Semana Santa
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Trompo y Zaranda
http://youtu.be/iEEeSdcdFdA
Recomendado: Poema TROMPO Y ZARANDA, de Héctor Guillermo Villalobos
El juego del TROMPO Y LA ZARANDA es uno de los más populares durante la Semana Santa, el cual se practica en todo el territorio nacional, en medio de una gran algarabía entre los contendientes y el público asistente. Principalmente se juega en el oriente y el sur de Venezuela.
Para
jugarlo, se reúne un grupo de personas, niños y adultos alrededor de una gran
rueda que se pinta en el piso, el cual se denomina “La Monja”. Es una batalla
amistosa entre las niñas y los niños.
El
juego comienza cuando la niña lanza su zaranda a bailar, e inmediatamente el
niño también lanza su trompo a bailar pero con la intención de “tocar” a su
enemiga, cayéndole encima y destruyéndola; así se convierte en ganador y espera
nuevamente el lanzamiento de la próxima zaranda y cuando ésta está girando,
vuelve a lanzar su trompo al ruedo.
Si el
trompo no toca a la zaranda, el niño que lanzó el trompo pierde y le da paso a
un nuevo contendor y así sucesivamente hasta que uno de los dos bandos gana
completamente. Este juego se hace estrictamente por diversión, pero no falta quien
quiera apostar por el ganador…
Cógeme ese trompo en lauña
“Cójame ese trompo en lauña a ver si es taratatero” es una expresión muy usada en Venezuela adentro,
especialmente en el llano,
en donde desde chiquitos los niños
aprenden a bailar al compañero de la zaranda, el trompo, el cual luce distintos
colores, de acuerdo con el gusto del fabricante.
Y agarrarlo con la uña es una de las destrezas que
desarrollan los bailadores de trompo; y hay lugareños que tienen gran fama y
son campeones en este juego. Apenas si
dejan que la zaranda comience a bailar cuando ya la están partiendo en el
primer lanzamiento del trompo.
Por los rumbos llaneros el trompo lo fabrican los
carpinteros en diferentes tamaños y aunque utilizan los tornos para su
ejecución, se les da el toque manual que los diferencia de los industriales.
El
trompo se compone de un cuerpo esférico panzudo con una cabecita encima que es
el lugar donde se sujeta la cuerda para hacerlo bailar. En su parte inferior se
coloca un clavo grueso, cortado especialmente para que pueda bailar y además
debe estar afilado para que pueda defender su lugar en el torneo…
El Zumba que zumba de la zaranda
LA ZARANDA es un legado de nuestros aborígenes. Se elabora
con la calabaza seca y vacía del totumo o totumito, también, del taparo, frutos a los cuales se le
saca todo lo que tiene en el interior, previa abertura de dos agujeros por cada extremo; y se le atraviesa
un palito de madera a modo de maraca. Es un juego femenino, especialmente de
niñitas.
La
llamada "reinita" es la más pequeña y generalmente se le introduce
las penitencias escritas en papelitos. Los varones intentan romperlas con sus
trompos. Y de hecho, las rompen, porque ese es el objetivo del juego de TROMPO Y ZARANDA.
En un
lado de la taparita, se abre un ventanita redonda, lo cual ocasiona que al
bailar o girar la zaranda, se escucha un sonido característico. Para bailarla
se usa una cuerda larga, pegada a la paleta y se enrolla semejante al trompo,
para luego soltarla con destreza.
Este
juego es muy interesante pues el trompero trata de destruir a la zaranda y si
lo logra, es el ganador y no toca su objetivo, es el perdedor.
En este
juego se inspiró el poeta guayanés Héctor Guillermo Villalobos, para componer
el poema Trompo y Zaranda, que él mismo grabó en acetato el siglo pasado.
Elba Romero López
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