En
Venezuela hasta los apodos tienen carta de nacionalidad venezolana e
identifican al venezolano. En el universo se dice que somos un pueblo siempre
sonriente, de buen carácter y con un chiste “a flor de piel”. Buena gente,
bonachones. Un pueblo que hasta se burla de sus propias desgracias. Igualmente se
ríe cuando hay que llorar. Resbala pero no se cae. En el mismo trastabilleo se
levanta. ¡Ese es venezolano! sentencian de manera definitiva quienes nos ven en
eso.
Este pueblo también tiene
un lenguaje propio de los venezolanos. Indiscutiblemente venezolano. De aquí. Como si todo eso fuera poco,
los venezolanos somos amigos. Hay una gran diferencia entre un amigo y un amigo venezolano. Somos así, aceptémonos así.
En
materia de apodos Venezuela también se distingue. Estos sobrenombres, alias,
motes, etc. son del más variado colorido, sentido, sabor y creo que hasta tienen melodía. Porque tal cual como lo acuñó Conny Méndez, Venezuela habla cantando…, y así nos conocen en el mundo. Hay que agregar que Venezuela tiene un lenguaje genuino de esta tierra preferida por Dios, que puede decirse que hay un castellano venezolano. Netamente venezolano. Probadamente
venezolano.
Descarten
la comprobación científica. No hace falta. Es así. En el resto de los países de origen
hispano se habla castellano, el castellano heredado de España. Español. Ellos
se entienden. Solamente Venezuela tiene su propio castellano; el castellano venezolano. Español
venezolano. Nuestro. Es cierto: con los venezolanos no hay quien pueda. Somos
así. Por donde pasa un venezolano ahí queda su huella. Ni siquiera lo intenten,
no podrán borrar esas huellas.
A pesar de tener un castellano
exclusivo de Venezuela, los venezolanos también entendemos el español
que hablan esos otros países hermanitos nuestros.
Toda este palabrerío es para asegurarnos que asimilarán lo que viene.
Toda este palabrerío es para asegurarnos que asimilarán lo que viene.
Los apodos en la música
venezolana
En este aspecto el
panorama tiene extensión de llanura. Cielo abierto, sabana abierta hasta más allá del horizonte
sin límites. No hay linderos. La lista es muy larga, si queda alguien sin
nombrar considérese incluido, no hay tarjeta especial de invitación para eso. Figuran en
este recuento.
Ya hablamos de los
apodos de algunos de los grandes –y no tan grandes- personajes de la historia
venezolana, de los seudónimos en las letras y las artes. Próximamente deberíamos hablar de las mujeres con nombres, sobrenombres y renombre. Y de las
mujeres que dan nombre. Hay bastante tela que cortar, porque en Venezuela tenemos
apodos en todos los ambientes. Hay apodos en los escenarios taurino, hípico,
coleo, ¿bolas criollas?, ¿gallos?, ¿dominó?, ¿truco y otros juegos de mesa?, cine,
radio y televisión. En todas las especialidades. En todos los gremios. Estamos
en Venezuela, eso pasa sólo aquí.
Uno de los seudónimos más
ampliamente conocido en el ambiente musical es el de El Tenor Favorito de Venezuela, que
todavía identifica a Alfredo Sadel, nombre
artístico de ALFREDO
SÁNCHEZ LUNA.
El orgullo de mi estirpe y gran maestro a distancia de muchas generaciones de
venezolanos, el guariqueño GERMÁN FLEITAS BEROES fue y sigue siendo el poeta de Camaguán.
A JOSÉ PÍO TAMAYO, poeta, escritor y
político tocuyano (vecino y tocayo del seis y el golpe tocuyano), nacido en
el XIX (4/3/1898) se le recuerda en su pueblo como el Poeta Rebelde. A los doce años fue director del
periódico Saltos y Brincos y Ayacucho, también dirigió el
periódico El Cosmopolita. Visitó varios países entre ellos, Cuba, Puerto
Rico, Estados Unidos (Nueva York) y Colombia, con el fin de reforzar sus ideas
de la revolución, con amigos que tenía en esas naciones. Estuvo preso en el
Castillo de Puerto Cabello durante siete años. Murió el 5 de octubre de 1935.
El bardo zuliano ARMANDO MOLERO, del zulianísimo y tradicional barrio El Milagro, de Maracaibo, fue El Tuqueque de la
Guitarra, también el cantor de todos los tiempos. El músico semi autodidacta larense, de Carora, RODRIGO RIERA, fue el Chueco Riera,
autor de
entre otras composiciones, Preludio Criollo, obra mundialmente conocida y exigida
como obligatoria en los conservatorios de España y Francia. Su fama como
concertista y compositor se extiende a Francia, Italia y España. Con gusto llevó desde
niño su apodo de El Chueco Riera, secuela que le dejó
la poliomielitis de su infancia.
En este arqueo melódico no hay
orden ni concierto, aunque estemos hablando de música. Lo importante es
tratar de hacer un buen levantamiento de apodos -¿o se podrá decir arqueo apodológico, o remoquetérico venezolano?- lo más acertado posible. Son tantos remoquetes venezolanos. Aquí en Venezuela hay ciudades con nombres y renombres. Por eso damos un gran salto hasta la voz inmensa
de la gaita zuliana:
RICARDO AGUIRRE (9 de mayo de 1939 - 8 de noviembre de 1969), barítono
marabino, locutor, gaitero, maestro de escuela, cantante, compositor, ocupa
lugar destacado en la historia musical del estado Zulia y de Venezuela como El Monumental
(así lo apodó el abogado Octavio Urdaneta en atención a sus grandes
dotes vocales), El Monumental de la Gaita, El Padre de la Gaita. Inolvidable.
En los escenarios donde
las orquestas y sus vocalistas hacen bailar a todos sobran remoquetes: VICTOR PIÑERO fue El Rey del Merecumbé y su hermano por parte de
padre, NELO VICUÑA usó el nombre artístico
de Nelo Cienfuegos. Nelo grabó con las orquestas
de CHUCHO SANOJA y Los Caribes, de Víctor Piñero.
DON VALENTIN CARUCI, Mi muchacho, presidente
de Sacven –yo lo llamo sin consultar ni
participarlo a nadie, Centinela de lo nuestro-, dijo que fue testigo presidencial de esos inicios de Víctor Piñero. Otro hermano de El Rey del Merecumbé, FAUSTINO
PIÑERO (tocaba la marímbola),
también anduvo con él merecumbeando, gua-ra-chan-do, bailando boteao, por Muchinga, una zona de tolerancia que
había (o hay, no sé) en el puerto de La Guaira. No se le conoció apodo alguno.
(Muchinga fue escenario
del cuento de GUILLERMO SALAZAR
MENESES, “La Balandra Isabel llegó esta tarde”). El maracucho ROBERTO ANTONIO por ahí anda como el Rey del
techno-merengue. Hay muchos otros apodos más en este ambiente de
bailes, pachangas y fiestas. Pero eso es materia para otra investigación.
En la propia canta
criolla
ADILIA CASTILLO, La Novia del Llano, e ISABELITA APARICIO, La Novia del Sol, siguen
con estos amoríos, recordando ellas A PEDRO
PABLO ROMERO,
El Chirulí de
Aragua. ANGEL CUSTODIO LOYOLA, guariqueño él, el hombre del pañuelito, el primer cantor del llano, hijo de Casildo Laya, aceptó el sobrenombre de El Tigre de Masaguarito.
La Metáfora del Verso, don JOSE ROMERO BELLO, también está en esta lista como la Metáfora Arichunera, El Tigre Viejo, Maestro de Venezuela (así lo apodó el cantante recio ARGENIS SANCHEZ) y como El Eterno Florentino.
El guariqueño BRAULIO PALMA es El Toro Negro, que pita de
nuevo, con la misma voz llanera; Francisco Montoya es al mismo
tiempo El Taita del Verso, como lo bautizó el Cardenal Sabanero Reynaldo Armas; y El Tigre de Payara. Cuñado de VALENTIN
CARUCI
fue El Negro PEDRO
EMILIO SANCHEZ,
cantante y compositor cojedeño, hermano de ISABELITA SANCHEZ DE CARUCI, conocida compositora
criolla, autora de Amor Inútil, su más famosa canción de una larga lista que
ella ha compuesto; esposa del ya citado Carucí y directiva de la Fundación
Luis Alfonzo Larrain.
No pueden quedar por
fuera ANSELMO
LOPEZ, el Rey de la Bandola, ni el Gabán Tacateño, ENEMECIO SÁNCHEZ, ni tampoco JOSÉ ALÍ NIEVES, El pico de oro, RAFAEL MARTÍNEZ ARTEAGA El cazador novato. Menos JOSÉ
JIMÉNEZ,
El pollo de Orichuna, tampoco BLAS RUIZ, El tira versos
del llano. Se estaba quedando fuera El Cubiro LUIS LOZADA.
JOSÉ MANUEL HERNÁNDEZ PRISCO, cantante y coleador
portugueseño, el hombre que le canta a los caballos, nativo del pueblo de Papelón (él le dio, le da, fama a este
pueblo), es conocido por su nombre artístico “Cheo” Hernández Prisco.
También al cantante RODRIGO CENTELLA le encanta jalar toros
por el rabo y lo apodan El Poeta Coleador. RAMON SANABRIA, mirandino de Los
Valles del Tuy, es Su Majestad de la Declamación.
La enumeración continúa con el Tío
Simón, el de Barbacoas, hermano
de JOSE DIAZ, Joselo.
RUMMY OLIVO fue inicialmente La
zoisolita del llano hasta que SIMÓN DIAZ la llevó a la pila bautismal, nombrándola La flor de Zaraza.
Esta lista está muy larga y la dejamos hasta aquí. Las copleras y demás
vocalistas con apodos, por favor esperen otra lista exclusiva con
ustedes. Para que resalten, porque en esta relación tan larga no las verán bien sus seguidores.
Que también se esperen
los maestros arpistas, maraqueros, cuatristas y demás músicos. Hay otra lista
aparte igualmente muy larga con ustedes. Otra enumeración deberá referirse a la fauna avícola que huyó asustada cuando en el baile que tocaba IGNACIO INDIO FIGUEREDO allá en Apure, le cayeron a piedra a los gabanes de la cercana laguna y todas las aves volaron, llegaron y se desparramaron por todo el pentagrama criollo. Esa lista sí es verdad que es larguísima, casi llega a zoológico musical llanero. Trinos, cantos, arpa, maraca y buche, y remoquetes por todos lados.
Entradas relacionadas
Estirpe venezolana: Los apodos I y II
Los 22 ritmos del Joropo: El Gabán
Los 22 ritmos del Joropo: El Gabán
Investigación y texto
Elba Romero López
No hay comentarios:
Publicar un comentario