INSPIRACIO
|
"Era el mes de mayo, mes de espantos y de aparecidos, época de lluvia, cuando la sabana se viste de flores y el terronal se remoja. Llano en mayo con sus noches oscuras y caminos llenos de agua"…, así comienza la narración de la Leyenda de El Silbón, el Desandas de Portuguesa, el Canillúo ese, una de las leyendas más famosas del llano adentro.
Y una de las más tenebrosas también, terror que aumenta la voz tétrica del locutor Alfredo Acuña Zapata cuando narra esta leyenda inmortalizada en discos de acetato… y en el imaginario criollo, o folklore inmaterial, como también se le dice.
-Ayyy mamaita.
-¡Quiero a mi mamá!
-Sácame de aquí con bien Virgen del Carmen bendita, Santa Virgen de La Paz, Niño de Atoche bendito, Santísima Trinidad.
-Ayyy, sáquenme de aquí a ese diablo. Que digo, este espanto.
Y una de las más tenebrosas también, terror que aumenta la voz tétrica del locutor Alfredo Acuña Zapata cuando narra esta leyenda inmortalizada en discos de acetato… y en el imaginario criollo, o folklore inmaterial, como también se le dice.
-Ayyy mamaita.
-¡Quiero a mi mamá!
-Sácame de aquí con bien Virgen del Carmen bendita, Santa Virgen de La Paz, Niño de Atoche bendito, Santísima Trinidad.
-Ayyy, sáquenme de aquí a ese diablo. Que digo, este espanto.
El llano venezolano es tierra de leyendas, visiones, muertos y aparecidos que escogen el mes de mayo para salir a asustar al más valiente. O será que salen ¿a temperar?
A donde quiera que uno arrime la huella se encuentra con cuentos, testimonios y relatos que hablan acerca de leyendas y ficciones que, sin dejar de creer y creyendo al mismo tiempo, son un testimonio oral y escrito de las creencias llaneras. Relatos que pintan como en acuarela todo un bagaje espiritual; la esencia del llanero, místico y receloso o incrédulo a una misma vez.
Por los caminos de Guárico andan y desandan
* La bola de Fuego: Leyenda muy antigua en Camaguán. Cuenta la gente que a comienzos del siglo pasado en el estero, cerca del río La Portuguesa, aparecía una bola de fuego que asustaba a los llaneros, colocándose encima cuando realizaban sus recorridos de noche en los meses de verano.
Para que se alejara de ellos tenían que replicar muchas groserías. A raíz de esto los habitantes tenían miedo de salir de noche por la sabana. Contaba mi papá que esa fulana bola de fuego se le atravesó varias veces en el camino en los llanos de Monagas, por allá por Los Caritos, la heredad de mi abuela materna Lucana López de Fuentes.
Caminadora que era la bola de fuego esa.
-¡Ayyy! La tapara vieja, la tapara vieja… cújelo perro…
Pero con mi papá no pudo, porque él era muy devoto de Nuestra Señora del Carmen y siempre andaba con ella en la gurupera (grupa).
Atrás y adelante lo mismo, pa´l que no carga manea.
Mi taita era tan devoto de la Virgen del Carmen que no se casó hasta que se encontró una Carmen; se casó con mi mamá que se llamaba Carmen Amelia. Mi papá era muy creyente, ese hombre.
La Leyenda del Río La Portuguesa
A principios del siglo XIX Camaguán era un pueblo pequeño que comenzaba a crecer. Dice esta leyenda que había una señora que tenía dos niños, que se quedaban solos en el rancho cercano al río La Portuguesa mientras su madre asistía a su trabajo.
El hijo mayor le contaba a su madre que su hermano se pasaba mucho tiempo en la orilla del río hablando y riendo con alguien que sólo él veía, pero la madre no le prestaba atención a los comentarios de su hijo.
Un día una mujer salió del agua, tomó al niño de la mano y se lo llevó con ella. Desde esta experiencia se comenzó a creer en la leyenda de que en el río La Portuguesa vivía un encanto que llamaba la atención de los niños, sobre todo de los varones, para apoderarse de ellos.
Dicen quique dicho encanto formó su propio hábitat en un charco de Camaguán y se manifiesta de diferentes formas o figuras, generalmente, del sexo femenino.
Hay quienes aseguran haber visto en invierno una canoa conducida por una mujer llevando a bordo a varios niños, o una gallina con muchos pollitos y hasta una garza con varios pichones. Esta leyenda forma parte de la historia del pueblo. Para algunos constituye el relato de un hecho imaginario, y para otros es un hecho real que permite que el antiguo cauce del río La Portuguesa no se seque en verano.
Pero por si acaso, ¡Ave María Purísima!, digo yo.
Ánima del Guatacaro
Esta es una leyenda que ocurrió en tiempos de la barbarie de los gobiernos dictatoriales. Cuentan los que lo vieron o se los contaron a ellos, porque vivían en Chaguaramas cuando mandaba Juan Vicente Gómez, que en cierta ocasión fueron llevados varios estudiantes sublevados a construir una carretera, el Camino Real, en la que trabajaban durante todo el día. Para este trabajo utilizaban instrumentos de aquella época como el pico y la pala.
Cuentan que uno de los estudiantes, agotado y con las manos llenas de sangre, le dice al general: "¡Mi General!, ya no puedo más, ayúdeme, mire cómo tengo mis manos". Entonces el general le quitó el pico y el estudiante se fue a sentar debajo del árbol de Guatacaro.
Mientras descansaba distraído, el general le quitó la vida con el mismo instrumento que usaba para trabajar. Los habitantes del pueblo lo sepultaron en el mismo lugar donde murió y construyeron una capilla de palma, donde le agradecen por los favores recibidos y los milagros realizados pues dicen que es un "ánima milagrosa".
Ánima de La Cocina
Se cuenta que un trabajador de Chaguaramas llamado Casimiro Santaella, se había perdido en unas montañas cercanas y cuando lo encontraron yacía muerto en la finca Santinela de Cocina.
Se cuenta que un trabajador de Chaguaramas llamado Casimiro Santaella, se había perdido en unas montañas cercanas y cuando lo encontraron yacía muerto en la finca Santinela de Cocina.
Al parecer, mientras caminaba se comió una fruta silvestre llamada tarare, lo que causó su muerte. El grupo de personas que lo hallaron, procedieron a darle sepultura donde yacía. Parece que era un hombre agradecido, porque tiene sus devotos, personas que afirman que puede cumplir peticiones y acuden con ofrendas en agradecimiento por los favores recibidos.
Leyenda de la Mata de Mango
Esta mata que crece silvestre en el estado Guárico y otras regiones de la provincia venezolana, mide aproximadamente 20 m de altura y su tronco es de gran grosor. El de esta leyenda dicen los pobladores que tiene más de cien años y se desconoce el nombre de la persona que lo sembró.
Esta mata que crece silvestre en el estado Guárico y otras regiones de la provincia venezolana, mide aproximadamente 20 m de altura y su tronco es de gran grosor. El de esta leyenda dicen los pobladores que tiene más de cien años y se desconoce el nombre de la persona que lo sembró.
Está ubicado en un lugar llamado para muchos pobladores el Manglar por la cantidad de matas de mango que allí se encuentran sembradas. La creencia popular es que al pie de ese árbol suele haber apariciones y al caer la medianoche, las personas que transitan cerca son espantadas.
-Maraca e´susto. Hasta yo me asustaría.
En los caminos de Guárico también hay otros cuentos y leyendas terroríficos de muertos y aparecidos, como El Muerto de San Felipe, pero de ese no les hablaré aquí, porque aparece en días de Semana Santa. Y tampoco quiero asustarlos tanto.
¿Para qué sirve llevar 3 huevos de gallina negra a
un familiara las 12 de la noche en un camino oscuro?
¡Susto grande tengo yo!
(Shiito. Después les hablaré de las leyendas de apariciones marianas en los caminos llaneros).
-Diablo, toma tu cruz
Entradas relacionadas:
* Tradiciones: Los espantos del llano adentro*
Elba Romero López
No hay comentarios:
Publicar un comentario