Lamento Naufrago
http://youtu.be/ql9L8rwST5g
Canta Chico Sensación Salas
Porro de Rafael Campo Miranda (Col)
Clásico de la música bailable
Sin Corazón en el pecho
http://youtu.be/zj2o9EOAH28
Porro de Rafael Campo Miranda (Col)
Los músicos venezolanos
nacen buenos y como tal se desempeñan en cualquier género musical. La historia
de la música popular venezolana así lo registra. Así como dicen que cada niño
que nace trae su pan bajo el brazo, de la misma forma se podría asegurar que en
Venezuela los músicos nacen con su música y sus instrumentos bajo el brazo.
Todos ellos – o la
mayoría- comienzan desde chiquitos, en la música folklórica y en la música
popular bailable. Es lo primero que se resalta cuando se habla de la
trayectoria de los músicos vernáculos. “Desde
chiquito se sintió atraído por…”, dicen las biografías, datos y
presentaciones de los artistas venezolanos. Y como no, si Venezuela habla
cantando y los bebés de por aquí comienzan a llevar el ritmo musical antes de
dejar el biberón.
Chucho Sanoja
Este músico del siglo
XX es punto de referencia entre los directores de orquestas bailables del país.
Resaltará por siempre en la historia de la música popular. Chucho Sanoja integra junto a Luis
María Billo Frómeta, Luis Alfonzo Larrain, Aldemaro Romero y Renato Capriles con Los Melódicos, el grupo destacado de
directores orquestales de Venezuela.
Jesús Sanoja, conocido artísticamente como Chucho Sanoja,
nació el 26 de septiembre de 1926,
según cuentan los cronistas, en la esquina de Paradero, en Caracas.
Su formación musical
comenzó temprano. Tenía 8 años cuando recibió las primeras lecciones del organista
de la Iglesia Los Salesianos. A los 16 años Sanoja se inició ya cantaba
profesionalmente con la Sonora Caracas,
de Leonardo Pedroza, director además
de la Leonard Melody. Sanoja aprendió
de Pedroza la experiencia en el arte de
arreglar, además del oficio de organizar y dirigir grupos musicales.
Con el correr de los
años Sanoja continuó madurando como
instrumentista, y la experiencia adquirida, junto a sus dotes de músico se unió
a la orquesta
de los Hermanos Belisario, que para el momento era una de las más
populares en Venezuela.
En aquellos tiempos los
músicos y las orquestas tocaban en bailes, carnavales, grandes celebraciones y
en la radio, que en la década del cuarenta estaba en plena expansión. Los
estudios de radio eran grandes y las orquestas cabían holgadamente en ellos.
Cantaban y tocaban en vivo y hasta echaban un pie en esas emisoras.
Chucho Sanoja vivió esa
época y se desempeñó en el renombrado y recordado espacio “Cada Minuto una Estrella”, de Radio Libertador, emisora que, junto a
otras de esos años, dio un gran impulso a la música y sus cultores, con énfasis
en el apoyo a las noveles figuras empeñadas en lograr la consagración.
Posteriormente pasó a Radio Tropical,
donde se encontró y trabajó con el animador Amador Bendayán, personaje famoso de la radio y la televisión,
donde también se desempeñó como actor en espacios de humor.
Durante los años 44 y
45 Chucho
Sanoja siguió creciendo como
músico, codeándose con los directores de orquestas, a las cuales se fue integrando
sucesivamente. Formó parte de varias de las más reconocidas del país, entre
ellas la orquesta
de Luis Alfonzo Larrain, en la cual conoció a José Pérez Figuera, orquestador de la agrupación, con quien
aprendió el arreglo orquestal.
Con Pérez Figuera profundizó
los conocimientos que le enseñó Leonardo
Pedroza y pronto tuvo la oportunidad de arreglar algunas piezas para el
maestro Larrain, continuando con trabajos similares para Billo Frómeta.
Chucho Sanoja y su Orquesta
Corría el año de 1951 cuando
Chucho Sanoja decidió fundar su
propia orquesta, junto a su hermano y también músico Tomás Sanoja, actuando con regularidad en Radiodifusora Venezuela y Radio
Continente, además de amenizar los grandes eventos de entonces, tales como
la inauguración del Hotel Tamanaco en Caracas y los Círculos Militares en todo
el país, alternando con Billo’s Caracas Boys, Havana Cuban Boys y Xavier
Cugat.
Para la década del
sesenta del siglo XX Chucho Sanoja y
su orquesta visitaron países como México, Colombia y España, además de
participar con éxito en los famosos carnavales caraqueños, alternando con la orquesta
de Tito Rodríguez en el Hotel Ávila.
Ya para entonces el reconocido director de orquesta venezolano exhibía un gran
cartel y popularidad
¡En el Ávila es la cosa! era el anuncio entusiasta
de la publicidad que se le hacía al duelo amistoso de ambas orquestas, el cual quedó
registrado en un disco de larga duración: “En el Hotel
Ávila Sigue la Cosa” (1964).
Con tal trayectoria y
prestigio, Chucho Sanoja pasó a ser el director musical del “Show de Renny” (RCTV), contratado por el exigente y minuciosísimo
Renny Ottolina.
Las mejores voces
Plena Española
Acuarela 1
Solista:Víctor Pérez
Con la orquesta de Jesús Chucho Sanoja cantaron los mejores
solistas nacidos en Venezuela o venidos de otras tierras que antes o después
integraron orquestas famosísimas, como por ejemplo, la Sonora Matancera. Entre esas
voces cadenciosas hay que mencionar a Víctor
Piñero, Manolo Monterrey, El Ciclón del Caribe, Kiko
Mendive, Alberto Beltrán, Víctor Pérez, Nelson Pinedo, Chico Salas,
Héctor Barinas, Daniel Montes de Oca, entre otros vocalistas destacados.
Además de arreglista y
director orquestal, Chucho Sanoja fue pianista y compositor de piezas populares
que bailaron los jóvenes y no tan jóvenes de aquellos años de la destacada
presencia de su orquesta en el escenario musical. De su inspiración se
recuerdan “Magia
Blanca”, “En la Soledad”, “Maracaibo”, “Te Pude
Alcanzar”, “Aunque parezca
inútil”, “Campesinita” y
“Estoy
arrepentido”.
De especial significación para el historial musical de Venezuela es la suite “La Resistencia” que compuso Sanoja, donde evoca por medio de
hermosos acordes a la Caracas de los años 30, 40 y 50. Esta es una verdadera
joya musical que aún no ha podido ser estrenada y que podría ser materia a
estudiar por su talentoso hijo Chuchito Sanoja, piensan en Sacven.
Además escribió un curso de enseñanza musical que
consiste en siete cartulinas bellamente dibujadas que llevan impresos los tonos
musicales y una inducción sencilla para aprender la teoría y el solfeo.
Además hizo versiones de
clásicos bailables como “Lamento Naufrago”, “Ya Voy Hacia ti” y “Plena Española”.
En la década de los 60 Sanoja hizo un paréntesis en la música bailable, disolvió
la orquesta y se dedicó a la publicidad. Pero en 1975 reapareció en escena y
nuevamente figuró en la tarima con su orquesta de grata recordación,
especialmente por su sonido y ritmo inconfundible, por el uso de saxofones
barítonos y flautas al unísono.
El 11 de diciembre de
1998, se murió Chucho Sanoja en su misma ciudad natal, dejando un preciado
legado musical a Venezuela y América.
Billo Frómeta, Chucho Sanoja y otros
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