La
historia de este plato genuino venezolano se las dejo aquí textual, tal cual la
contó uno de los protagonistas, sabedor de cómo se amasan las arepas
venezolanas y tal cual como anda esta historia de libre circulación en
Internet. Sólo los intertítulos y los subrayados los puse yo, y los recalqué. Es
una historia vieja que ya es una vieja historia.
¡Salud,
señores! ERL
(Fuente:
De circulación libre en el Internet)
http://www.venezuelansuncoast.org/miven.htm
Sadel, el primer y más famoso
comensal
Cada
vez que todo venezolano, esté donde esté, saboree este plato genuino venezolano,
que piense en el futuro de su país, y que Dios y la Patria nos premien por
decidir sabiamente el rumbo a seguir. Que esa
decisión reafirme el dicho ese que dice: cada quien nace con su arepa bajo el
brazo.
Indudablemente es la arepa más popular del país.
La inventaron los famosos Hermanos Álvarez. Aquí tenemos la historia, según nos
la narra Heriberto Álvarez, de 83 años, nativo de Las Araujas, estado Trujillo.
“La
autoría de la Reina Pepiada no es sólo mía, sino también de
mis seis hermanos ya fallecidos y, por supuesto, de mi ingeniosa madre: María de los Santos Álvarez, que en paz
descanse. Todo comenzó cuando mi papá murió, estando nosotros muy jóvenes. Mi
mamá nos trasladó desde Trujillo para Caracas en un camión de estacas. Nos
instalamos en la Esquina de Cola e' Pato, en El Guarataro”.
-Allí montamos un negocio de empanadas
que se hicieron tan famosas, que la gente se venía desde El Paraíso,
expresamente, a probarlas. Como nos fue tan bien pudimos abrir otro local, de
Maderero a Bucare, cerca de la Plaza Miranda. Mis hermanos y yo le pusimos El
Chance, fue allí donde vendimos las primeras tostadas.
Las arepas que comieron Sadel y otros
famosos
-Nuestro primer
cliente se acercó a las 8:30 de la mañana, en octubre del año 49. Nos preguntó:
'Muchachos, ¿qué es eso de tostadas?'. Le explicamos que así se le decía a la
arepa rellenita en Trujillo. Pidió una de queso de mano y se la devoró
gustosamente. Se llamaba Alfredo Sánchez,
vivía a una cuadra del negocio y era un aficionado al canto. Después se convirtió
en Alfredo Sadel. Imagínese qué suerte nos dio de
ser el primero que se comiera una de nuestras arepas.
“Con el
tiempo fuimos creciendo y, en el año 55, abrimos Los Hermanos Álvarez, en La Gran Avenida, la que comunica Plaza
Venezuela con Sabana Grande. Estábamos en un punto estratégico, porque teníamos
al lado la hermosa floristería de las hermanas Belloso y un negocio muy
visitado que se llamaba Todo París”, siguió contando Heriberto Alvarez.
“Nuestros clientes
fijos eran AQUILES NAZOA, OSCAR
YANES, BILLO FRÓMETA y ABELARDO RAIDI, entre otros. Ese mismo año, la señorita SUSANA
DUIJM
ganó el Miss Mundo. Para rendirle homenaje, vestimos de reina a una de nuestras
sobrinas, que tenía apenas 12 años. La sentamos como en un altarcito, para que
la gente la viera en el establecimiento. Entonces pasó un señor y nos preguntó
por qué teníamos a esa niña allí. Le explicamos que era un homenaje a la nueva
soberana de la belleza. Nos dijo:
-'¡Pero si yo soy el
papá de Susana! Se las voy a traer para acá'. Y así fue.
“Un viernes, como a las
10:00 de la noche, se apareció la señorita Susana con su papá. Yo le di una
tostada en sus manos y le dije: 'Mire, esta tostadita se la preparó mi mamá
especialmente y se va a llamar La Reina, así como lo es usted'. Ella me dijo:
'Muchas gracias, mijo', y se la comió con un juguito. Y como en esa época, a
las mujeres de buenas curvas, así como Susana, se les llamaba 'pepiadas', le
pusimos ese apellido a la arepa. Mantuvimos el negocio hasta el año 68. Otro
que nos promocionó incondicionalmente fue RENNY OTTOLINA. ¡Cómo se
portó ese señor con nosotros!”
Cómo se amasa la arepa por aquí
Sobre la
preparación original siguió contando Heriberto Alvarez.
'Se amasaba muy bien la mezcla y se le
incorporaba una cucharadita de mantequilla. En aquella época se conseguía la
marca Alfa, que era muy buena y salía barata. Así, la masa adquiría una textura más flexible
y perdurable. Una vez que se les daba forma, las arepas iban al budare por
cinco minutos, luego al fogón hasta que se les levantaba la conchita, lo cual
indicaba que estaban listas. El relleno, originalmente, es un pollo macerado:
mi mamá primero lo sancochaba y le ponía bastante aliño y lo dejaba hasta el
día siguiente en la nevera. Después lo horneaba y posteriormente era que le
sacaba las lonjitas para rellenar la arepa. Una ocurrencia de ella fue ponerle
aguacate. Y como en el negocio teníamos petit pois, porque a la gente le
encantaba, entonces los añadimos a la arepa'.
-Después
de La Reina vino otra arepa que también se hizo
famosa. Era La Multisápida. La llamamos así porque Rómulo Betancourt hablaba, en los
cincuenta, del surgimiento de una política multisápida. Queríamos hacer alusión
a algo que estaba sobre el tapete. La nuestra tenía un poquito de queso, otro
poquito de chicharrón, otro de pollo… Bien bonita, eso sí.
“No menos
famosa fue La Prohibitiva. Era una tostada rellena de
caviar, un invento de uno de mis hermanos como estrategia de ventas. La Reina costaba un bolívar y la gente se quejaba de que era
muy cara, ya que las demás no pasaban de real y medio o real y cuartillo.
Entonces pusimos La Prohibitiva a 27 bolívares para que
La Reina luciera mucho más barata. Pero el venezolano siempre
ha sido muy pantallero. Nunca faltaba alguno que llegara y dijera a todo
gañote: '¡Álvarez, dame una prohibitiva!', y en secreto te susurraba: 'de queso
de mano'. Todo era para aparentar que podían pagar una cosa que nunca se vendió”.
- Otro de
nuestros productos principales lo llamamos 'Sistema Nervioso'. No
era más que el mondongo. Le pusimos así por un borrachito maracucho que siempre
nos visitaba y pedía: 'Dame un nervioso'. Según él, era lo único que le quitaba
el malestar.
Luis Caballero Mejías inventó la Harina Pan
“Pero el cliente,
quizás, más importante que tuvimos fue el señor Luis Caballero Mejías.
Una noche se presentó con una bolsita de harina y nos dijo: 'Muchachos yo
preparé esta mezcla a ver si las arepas me quedan igual a las de ustedes'. Nos
pidió que la probáramos y nos explicó que eran dos kilos de maíz, primero
sancochados, luego molidos y posteriormente secados. Nos fue muy bien con esa
mezcla. Y cómo no, si lo que nos estaba dando era la fórmula de la Harina Pan.
Un día se presentó un señor llamado Lorenzo
Mendoza y le compró la receta. Lo demás es historia”.
¡Buen provecho, señores!
ERL
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