Elena Villalobos. Estaba comenzando la
explotación petrolera y había gran actividad comercial y cultural.
En 1929, por
desavenencias con el gobierno de Gómez, la familia Fernández Morán se mudó a
los Estados Unidos. En Nueva York, estudió el sabio zuliano la primaria, en la
Wiitt Junior High School hasta el año 1936, cuando regresaron a Maracaibo,
después del fallecimiento del General Juan Vicente Gómez en diciembre del año
1935.
Criado
en La Cañada, Fernández Morán estudió en el Colegio Alemán. El año 1937, Luis
Fernández Morán envió a su hijo Humberto, de 13 años, a estudiar en Alemania,
en un liceo Monástico-Militar en un pueblecito llamado Saldfelds enclavado en
las montañas de Turingia. Allí era difícil la adaptación, pero el joven relataría
cómo su padre, con quien mantenía una intensa correspondencia, le daba ánimos
para soportar la soledad y la lejanía de su familia.
A
los 15 año (1939) el joven Fernández Morán se fue a la Universidad de Munich
para estudiar Medicina. Ese mismo año comenzó la segunda guerra mundial y, para
todos, la situación se puso difícil en Alemania.
En Berlín, Heisemberg dirigía el Instituto Kaiser Wilhelm e intentaba
fisionar los átomos; y en los Estados Unidos, Enrico Fermi, premio Nobel de Física del año 1938, había
descubierto que bombardeando átomos de Uranio con neutrones libres se podía
obtener Plutonio y se gestaba, en diversos laboratorios, el llamado “Proyecto
Manhattan”, que desembocaría en la creación de la bomba atómica.
Summa Cum Laude
En 1944 Humberto Fernández Morán recibió en la
Escuela de Medicina de la Universidad de Munich, a la edad de 20 años, a la
espera de un ataque aéreo y de manos de un rector “austero y enlutado”, el
título de doctor en Medicina Summa Cum
Laude. Un año después, en 1945, finalizada la guerra en Europa y el joven
regresó a su tierra, para el 4 de julio de ese mismo año revalidar su título de
Médico Summa Cum Laude en la Universidad Central de Venezuela.
En Maracaibo trabajó en
el hospital Psiquiátrico, donde hacía leucotomías e inyecciones en los lóbulos
prefrontales por vía transorbitaria en 25 pacientes, estudio publicado en el
Volumen 4 de la Revista Archivos de la Sociedad Venezolana de ORL, Oftalmología
y Neurología en 1946. Al finalizar ese año se fue a Washington para estudiar Neurología y Neuropatología con el Profesor Walter Freeman.
A mediados de 1946, en
la Universidad de Princeton, conoció a ALBERT EINSTEIN, quien le recomendó al joven venezolano de 22
años que estudiara en Suecia. Así, desde 1946, el joven Humberto estaría en el Instituto Karolinska trabajando con el profesor Tobjorn Caspersson; y en el hospital Serafirmerlasseratet con el profesor Heberto Olivercrona.
Allí obtuvo pronto la Licenciatura en Biofísica y una Maestría en
Biología Celular y Genética, para graduarse de PhD en Biofísica de la Universidad de Estocolmo en 1951, cuando ya
era Profesor Asociado del Instituto Karolinska, y condecorado al año siguiente,
1952, con la Orden de “Caballero de la Estrella Polar”
por el Rey Gustavo Adolfo de Suecia.
Para
esa época, le escribiría a su amigo, Matos Romero: “…continuaré desafiando el destino y buscando
lo que me pertenece, que es mi patria”.
* En 1953, regresó a Venezuela y el 27 de
mayo se incorporó a la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales.
*El 25 de abril del año 1954, en Los Altos
de Pipe, en el Estado Miranda, fundó el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales
(IVNIC), hoy Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), con más
de 70 laboratorios de investigación proyectados para 27 edificios
que ya el año siguiente, en 1955, estaban construidos
* En 1956 se instaló el Reactor Nuclear, un avance en
Latinoamérica que atrajo hasta Venezuela al año siguiente, bajo el auspicio de
la Fundación Nóbel y la Sociedad Internacional de Neurología
y Neurociencias, a muchos grandes científicos del mundo, varios
premios Nobel entre ellos.
El doctor Fernández
Morán fue ministro del gobierno de Educación del gobierno de Marcos Pérez
Jiménez y eso marcó su vida para siempre, puesto que nunca se le perdonó que
participara de un régimen dictatorial. Llegó al gobierno cuando éste se
tambaleaba y apenas pudo ejercer su cargo 12 días, porque enseguida vino la
caída de MPJ.
Durante éstos el notable
científico sufrió burlas hasta de los alumnos de bachillerato. El 16 de enero de 1958, Fernández Morán se
dirigió a los jóvenes para decirles:
“Vivimos en la era atómica y de la conquista del espacio;
ésta no es una hipótesis si no una realidad que absorbe la atención de todos
los pueblos…La consigna para nuestra juventud es categórica; prepararse
mediante el adiestramiento adecuado para cumplir su misión en nuestra era.” Los alumnos no le entendieron el lenguaje y se
burlaron de él.
Fernández Morán debió irse de
Venezuela: “…entre los insultos de un
pueblo que no sabía de su valor y la envidia de los que si saben…”, apuntó
el doctor Jorge García Tamayo, en un
escrito sobre la trayectoria del sabio zuliano.
El genio infante
El zuliano manifestó sus
dotes de genio desde pequeño. Hablaba más de catorce idiomas y a los 12 años
echó a andar una máquina que estaba dañada, con tan solo interpretar los planos
diseñados y escritos en alemán. Con ello puso de manifiesto su genialidad y
dejó asombrados a sus vecinos, adultos y niños.
El “brujo de Pipe”
Como quedó escrito arriba, la historia venezolana
no le perdona a HUMBERTO FERNANDEZ MORAN que aceptara ser
ministro de Educación de Marcos Pérez Jiménez, cargo que ejerció 11 días, pues
enseguida cayó el régimen del ex presidente de facto.
El
vínculo entre el dictador y el zuliano fue lo que motivó al genio zuliano a
regresar al país y fundar en 1954 el Instituto
Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (Ivnic), en Altos de Pipe, estado
Miranda, con el propósito de concentrar los más recientes avances en
microscopia electrónica al estudio del cerebro. Allí instaló la Biblioteca Científica de Latinoamérica y
el primer reactor nuclear del país, primero en Latinoamérica, hoy en desuso.
Se
le critica a Fernández Morán el haber incorporado sólo a un venezolano a su
equipo del Ivnic, el doctor Marcel Roche, habiendo en aquella época eminentes
científicos de nuestro país.
Al
genio HUMBERTO FERNANDEZ MORAN se le acusó de no haber hecho ningún aporte al
desarrollo científico de Venezuela y al comparársele con los científicos Jacinto Convit
y su paisano zuliano Américo Negrete, el sabio
Fernández Morán pierde en esa comparación.
Sus críticos recalcan que
“el primero inventó la vacuna contra la lepra
en tiempos en que esa enfermedad era causal del prejuicio más arraigado dentro
de la sociedad criolla; el segundo hizo las primeras descripciones de la
encefalitis equina venezolana, así como también las primeras monografías sobre
Corea de Huntington (mal de San Vito), considerando que la Costa Occidental del
Lago es el lugar con mayor concentración de este mal en el planeta”.
Los estudiantes de la
UCV tomaron su designación como motivo de burla y en pleno centro de Caracas,
soltaron a un burro con un cartel que decía: “Ministro de Educación”.
Independientemente de
esos juicios, el hecho cierto es que este científico venezolano es más
reconocido en el mundo que en su propio país.
Aportes de Fernández M. a la ciencia venezolana
Hay quienes afirman que HUMBERTO
FERNÁNDEZ MORÁN “tampoco realizó un
aporte particular a la comunidad científica nacional, algo que sí hicieron
eminencias como Jacinto Convit y el zuliano Américo Negrette”. Veamos qué hizo
el genio zuliano:
*El 25 de abril del año 1954, en Los Altos de
Pipe, en el Estado Miranda, fundó el Instituto
Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), hoy Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas (IVIC), con más de 70 laboratorios de
investigación proyectados para 27 edificios que el año siguiente, en 1955,
estaban construidos
* En 1956 se instaló el Reactor Nuclear, invento de
Humberto Fernández Morán, que fue un
avance en Latinoamérica que atrajo hasta Venezuela al año siguiente, bajo el
auspicio de la Fundación Nobel y la Sociedad Internacional de Neurología
y Neurociencias, a muchos grandes científicos del mundo.
* Creó en el Ivnic la Biblioteca Científica de Latinoamérica
* Inventó e instaló en este Instituto el primer reactor
nuclear del país, hoy en desuso.
* Fundó la Catedra de Biofísica en
la UCV
* Trajo a Venezuela técnicos extranjeros para “la
imprescindible función pedagógica y docente”.
Esto se le criticó como un supuesto “favoritismo hacia científicos
extranjeros”.
“Falso (el
favoritismo hacia científicos extranjeros). Todo lo contrario. Lo que me animó
a venir a Venezuela y fundar ‘Pipe’ fue precisamente dárselo a los venezolanos,
lo cual no impide decir que nos iniciamos con técnicos extranjeros para la
imprescindible función pedagógica y docente”, aclaró el científico venezolano al
periodista Lorenzo Batallán en El
Nacional, en una entrevista publicada el 21 de junio de 1968.
*
Contribuyó además al desarrollo del microscopio electrónico y
fue la primera persona en introducir el concepto de crioultramicrotomía.
*Trabajó
en el área de criosmicroscopía
electrónica, en el uso de lentes superconductores y helio líquido en
los microscopios electrónicos.
* Ayudó en la mejora de
los ultramicrotomos.
Todos estos
grandes aportes a la ciencia universal se reconocen y usan en el exterior
Aportes a la ciencia mundial
A pesar de los grandes conocimientos
e inventos que Fernández Morán aportó al desarrollo de la ciencia mundial, al
científico zuliano igualmente se le negó en vida el Premio Nobel. “Nadie duda
de que lo merecía. Logros como la invención de la cuchilla de diamante (bisturí) lo
demuestran”, dijeron en Venezuela quienes no le reconocieron su contribución
destacada al desarrollo de la ciencia venezolana y a la ciencia universal.
* Inventó el BISTURÍ DE DIAMANTE
* Creó la BIBLIOTECA CIENTÍFICA DE LATINOAMÉRICA, con sede en Venezuela.
* Realizó investigaciones avanzadas en diversas
disciplinas médicas
* Hizo investigaciones
con el microscopio electrónico
* Realizó avanzadas investigaciones sobre el
cerebro
* Creó los Laboratorios de Microscopía
Electrónica del Instituto Tecnológico de Massachussets y del Instituto Fermi en la Universidad de Chicago (EE.UU), lo llevaron a estar entre grandes figuras de
talla internacional y ser merecedor de importantes reconocimientos, entre los
que destaca el Premio Honor y deber.
*
En 1955 patentó el cuchillo de diamante
*En
1959 contribuyó al uso de la criofijación
y técnicas de preparación de baja temperatura usando helio II, aplicándolas al
estudio de la ultraestructura de tejidos.
*Asimismo,
hizo importantes contribuciones al conocimiento de la estructura del nervio.
*En
1960 propuso por vez primera observar directamente muestras hidratadas
congeladas (“frozen-hydrated”),
construyendo el primer crio-microscopio electrónico y el primer crio-portamuestra, con lo que introdujo el
concepto de crio-microscopía electrónica, siendo considerado por la Universidad
de Harvard en la lista de los 100 estudiosos que más aportaron al desarrollo
cientifico del siglo pasado.
*
En 1970 fue contratado por la NASA para trabajar en el proyecto Apolo en el campo del análisis fisicoquímico de las rocas
lunares.
* El Dr. Morán expuso en
el I Congreso Venezolano y Latinoamericano de Neurociencias (Maracaibo 1979)
los avances en las investigaciones sobre la organización molecular de membranas celulares analizadas con la técnica propuesta.
*En
1998 el IVIC creó el Centro de Biología
Estructural Humberto Fernández-Morán con el objetivo de interpretar los
fenómenos biológicos a un nivel molecular mediante un amplio rango de estudios
de la estructura de proteínas, ácidos nucleicos, membranas, organelos y virus
utilizando técnicas como la crio-microscopia electrónica, el procesamiento digital
de imágenes, la resonancia magnética nuclear, la difracción de rayos-X de
pequeño ángulo y la cristalografía de rayos-X.
Reconocimientos (Todos fuera de Venezuela):
* Recibió en 1967 el Premio John Scott, galardón que sólo había sido otorgado
antes a Tomás Alva Edison, Marie Curie, Edward Salk, Thomas Fleming y John
Gibbon.
* La Universidad de Harvard lo incluyó en la lista de
los 100 estudiosos que más aportaron al
desarrollo científico del siglo pasado, en reconocimiento a sus inventos la construcción del primer crio-microscopio electrónico y el primer
crio-portamuestra, con lo que introdujo el concepto de crio-microscopía
electrónica.
Fue galardonado con
las mas altas condecoraciones extranjeras, como:
* Orden y título de caballero de la
estrella Polar conferida por el Rey
de Suecia.
* Medalla Claude Bernard,
de la Universidad de Montreal.
* Premio médico del año otorgado en Cambridge.
*Reconocimiento especial
por la NASA con motivo del décimo aniversario del Programa Apolo.
* El doctor Fernández
Morán carece de reconocimientos en su país Venezuela.
En el banquillo de los acusados
Antes
de salir del país, Fernández Morán revalidó el título de Médico otorgado por la
Universidad de Munich en 1944 y se dedicó al campo de la neuropsiquiatría,
convirtiéndose en pionero de una técnica llamada “lobotomía” para corregir
trastornos mentales y reducir las posibilidades de ataques de epilepsia.
A
él se le atribuyen las primeras 25 lobotomías frontales practicadas en el
Hospital Psiquiátrico de Maracaibo. Un trabajo científico de aquella época lo
avala.
Pero la historia tampoco
se reconcilia con el sabio zuliano en esta materia. La lobotomía consiste en la destrucción
parcial o total de los lóbulos frontales del cerebro, taladrando un pequeño
orificio por el lóbulo ocular y rompiendo la masa encefálica frontal con una
espátula.
No
se sabe si, en efecto, esos pacientes lograron curarse o si sobrevivieron a tal
procedimiento, independientemente del grado de operatividad de sus cerebros. El
propio Fernández Morán reconoció, tiempo después, que ésta no era una práctica
éticamente aceptable.
Posteriormente,
la comunidad científica mundial consideró a la lobotomía como una barbarie. La
última vez que se practicó una legalmente fue en 1965. Fue sustituida por los
antipsicóticos y técnicas menos invasivas del cerebro.
Venezuela
en deuda con Fernández Morán
Humberto Fernández Morán tuvo que irse
de Venezuela, porque los políticos de entonces y los fanáticos de la
politiquería lo llevaron exilarse y a morir lejos de Venezuela. Lo obligaron también a vivir trágicamente,
incluso después de su muerte. Quienes no tenían autoridad para juzgarlo no le
perdonaron que fuera ministro de Educación del gobierno del general
Marcos Pérez Jiménez.
Ha sido tanta la mezquindad con el sabio zuliano
que hasta su legado a la ciencia venezolana se rechazó en Venezuela.
“Lo que ocurrió después de su muerte, con sus
pertenencias, manuscritos, trabajos inéditos y hasta microscopios electrónicos
legados por él a su querida patria Venezuela es también una tragedia”,
asentaron sus biográficos, periodistas y otros en diversos medios.
*
Su herencia fue rechazada sistemáticamente, porque nadie quería hacerse
cargo de los costos del traslado, hasta que por fin pudieron llegar sus bienes
a manos de la Universidad del Zulia.
*
La verdadera historia es insólita. Estuvieron olvidados en unos “containers” en
la Aduana de Maracaibo, expuestos al sol y la lluvia durante meses, escribió el
doctor Jorge García Tamayo, antes citado.
*
En la actualidad, “en la Universidad del Zulia, se intenta recuperar parte de
la malquerida herencia del sabio, deteriorada por la indiferencia de sus
conciudadanos. Es algo ciertamente triste, pero, quisiera creer que sus
palabras podrán, de alguna manera servir para mitigar el dolor de lo pasado y
para que nunca más olvidemos las crueles realidades de nuestra historia”,
reseñó la prensa zuliana.
El cuerpo del doctor Humberto Fernández-Morán fue
cremado y sus cenizas descansan hoy en su segundo hogar, Estocolmo (Suecia).
Otro gran venezolano que muere extrañado de su patria. Sería cuestión de hacer
una lista de cuántos de los venezolanos que más gloria le han dado y más han
hecho por Venezuela han muerto fuera de sus fronteras y sus restos han sido enterrados
en lugares que, en muchos casos, se desconoce.
La familia del sabio zuliano no pudo traer sus
restos a Venezuela, como fue su último deseo. Cercana ya su muerte, se creó un
movimiento que intentó traer al Dr. Fernández a Venezuela, pues era su deseo
morir en su patria, pero este intento fue fallido ya que el gobierno del
Presidente Chávez no estuvo de acuerdo por no ser de importancia para el
momento.
Investigación y texto
Elba
Romero López
Simplemente un ser utópico para su epóca. Hacen falta varios venezolanos en este ámbito en estos tiempos.
ResponderEliminarEl amor por el suelo que le sirvió de plataforma a sus primeras andanzas en el globo terraqueo fué de tal naturaleza que resulta inimaginable pensar que sus cenizas en la actualidad se encuentran en un antiguo cementerio de la ciudad de Maracaibo(Terruño natal) ,al lado de la tumba de su hermana, por disposición expresa a sus familiares vía testamentaria.Sin duda un amor poco conocido a sus raíces humanas y a su patria en este caleidoscopico mundo.
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